“Es una situación que se está evaluando. Al gobierno le preocupa profundamente esta situación humanitaria”.
Así se refirió el canciller Heraldo Muñoz a la posibilidad de que un grupo de familias refugiadas provenientes de Siria arribe al país justo en medio de la grave crisis humanitaria que vive ese país del Oriente Próximo, y que tiene a Europa virtualmente colapsada, recibiendo a miles de personas que escapan del conflicto bélico y que, en muchas ocasiones, han puesto en riesgo sus propias vidas cruzando las aguas del Mediterráneo.
A la Cancillería ya se han acercado dirigentes de la comunidad siria, además de algunos personeros de la Nueva Mayoría, para activar un plan de recibimiento de refugiados desde Siria.
Aunque la petición y las conversaciones están en un estado preliminar, en el ministerio recuerdan la experiencia de 2008, año en que se trajo, en el contexto de un plan parecido, a 117 palestinos que vivían en Irak.
De todas formas, recalcan, de aprobarse la venida de este grupo de refugiados, aún falta diseñar un plan de inserción de estas familias, además de una coordinación con el Ministerio del Interior para revisar los procedimientos de seguridad a seguir en la llegada de las familias sirias.
Sergio Bitar, ex ministro, descendiente de sirios y actualmente miembro del Consejo Asesor de la Reforma a la Educación Superior, ya ha abrió el diálogo con diferentes estamentos del Ejecutivo para llevar a cabo este plan.
Bitar reconoce reuniones con el canciller Muñoz y su subsecretario, Edgardo Riveros, para tratar el tema. También ha conversado con el ex Presidente Ricardo Lagos y se ha puesto en contacto con el ex canciller de Pinochet, Hernán Felipe Errázuriz, quien se ha mostrado a favor de la llegada de refugiados sirios.
“Una cifra mínima que hemos propuesto al gobierno fluctúa entre las 50 y 100 familias”, dice Bitar. “Hemos tenido una buena acogida del canciller y estoy seguro de que el ministro Burgos, con quien me reúno el lunes, se mostrará favorable”.
El ex ministro, quien se reconoce afectado por los sucesos de los últimos días ocurridos con refugiados sirios en Europa, también ve este gesto humanitario como una manera de posicionar a Chile en el extranjero. “Esto nos daría mayor fuerza internacional en momentos en que tenemos problemas con Bolivia. Sin duda, es una forma de liderazgo”.
El ex senador PPD recuerda un discurso de la Presidenta Bachelet de septiembre del año pasado, que abrió el Debate General del 69º Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. Esa vez, la Mandataria se mostró abierta a la llegada de refugiados sirios al país. “Creemos que la comunidad internacional debe buscar soluciones políticas y negociaciones inclusivas que faciliten la actuación del Consejo de Seguridad. Por nuestra parte, estamos dispuestos a aumentar nuestros compromisos humanitarios y estudiaremos recibir a refugiados provenientes de esas zonas de conflicto”, dijo Bachelet.
Dentro de la comunidad siria en Chile preparan una carta, que será difundida en los próximos días, para dar a conocer a la opinión pública su posición sobre el tema. Juan Carlos Sarquis, presidente del Estadio Sirio, adelanta que, además de una posible llegada de refugiados, “también hay preocupación porque de parte del Estado chileno se les ha puesto trabas para obtener visas a ciudadanos sirios que tienen parientes chilenos viviendo en el país. Facilitar ese proceso debería ser el primer paso”.
Hasta el momento, sólo Brasil, Argentina y Uruguay han desarrollado programas para recibir refugiados sirios en la región. Se estima que a Brasil ya han llegado 1.700 personas con ese estatus y otras 4.000 han conseguido visas por otras vías.
En Argentina se activó el “Programa Siria”, que entre octubre de 2014 hasta la fecha ha recibido a cien ciudadanos sirios. El viernes, el gobierno anunció que agilizará los trámites de visa de aquellos ciudadanos sirios con parientes en Argentina y que cumplan con la condición de tener un “llamante”, es decir, alguien que acuda a servicios migratorios que acredite parentesco con la persona.
El Estado uruguayo, en cambio, recibió a 120 sirios durante la administración de José Mujica. Al asumir el actual Presidente, Tabaré Vásquez, éste indicó que el arribo de sirios al país se suspendería para “evaluar la situación”.