Esta acción busca investigar a los empresarios como presuntos responsables de delito tributario, utilización indebida de boletas de honorarios falsas de sus cónyuges para reducir la base imponible del Impuesto a la Renta de la Sociedad Inversiones Penta III Limitada, de la que son sus representantes.
El fraude al fisco producido por estas irregularidades que han sido detectadas, se calcula inicialmente en más de $400 millones de pesos.
Lo sorprendente (o quizás no tanto) es que esta investigación, que está siendo realizada por el fiscal Carlos Gajardo, está mostrando la cara fea de nuestra política ya que hay varios nombres que han salido a colación, principalmente de senadores de la UDI, los que, presuntamente (o quizás no tanto), habrían financiado sus campañas electorales con estos dineros que le faltan a las arcas estatales.
Curiosamente, el Servicio de Impuestos Internos -a pesar del refrán que dice que lo único que no perdona son los impuestos y la muerte- habría actuado de manera “débil” en su rol fiscalizador, ya que los probables (o quizás no tanto) perjuicios para el Fisco de 400 millones de pesos sucedieron entre los años 2009 y 2014.
Los nombres que hasta el momento son merodeados por la investigación de Gajardo son, nada más y nada menos que Laurence Golborne (conocidísimo por tocar guitarra, por sus ojos lindos, por los cobros abusivos Cencosud y por no declarar su patrimonio que tenía guardadito en un paraíso fiscal), Ena von Baer (conocidísima por ser nieta de un miembro de las Waffen-SS en la Alemania Nazi que se vino clandestinamente a Chile ya que, junto a su esposa, estaba siendo investigado; e hija de Erik Von Baer, dueño de las semillas y participante de la satánica empresa Monsanto), Iván Moreira (Conocidísimo por haber visto la luz cristiana, por agarrarse a coscachos con sus opositores y por decir públicamente y sin ponerse colorado que “Pinochet le cambió el pelo a este país”), Pablo Zalaquett (conocidísimo por sus locuritas como Alcalde de Santiago, por su obsesión con Obama y porque le imita a Kramer) y el ex candidato presidencial Andrés Velasco (Conocidísimo por su señora, Consuelo Saavedra, que salía en la tele).
Las declaraciones en la investigación, de Hugo Bravo López, del grupo Penta, y el material que se encontraba en su computadora, a la que se logró el acceso en el contexto de la investigación por “Fraude al FUT” dio pie a una nueva indagación que tiene una arista política, como vimos más arriba, bastante importante. Y algunas de las boletas que están siendo cuestionadas, fueron emitidas por algunos personajes vinculados laboralmente con los candidatos.
Uno de los casos es el del chofer de Iván Moreira quien, dicho sea de paso, gana un sueldo de 1.600.000 por conducir el automóvil del senador (ver en la página de transparencia del senado) quien tuvo que declarar en la fiscalía de Alta Complejidad Metropolitana Oriente, por documentos de honorarios de montos millonarios, emitidos a Penta.
Otra pieza clave de la investigación es la secretaria de Jorge Manzano, cientista político de la UDI, quien desarrolla la función monitorear las campañas como experto electoral de la tienda. Hasta el momento, la mujer aún no se habría presentado en la fiscalía.
Nadie sabe nada.
Lo gracioso es que los medios han acudido a las fuentes a preguntar por sus vinculaciones a Penta y ¡Nadie sabe nada!
Laurence Golborne dijo que “Carlos Alberto Délano me dijo una vez que iba a aportar a mi campaña, pero si ello se realizó o no es imposible saberlo ya que esos fondos llegan en calidad de aportes reservados, una ley vigente usada por todos los candidatos”. Esto salió publicado en The Clinic online.
Muy conveniente.
Por su parte, Pablo Zalaquett, aseguró a El Mostrador que «él (Delano), muy cariñoso, me dijo que me iba a dar el mayor aporte que pudiera dentro del contexto de las muchas solicitudes que tenía.No sé cuánto fue, porque nunca me lo dijo»…»No hay ninguna boleta mía, ni de mi secretaria, ni de un chofer ni de nadie, yo sé que me nombró Bravo, pero está súper equivocado. No tengo nada que esconder».
El presidente de la UDI, Ernesto Silva, habló del “Caso Penta” y dijo a La Tercera que “hay distintas formas de hacer aportes establecidos en distintas empresas y distintos partidos, y hoy día lo que tenemos que hacer es actuar con la seriedad que corresponde”. Sin embargo nada dijo sobre su estrecha vinculación con el grupo Penta y, en particular con Carlos Alberto Délano porque ¡son parientes! ya que el papá del presidente de la UDI y don Délano son cuñados, Délano les prestaba la casa en Con-Con para que fueran de vacaciones y en realidad se conocían de antes ya que de jovencitos, jugaban en la selección de futbol del Saint George. Por si fuera poco, ambas familias son propietarias de la Universidad del Desarrollo y de la inmobiliaria dueña de los edificios en donde funciona la casa de estudios.
