Es uno de los puntos más relevantes del la reforma del sistema de pensiones. El ajuste a la edad de jubilación de las mujeres surge nuevamente con fuerza como una de las propuestas clave en un eventual proyecto de reforma.
Según publica La Tercera, el ministerio de Hacienda estaría trabajando en una propuesta basada en la que presentó la Comisión Bravo en su informe de fines de 2015. La propuesta establece aumentos de la edad legal de retiro de las mujeres -que hoy es de 60 años-, aplicados gradualmente en alzas de seis meses por año, a mujeres nacidas a partir de 1970 y hasta 1979.
Así, las mujeres nacidas en 1970, es decir de más de 46 años, tendrían que jubilar a los 60 años y 6 meses. Mientras que las mujeres nacidas en 1971, ya se estarían jubilando a los 61. En tanto, las chilenas que hubieran nacido en 1979, verían incrementada su edad de retiro legal hasta los 65 años.
De esta forma, se equiparía paulatinamente la edad de retiro de hombres y mujeres, tema que forma parte de los cambios paramétricos al sistema que han sido planteados como urgentes desde la Comisión Marcel que dio paso a la Reforma Previsional de 2008.
La propuesta se basa en la experiencia de Canadá, país que llevó a cabo esta medida entre sus pensionados.
Si bien la idea que circula desde noviembre en la mesa técnica en que participan el equipo técnico de los Ministerios de Hacienda y Trabajo, ésta no les ha sido presentada a los partidos del oficialismo.
Sin embargo, fuente publicadas por La Tercera diversas fuentes consultadas relacionadas al debate técnico, afirman que se trata de un planteamiento en la que hay consenso sobre la necesidad de su aplicación, aunque todavía no logra el suficiente apoyo político debido a que se trata de una medida impopular.
En ese contexto, toman relevancia las declaraciones del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien fue enfático al señalar que “también tenemos que hacer cambios paramétricos, por ejemplo, mover las edades de jubilación. Pero eso es políticamente, y socialmente, extremadamente difícil. Una cosa es decirlo y (…) y otra cosa es pasar una ley así por el Congreso”.
La misma presidenta Michelle Bachelet,en agosto de 2016, reconoció la importancia de “realizar cambios de parámetros que se usan para estimar las pensiones y asegurar que el sistema no sólo sea justo, sino sustentable”.
La falta de una acuerdo político que garantice el apoyo suficiente de todos los partidos, incluso dentro de la Nueva Mayoría, ha relegado esta medida hasta ahora a un segundo plano, pese a su relevancia. Esto dado el impacto que han tenido en las mujeres las mayores lagunas previsionales que muestran y las mayores expectativas de vida que tienen respecto de los hombres.