Este domingo, con las elecciones primarias, se cumple la primera etapa del período electoral 2017, que finaliza en noviembre con las presidenciales, parlamentarias y de Consejeros Regionales, donde la derecha y el Frente Amplio (FA) definirán a sus aspirantes a La Moneda como al Congreso, en un proceso que tiene su atención puesta tanto en los resultados que arroje como en el nivel de participación ciudadana.
Esto porque si ya se consideraba un desafío motivar a los militantes o adherentes de ambos conglomerados a acercarse a los centros de votación, la participación de Chile en la final de la Copa Confederaciones aumentó las dudas respecto a tener una alta participación ciudadana en los comicios.
Más allá de ese antecedente, el período de campaña fue intenso. La decisión del Frente Amplio de definir su candidatura presidencial a través de este mecanismo, e igualmente a los candidatos al parlamento en siete distritos, permitió que el nuevo conglomerado pudiera tener una visibilidad importante y concretar el objetivo de hacerse conocido, tanto por nombres como propuestas, para buena parte del electorado.
Por otro lado, en el caso de la derecha reunida en Chile Vamos, este período electoral no hizo más que tensionar la convivencia interna, a través de una dura campaña donde las propuestas quedaron fuera de juego frente a la disputas políticas y personales entre los precandidatos Piñera, Ossandón y Kast, quienes han puesto en evidencia los quiebres al interior de este conglomerado.
Fuera de esta disputa se encuentra la Nueva Mayoría, que dividida en las candidaturas de Alejandro Guillier (PR, PS, PPD, PC, MAS e IC) y la de Carolina Goic (DC) no fueron capaces de definir su aspirante presidencial a través de primarias y, finalmente, llegarán a noviembre con dos candidaturas y, posiblemente, dos listas parlamentarias. Un escenario que pone las cosas cuesta arriba para el oficialismo, además de poner en extremo riesgo la continuidad de este “acuerdo político-electoral” con el llegaron a ser gobierno en 2013 de la mano de Michelle Bachelet.
De esta forma, lo que se juega hoy 2 de julio no sólo es la definición de candidaturas, sino que es la conformación del tablero político que estará en disputa durante el segundo semestre de 2017.
Contextos dispares
Diferentes son los escenarios en los que se encuentran tanto el Frente Amplio como Chile Vamos para enfrentar los comicios de este domingo.
En el caso del conglomerado que reúne a fuerzas de izquierda, ecologistas, socialdemócratas y representantes de movimientos sociales, la disputa entre los precandidatos Alberto Mayol y Beatriz Sánchez ha estado marcada por las definiciones programáticas, las que se han ido intensificando con el correr de la campaña, y políticas, donde los matices han sido puntuales.
Para el FA uno de los objetivos propuestos para ser parte del proceso de primarias tenía relación con lograr mayor visibilización en los medios de comunicación y aumentar los niveles de conocimiento en el electorado, ambos elementos que se lograron plenamente.
Consultado por El Ciudadano respecto de este proceso electoral, el cientista político y académico de la Universidad Diego Portales (UDP), Fernando García Naddaf, cree que ha permitido al Frente Amplio pasar a ser “una tercera fuerza con capacidad de disputar espacios de poder”. Junto con ello agrega que eso “le sirve para renovar sus caras, que antes se reducían a Boris y Jackson, y ahora hay cuatro o cinco líderes. Además, se configura una izquierda extraparlamentaria totalmente diferente desde el regreso de la democracia».
«Hasta ahora, lo que está logrando el Frente Amplio es tener un proyecto político muy diferente al Juntos Podemos o al Todos a La Moneda, lo que es ganancia neta para la idea mayor: Perfilarse como una opción, con menos fragmentación que en ocasiones anteriores», concluye García Naddaf.
Respecto a este punto, el académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Rodrigo Gangas, sostiene a este medio que “lo más relevante fue la visibilización que obtuvo, eso permitió que en la configuración del mapa político, el Frente Amplio se posicione como una nueva fuerza, de carácter alternativa a las dos coaliciones que se han disputado el poder en los últimos 30 años». Si bien en ese periodo de tiempo también existieron candidaturas alternativas, Gangas añade que «con la presencia de algunos proyectos, creo que es primera vez que dicha alternativa se materializa con un proyecto que puede ser percibido como viable”.