Pero nada de esto le parece raro a Gustavo Hasbún, vicepresidente del partido, quien habla del asunto con una liviandad que sorprende y que más encima se atreve a decir que todo esto es una persecución política ya que el actual gobierno busca desprestigiar a todo aquel que se vincula con la administración de Piñera. Cito: “Están tratando de convertir al SII en una policía política de la Nueva Mayoría, con el fin de desacreditar a personas honestas”.
Todo esto a pesar de que, desde Penta, según publicó ayer el diario La Segunda, no negaron la existencia de pagos a campañas y culparon a Hugo Bravo -ex director de la firma- por el uso de un sistema irregular para entregar esos “aportes”.
La UDI fijó una reunión de directiva ampliada para el lunes a las 13.30, en donde tomarán el té, se hablará del tema y se dará cita a todos quienes tengan antecedentes en la materia.
Dato curioso: El Mercurio de ayer publicó en la sección de Economía una noticia muy breve, donde no aparece ningún nombre, y en ella da cuenta de la “investigación a políticos” y agrega que “un conductor” y “una secretaria” de la UDI están llamados a declarar, además de que “los antecedentes fueron remitidos al Servicio de Impuestos Internos”.
Raro. ¿O no?
Otro dato: Uno de los formalizados que está cumpliendo prisión preventiva en este caso, es el ex jefe del SII Oriente, Iván Álvarez, la conexión que permitió llegar hasta Hugo Bravo, quien es el ex brazo derecho de Délano y Lavín (quien incluso fue gerente general del holding Empresas Penta).
Álvarez renunció a los cargos que ocupaba en los directorios de las filiales del SII, semanas antes de que se diera a conocer la denuncia del Servicio de Impuestos Internos, por devoluciones indebidas del FUT por $260 millones en sus sociedades Challico y Santa Serella, hace dos meses, exactamente el día 29 de julio.
Álvarez reconoció que “operaba” con Hugo Bravo López y declaró que por el arreglín de sus sociedades recibió $4 millones en las oficinas de Penta de la mano del contador del grupo, Marcos Castro.
Bravo pagó mil millones a la Tesorería General de la República para devolver el dinero que consiguió de forma ilícita, lo que incluyó multas, intereses y un reajuste del 30%.
A continuación, dejo un párrafo de una nota de El Mostrador, referente al caso:
El 2012, el economista Claudio Agostini realizó un estudio para el Centro de Estudios Públicos (CEP) sobre el financiamiento de la política en Chile y las campañas electorales. En ese contexto, relata que habló con varios parlamentarios que reconocieron haber recibido fondos para sus campañas saltándose el Servel, a través de boletas de servicios.
“Me dijeron que era una práctica muy común, que todo el mundo lo hacía”. El mecanismo, según lo que le explicaron, consistía en que al solicitar dinero a una empresa, algunas aceptaban pero no querían dejar registro en el Servicio Electoral, por lo que pedían que el candidato se consiguiera a alguien de su equipo, de su confianza, que diera una boleta por alguna asesoría o estudio. De esta forma, “la empresa le pasa la plata al que le dio la boleta, que la mete en la campaña”.
Otra fórmula que le relataron, consistía en “ayudarse con especies. Lo que aparece como un gasto de la empresa pero en otra cosa. Por ejemplo, una empresa de gráfica decide no hacer una donación de plata sino que dar material para carteles. Nunca les aparece como una donación. Por lo tanto, se ve como un mayor gasto. La ventaja de la empresa es que no aparece donando a la política sino como que tuvo más gastos y eso implica que tuvo menos utilidades, entonces además pagan menos impuestos”.Lo importante de ambas fórmulas, asegura Agostini, “es que estás donando a la política sin que nadie sepa”.
Gracias a todos estos antecedentes, la PDI pudo incautar los libros de contabilidad y computadores del grupo y de todas sus empresas.
Más tarde fueron requisados los de Délano y Lavín.
Vamos a ver qué se concluye al final de este caso, aunque, lamentablemente los involucrados son gente tan poderosa que, honestamente, dudo que se puedan transparentar todos los antecedentes antes de que echen a correr sus redes de protección y muevan a todo el staff de gente que tienen a su mando para que “limpien la casa” lo mejor posible.
Según lo señalado por The Clinic: “La alarma, confirman altas fuentes gremialistas, se dio hace más de una semana en la UDI. En medio de las celebraciones de fiestas patrias y la atención mediática centrada en el bombazo en el subcentro del Metro Escuela Militar, el partido fue alertado de que un problema político mayor podía afectarlo.” Y tomando en cuenta estos antecedentes, han tenido tiempo suficiente para tomar la mayor cantidad de cartas en el asunto.»
Creo que esta es una oportunidad para que el Estado demuestre que es verdad eso de que somos “todos iguales ante la ley”, sin embargo, la experiencia indica lo contrario.
Vamos a ver qué sucede y es de esperar que la opinión pública tenga ojos también para este tipo de bombazos que no incluyen explosión, pero que nos afectan a todos y que este caso tenga el impacto y las repercusiones que amerita. Que los medios hagan tanta alharaca como cuando en la araucanía se quema un fundo o como cuando se muestra la evasión del transantiago (aunque El Mercurio está siendo señero en el ocultamiento de información y en el manejo de la opinión pública) y que la gente no siga tan tranquila como siempre.