«En Chile hay un grupo de individuos que se han adueñado del ejercicio de lo público, se auto consideran y actúan como amos y señores. La prensa añade su cuota a esto porque todas las noticias se refieren a los mismos políticos; todo se reduce a esas dos camarillas, sus personajes y lo que hacen o dejan de hacer»
Una chica espera cruzar la calle en Isidora Goyenechea con El Bosque por el paso peatonal. Luz verde y una camioneta roja rumiando le priva el paso, ella lo mira buscando a un humano, pero el tipo sentado al volante levanta el dedo medio. La situación quizá se repita infinitesimalmente en toda la ciudad a eso de las seis de la tarde, momento en que Patricio Herman, se asoma al balcón en la cuadra de al frente comentando en que con su organización ya se han metido en más de 280 situaciones por mejorar la calidad de vida de quienes viven en ciudades. “Surgimos como respuesta al desorden institucionalizado que hay en Chile en lo ambiental, obras públicas, transporte y patrimonio. Somos distintas personas de diversas actividades y hacemos hoy una labor de fiscalización ciudadana”, explica. Afuera la ciudad todavía bulle.
-Parece difícil la tarea considerando que en Chile se pontifica al mercado como el mejor regulador de todo.
-Ni siquiera manda el mercado. Hablar de que acá funciona una economía de libre mercado es una entelequia. Los que manejan todo son los grandes grupos económicos que cuentan con la ayuda de los funcionarios del Estado para seguir siendo más grandes. Si ni siquiera opera la igualdad de oportunidades que corresponde a cualquier sociedad de libre mercado. Los únicos que han acrecentado su poder y patrimonio en las últimas décadas son los grandes grupos económicos.
-¿A qué ayudas de funcionarios del Estado se refiere?
-Un caso paradigmático es lo que hizo Ravinet siendo Ministro de Vivienda, cuando incorporó al área urbana unas 90 mil hectáreas de suelo agrícola de excelente calidad. Esas son medidas inconsultas, absolutamente objetables y pasan porque acá opera la aplanadora. Lo que pasa es que en Chile hay un grupo de individuos que se han adueñado del ejercicio de lo público, se auto consideran y actúan como amos y señores. La prensa añade su cuota a esto porque todas las noticias se refieren a los mismos políticos; todo se reduce a esas dos camarillas, sus personajes y lo que hacen o dejan de hacer.
-Los grupos económicos saben muy bien sus fines, pero los medios y los funcionarios de gobierno quizá actúen de manera inocente…
– Acá nadie actúa con inocencia. Existe un acuerdo tácito que hace que un puñado de no más de 3 mil personas se beneficie del sistema chileno. No son más que eso, si son siempre los mismos. Si cuando un tipo hace mal las cosas en un ministerio, lo ponen en otro cargo.
-¿Pero si la presidenta nos habla en cada discurso de participación ciudadana?
-Es mentira, es un show. De partida eso de institucionalidad ambiental es una falacia. No existe interés de las autoridades por hacer valer la Ley de Medio Ambiente. La presidenta Bachelet ha vendido la pomada de que este es un gobierno ciudadano. A nosotros nos llegan varias cartas de grupos de vecinos o comunidades que le mandan carta a ella y nunca les responde. Pongo un caso: La Comisión Regional de Medio Ambiente Metropolitana hace una faramalla de participación ciudadana para ir modificando el plan de prevención de contaminación atmosférica de la región. Llaman para ello a mucha gente, incluso yo fui porque creí que la cosa iba en serio, pero al andar me di cuenta que todo era mentira, era un show; se hace que hay participación ciudadana, pero ya está todo decidido por los ministros que están en La Moneda.
-¿Ocurrió esto con las autoridades actuales?
-Hace tiempo me di cuenta, pero la última vez fue cuando se hicieron estas reuniones, lideradas por la intendenta Adriana del Piano, para escuchar a la ciudadanía para definir un nuevo plan de descontaminación atmosférica. Cuando vas te das cuenta que todo está oleado y sacramentado. Hacen este ejercicio de participación ciudadana y no cambian un ápice de lo que ya decidieron. Tienen la paciencia de escucharte y funcionarios que escriben lo que tu dices, pero a la larga no sirve estar allí.
-O sea, terminas legitimando con tu asistencia proyectos y procesos ajenos al interés de la comunidad, al no ser vinculante la participación ciudadana.
-Es un gran error que cometemos las organizaciones de base que con nuestra presencia terminamos avalando estos procesos espurios. Yo ya no voy, no me caso, por ningún motivo.
-¿Hacia dónde vamos entonces?
-Los que están allí es gente muy inteligente, que cuenta con el apoyo de la prensa y de los grandes grupos económicos. Si la presidenta hace poco se expuso a que un dirigente empresarial, uno gordo y pelado, la insultara fuertemente frente a todo el empresariado. Ese es el ejemplo más claro que da cuenta como las autoridades públicas se deben a lo que dicen los grandes empresarios. Hacia allá van ellos.
-Es más, a la Enade asiste el gabinete en pleno.
-Las autoridades van a rendir examen a estos encuentros en Casa Piedra o Espacio Riesco. Espero que no sigan asistiendo para que no los sigan retando.
-¿Se prestaría Bachelet a exponerse frente a dirigentes vecinales o sociales como se expuso frente al empresariado?
-No, por supuesto que no, si los servicios de inteligencia de carabineros, la Agencia Nacional de Informaciones, le advertirían al tiro. Lo raro es que no le avisan del peligro real del empresariado. Espero que la presidenta va a pensar mucho si va a asistir nuevamente a estas reuniones con los grandes empresarios.
