Una extensa entrevista concedió este viernes el ex Presidente Sebastián Piñera a radio Agricultura. La conversación estuvo a cargo de la periodista Pilar Molina, la misma que hace un tiempo señaló que «El Mercurio cumplió un rol de combate y trató de abrir la democracia» durante la dictadura cívico militar encabezada por Augusto Pinochet.
La primera parte de la entrevista ocurrió vía telefónica, puesto que Piñera estaba atrasado, sin embargo, comenzó en un terreno fértil para el discurso del candidato-empresario: la situación en Venezuela. Estas fueron algunas de sus expresiones:
«Creo que la reacción del Gobierno ha sido débil y ambigua», señaló. Enfatizó igualmente en reiteradas veces que «Venezuela es uno países más ricos del mundo». «Chile debiese invocar definitivamente la cláusula democrática de la OEA y de UNASUR», sumó, y acusó a los países del ALBA de solidarizar con Venezuela «en sus atropellos a la democracia, las libertades y los derechos humanos».
Al ser consultado por las razones que lo motivaban a presentarse nuevamente a la Presidencia, Piñera contestó que Chile está en una encrucijada. Además, confesó un pensamiento personal, al más puro estilo de superhéroe: «¿Tengo derecho a poner por encima consideraciones personales? ¿Acaso no es mi deber de asumir el liderazgo que tengo?», señaló, probablemente, con la mirada al cielo.
También fue apretado por Molina. Cuando le preguntaron por el caso Exalmar, el ex mandatario sostuvo que «es esencialmente la acción de un diputado comunista [Hugo Gutiérrez], que sin ningún antecedente, solo repitiendo informaciones de prensa, presenta una querella calumniosa».
Ante la admisión de la querella por parte del tribunal, Piñera esbozó críticas al Poder Judicial. «En Chile, el proceso de admisión de la querella es muy liviano, porque efectivamente una querella significa una investigación, recursos públicos y muchos costos para la parte querellada. Por tanto, debiera haber un filtro mejor», aseguró.
Y continuó con acusaciones: «Es un abuso del diputado Gutiérrez, es una estrategia del Partido Comunista, cuenta con la complicidad y colaboración de muchos en el Gobierno y en la propia Nueva Mayoría, en esto no soy ingenuo».
De todas formas, actualmente Piñera es imputado, a lo que el ex controlador de LAN contestó que «es una cosa técnica, que por supuesto es utilizada por algunos y por cierta prensa», y alegó que «está lleno de filtraciones, filtraciones parciales, con un claro objetivo político».
Candidato de la derecha dura
Luego de la pequeña tormenta por el caso Exalamar, la entrevistadora concede a Piñera un largo pasaje para que el candidato despliegue parte de su ideario y su desprecio por la organización política de las personas.
En esta línea, acusó a los grupos «que se van a tomar la calle» de «querer romper los principios democráticos». Además, los responsabilizó por «chantaje».
«Una cosa es la calle, normalmente más vociferante, a veces muy violenta, otra cosa son las grandes mayorías de los chilenos, que desgraciadamente es [sic] más silenciosa», fue otra de sus observaciones.
«Yo escucho mucho más la voz de la gente, que es la voz prudente y sabia, que la voz vociferante de la calle, que muchas veces lo que busca es simplemente desestabilizar y conseguir sus propósitos por cualquier medio», sostuvo.
Molina le preguntó si era el candidato de la extrema derecha. Sin embargo, Piñera desvió la atención, porque justo en ese momento aprovechó de avisar que iba llegando al estudio de Agricultura. A la vuelta de comerciales, evadió responder sobre el pinochetismo en su campaña y se fue por un camino seguro: pegarle al Transantiago y prometer llegar a los 300 kilómetros de metro construidos.
La periodista insistió en la pregunta y Piñera respondió criticando al Gobierno. No obstante, quiso ser menos duro y mostró su veta de santo: «Un candidato a Presidente tiene que ser como un buen padre de familia, que quiere a todos sus hijos, pero se preocupa de forma muy especial de los que tienen más problemas», manifestó.
¿Le molestó el grito «Viva Chile y Pinochet» en el lanzamiento de su campaña? Piñera dijo que no estaba en la Quinta Normal cuando se realizó el acto invocatorio del dictador, y añadió que fueron «dos o tres personas» [NdR: cuánta capacidad para hacerse escuchar en medio de dos mil asistentes] y cuando quiso profundizar, vino una ayudita de Pilar Molina.
– «Que dos o tres personas griten, no significa que…», comenzó Piñera.
– «Que se tiñan», auxilió Molina.
– «Que se tiña», suscribió Piñera.
La retroexcavadora de Piñi
Piñera dijo que cree en la igualad ante la ley, en la igualad de oportunidades y en garantizarle a todos los chilenos «un piso mínimo de dignidad». Quién sabe lo que quiso decir con esto último.
«La igualdad absoluta, decir que todos vamos a llegar a la meta (…) no ha dado resultado en ninguna parte del mundo, solo conduce a la pobreza generalizada», sumó a sus argumentos.
El candidato que se opone a las campañas del terror se preguntó: «¿Qué igualdad queremos, la de Corea del Norte, donde todos se están muriendo de hambre? ¿La igualdad de Venezuela, donde no hay ni siquiera alimentos ni medicamentos en un país inmensamente rico? ¿La igualad de Cuba?».
Por otra parte, el ex Presidente reafirmó su convicción de implementar una retroexcavadora en materia educacional. En primer lugar, dijo que «una de las cosas que vamos a hacer en nuestro futuro gobierno es devolverle a los padres su derecho a elegir la educación de sus hijos, devolverle a los padres su derecho a aportar voluntariamente a mejorar la calidad de la educación de sus hijos».
Otra: «Lo que más quiere un padre es darle una buena educación a su hijo y el Estado qué le dice: ‘usted puede gastarse la plata en lo que quiera, si quiere en fiesta, en whisky, en lo que quiera’».
Y aprovechó de enviar un mensaje a los dirigentes estudiantiles de educación superior: «Es verdad que ustedes tienen derechos, pero no son los únicos que tienen derechos en Chile y me gustaría alguna vez escuchar alguna palabra de ustedes de solidaridad con los más pobres, con los enfermos, con los pensionados, con los niños, con los que sufren día a día los estragos de la delincuencia. Ellos piensan, o al menos así lo exponen, solo en sus derechos».
También aprovechó de pegarle un coscacho a ChileVamos, la coalición que reúne a los partidos de derecha que sustentan su candidatura. «Me inquieta, me preocupa, me duele ver en el diario cómo los partidos de ChileVamos no logran ponerse de acuerdo», criticó.
El deseo de Piñera es que los partidos vayan en lista única. Al respecto, sostuvo que «veo en los diarios una polémica absurda. Veía al secretario general de Evopoli descalificando a los presidentes de RN y de la UDI. Por favor, tengan un poco más de madurez, de grandeza, de generosidad. Lo que está en juego es demasiado grande para Chile y para los chilenos».
Ante la desazón del candidato, la entrevistadora Pilar Molina tuvo un gesto de notable empatía y remató la entrevista de casi una hora: «Muchas gracias Presidente y ánimo».