Un 50% de las ganancias obtenidas en el cuestionado negocio inmobiliario de Machalí habría ido a parar a los bolsillos de dos operadores de la UDI que tienen lazos con el senador Iván Moreira y el ex ministro de Economía de Piñera, Pablo Longueira.
Así lo declaró en su comparecencia de nueve horas ante la Fiscalía la esposa de Sebastián Dávalos, Natalia Compagnon, de acuerdo a filtraciones dadas a conocer en los últimos días por el diario La Tercera y CNN Chile.
Los nombres mencionados son Patricio Cordero y Juan Díaz, dos militantes de la UDI que obtendrían la mitad de los montos que reportaría la transacción de terrenos una vez pagados los créditos y otras deudas de Caval, por un total de 1.400 millones de pesos.
Cordero es definido en la declaración de Compagnon como el “generalísimo” de Joaquín Lavín. Se desempeñó como administrador municipal de éste cuando fue alcalde de Santiago y Las Condes, mientras que Díaz se hizo conocido cuando fue contactado en medio del caso Spiniak por el entonces presidente de la UDI, Pablo Longueira, para desvirtuar el testimonio de Gemita Bueno contra el senador Jovino Novoa, indicó ayer el diario de Copesa.
“Entiendo que Juan Díaz tiene una vinculación con Herman Chadwick (síndico de quiebra). Según relatan los medios, trabajan juntos. También en una ocasión me habló de su vinculación con Pablo Longueira y Jovino Novoa. Él es de la UDI y toda su red es de esa tendencia”, señaló la esposa de Dávalos ante los fiscales de O’Higgins, según esta versión.
CNN Chile confirmó hoy que Compagnon también mencionó al penta-senador Iván Moreira en la investigación que se sigue por los posibles delitos de tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. En esta misma línea serían Moreira y Longueira los destinatarios de las platas de la firma que obtuvo un crédito del Banco de Chile – con la venia personal de Andrónico Luksic – para concretar su negocio, y que ha impactado en la credibilidad de Bachelet.
Es importante señalar que el abogado que defiende a Sebastián Dávalos en esta causa es cercano a la UDI. Se trata de Álvaro Morales, quien representó al empresario Claudio Spiniak en el proceso de estupro y abusos sexuales que tuvo en la mira a Jovino Novoa hasta la polémica retractación de Gemita Bueno.
Como recordamos hace algunos días, en aquella época Morales fue implicado por militantes del PS en un “lavado de imagen” a Spiniak y a los parlamentarios acusados en el caso.