-Es raro, pero cuando estudiantes interpelaron a Lagos en Valdivia por la muerte de los cisnes en el río Cruces se fueron presos.
-Claro, es que la vara se aplica para un lado, no más.
-¿No se estará obligando a los miembros de la sociedad civil a buscar estos espacios de interpelación del poder debido a que dentro de la institucionalidad no está dado el diálogo social?
-Es que ya no hay diálogo con las autoridades políticas, ellos se relacionan exclusiva y muy fluidamente sólo con quienes tienen poder económico. A los políticos no les interesa la sociedad civil porque saben que tienen un voto cautivo que es como la fidelidad a una marca cuando ya te lavó el cerebro. Los políticos saben que siempre van a votar por ellos. El ejemplo más claro es que cerca de las elecciones te dicen que no puedes perder el voto. ¿Para qué? Si son siempre los mismos.
-Ya vienen las campañas municipales y la ciudad la van a inundar de carteles y basura…
-Y van a salir elegidos los mismos de los carteles sonrientes.
-¿El problema entonces no corresponde a las mismas organizaciones de la sociedad civil que no ha sido capaz de dar cuenta de la magnitud de lo que está pasando en Chile?
-Espero estar equivocado, pero la gran masa chilena no tiene conciencia política, de cómo resolver sus problemas; está preocupado del consumo y sigue comprando tonteras en el supermercado. En cambio quienes estamos adscritos a organizaciones sociales somos muy pocos y no pesamos nada. Tanto Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet no necesitaron relacionarse con los grupos ciudadanos porque no lo necesitaron.
-¿Qué le parece la propuesta de trazado de Vespucio Oriente?
-Tal situación da cuenta del comportamiento pro clases sociales poderosas del Ministerio de Obras Públicas. Ellos decidieron ejecutar ese proyecto, que en sus 11 kilómetros aplicarán dos sistemas de construcción: el túnel minero que protegerá el Parque Américo Vespucio, cosa que está muy bien, pero hacia el sur, después de la comuna de Las Condes, se va a hacer trincheras, una solución más barata. Allí se observa cómo el gobierno actúa con la gente con más plata y cómo lo hace con el resto.
-Se evidenció en el trayecto de Vespucio entre Grecia y la Panamericana que cercenó los barrios de todas las comunas a su paso.
-Si, “Defendamos la Ciudad” analizó ese proyecto y lo denunciamos a la Contraloría porque favoreció a la empresa española Sacyr. la que no ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Es decir, el gobierno del señor Lagos, con tal de favorecer a un inversionista extranjero y cuidarle el bolsillo, permitió que su obra violase la Ley de Bases del Medio Ambiente, deteriorando la calidad de vida de toda la gente aledaña al trazado. Se botaron unos cinco mil árboles. Si los gobiernos de la Concertación son más derechistas que la propia derecha.
-A Lagos le encantaba inaugurar carreteras.
-Creo que Lagos es un hombre que cree en el crecimiento económico ilimitado. El supone que habiendo mayor actividad económica hay chorreo. La presidenta Bachelet está en la misma senda. No se han dado cuenta que las autopistas segregan la ciudad y dan la señal que el actor principal de las políticas públicas es el auto y no el sujeto de a pie. Yo soy caminante y en calles como Kennedy no puedo poner un pie porque ¡no hay veredas! Se privilegió la ejecución de autopistas y se dejó de lado el transporte público.
-¿Y qué le parecen las nuevas viviendas sociales, que terminan haciendo conjuntos de departamentos y no barrios en los bordes de las ciudades?
-Es más, a través de esta figura de la vivienda social, el actual gobierno está promoviendo la corrupción en Santiago centro, donde se construyen edificios que en ningún caso son viviendas sociales, pero las hacen pasar como tales para que el titular del proyecto no tenga la obligación legal de hacer estacionamientos para automóviles.
-¿Qué constructora está en esto?
-Paz Froimovich.
-Ellos se pusieron con la fundación de Ricardo Lagos.
-Si han vivido en el último tiempo al amparo de la Concertación. Hay que considerar que el Partido Demócrata Cristiano es un partido inmobiliario, si todos los ministros a excepción de Sonia Tschorne, han sido de ese partido y muy vinculados al negocio inmobiliario. Creo que todos los ministros de vivienda de estos 17 años le han hecho muy mal a la ciudad.
-¿Hacia dónde vamos entonces?
-Con estas políticas neoliberales imperantes, Chile va al despeñadero. Cada vez se acrecienta más la situación de favorecer al gran capital y al ciudadano corriente se le dan migajas, todo bien orquestado por los canales de televisión. Por suerte en otros países de la región están surgiendo gobiernos que tienen mayor apertura, que creen más en la igualdad de oportunidades, por suerte.
-Walter Benjamín decía que un hombre distraído fácilmente se acostumbra.
-Así nos ocurre, sobre todo cuando estos tipos quieren privatizar la ciudad. Muchos barrios hace años se están segregando con la histeria de la seguridad, si estamos llenos de rejas puestas hasta en calles que debieran ser de libre circulación. Ocurre que hoy el Ministerio de Bienes Nacionales se ha transformado en un promotor inmobiliario dándoles más superficie a las constructoras. Esto es la privatización de la ciudad. Si hasta cierran con rejas los pocos espacios públicos que hay, como ocurre con el Parque Intercomunal de La Reina en donde se tiene que pagar por ingresar a un área verde o en el Jardín Botánico de Viña del Mar. Eso es una locura; todo cerrado, todo a través de pagos.
-¿Qué debieran hacer los movimientos sociales más concientes entonces?
– Actuar con más fuerza y energía, no nos queda otra. Y al momento de votar que muestre su rechazo a la actual camarilla política.
Mauricio Becerra