Luego de intensas movilizaciones de parte de los pescadores artesanales a lo largo del país, el mes pasado el Gobierno optó finalmente por no perseverar en su intención de vetar la llamada Ley de la jibia, aprobada por el Parlamento y que prohíbe a la pesca de arrastre extraer este recurso del mar. Algo que no dejó contentos a los industriales, por lo que el Ejecutivo creó una suerte de mesa de diálogo con este sector, la que ha sido duramente criticada por el rubro artesanal.
«Se reúnen a puerta cerrada y en febrero, cuando andan todos de vacaciones, supuestamente para armar una plataforma social. O sea que el Gobierno le quitó el veto a la ley, pero a espaldas de Chile negocia con los representantes de las 7 familias para dejarlos tranquilos. ¿De qué plataforma nos hablan, si no van a cerrar plantas? Que no se olviden que la mayoría de la jibia la pescan los artesanales, así que no habrá escasez de materia prima», declaró al respecto Antonio Chaparro Carrillo, presidente del Consejo Comunal de la Pesca Artesanal de Lota.
El dirigente advierte que «esa mesa de la jibia huele a una nueva Ley Longueira. Esa se hizo así, entre cuatro paredes. Ahí a los artesanales nos prometieron traspaso de cuota industrial por 35.000.000 dólares. ¿Qué pasó? Que al año siguiente bajaron las cuotas a un tercio y nunca vimos esa pesca, nunca vimos la plata».
Chaparro agrega que no cree en los cantos de sirena: «Si el Congreso soberanamente decidió prohibir la pesca de arrastre en la jibia, no veo porqué el Gobierno tiene que meterse a indemnizar a los industriales. ¿Es decir que al final vamos a ser todos los chilenos los que una vez más les vamos a regalar plata a las 7 familias?», cuestiona.