No obstante, el académico advierte que el desafío va más allá de la Primaria y que “es de suma relevancia si el Frente Amplio quiere mantenerse como alternativa política y electoral, y eso lo deben entender todos quienes forman parte de la coalición; no se debe olvidar que constituye una misma visión de país y esta es una alternativa al proyecto hegemónico neoliberal de la derecha y la nueva mayoría”.
En el caso de Chile Vamos, la cosa está algo más revuelta. Si bien la campaña se inició con acuerdos de guante blanco, al poco tiempo las tensiones se hicieron recurrentes y los ataques entre los precandidatos Sebastián Piñera, Manuel José Ossandón y Felipe Kast no demoraron en aparecer. Una situación que pone un manto de dudas respecto de las verdaderas capacidades del conglomerado para conseguir acuerdos internos a partir de este lunes 3 de julio.
En este sentido, Gangas explica que “la campaña durante esta primaria ha permitido sacar al menos dos conclusiones en el sector: La primera, es que cada candidatura representa más una batalla personal que un proyecto colectivo, sumido en constantes descalificaciones. Y en segundo lugar, la derecha ha demostrado la pobreza en cuanto a ofrecer un proyecto de país que permita ofrecer soluciones a una ciudadanía que es mucho más exigente y demandante que en otras oportunidades”.
“La sola mención al crecimiento económico, la libertad individual, el emprendimiento y el chorreo que por sí solo lograrían cambiar este país, es realmente no entender los cambios que ha experimentado la sociedad chilena en el último tiempo”, recalca Gangas respecto del estado de salud política de la derecha.
Mientras tanto, Fernando García sostiene que el escenario en la derecha es complejo pues «está Ossandón, que no tiene un discurso tan estructurado como el de Piñera o Kast, pero que aplica esta serie de golpes, que resultan mucho más atractivos mediáticamente, lo que en términos de calidad política es muy malo, pero que capta el interés de los medios”.
Junto con eso, el académico de la UDP sentencia que “queda en evidencia que son malos, pero les da mucha visibilidad, que es la base de estos procesos electorales».
La participación, la duda de siempre
“No puedo tener la tentación sino (de) decirles que este domingo duerman tranquilos, preparen bien el asado, vean el partido con los amigos, se peguen una buena siesta después. No los voy a alentar a que vayan a votar, para qué voy a hacer tan falsete”, señaló el candidato presidencial Alejandro Guillier, aprovechando las dudas respecto a la cantidad de votantes que puedan participar este domingo de los comicios.
Claro, es que en este sentido se puede aplicar el dicho “a río revuelto, ganancias de pescadores”, dado que en estas elecciones primarias también está en juego, junto con la elección de los aspirantes a la Presidencia, la capacidad de movilización de cada uno de los conglomerados participantes. Y la cosa no se ve nada de fácil.
Respecto de la participación, desde el Frente Amplio la aspiración es llegar a los 500 mil electores, casi el doble de la votación obtenida en concejales en la pasada elección municipal, mientras que en Chile Vamos se espera llegar a cerca del millón de votos, un poco más de la mitad de los votos obtenidos en los comicios del año pasado.
Por tal motivo, desde ambos conglomerados, se han realizado intensos llamados para incentivar la participación ciudadana en estas primarias, a pesar de tener un factor –contradictoriamente- en contra: La final de la Copa Confederaciones, que el seleccionado de Chile disputa con su similar de Alemania. Todo esto con el fin de dar una señal de fuerza a la Nueva Mayoría, que sólo verá este proceso a través de la televisión.
En este sentido, García plantea que un escenario de baja participación en las primarias podría considerarse un tanque de oxígeno para la Nueva Mayoría, ya que “si tenemos una muy baja participación -ya sea de Chile Vamos como del Frente Amplio- es un aliciente para las fuerzas que apoyan al Gobierno y sus candidatos, ya que podrán decir que esas alternativas no son tal y esperan eso».
Al mismo tiempo, el académico de la UDP sostiene a El Ciudadano que “las señales que dio Guillier son la base del valor estratégico de una posible baja participación, pero a la larga es lo que va sobrando de esta comida con lo que se queda la Nueva Mayoría».
En este punto, Gangas presenta un matiz cuando señala que “no estoy seguro que sea un tanque de oxígeno, ya que en general un proceso con muy poca participación termina dañando a todo el sistema político, y ello es algo con lo que tendrán que lidiar las candidaturas de aquí a noviembre”.
Y agrega que “la Nueva Mayoría no estará tan expuesta como las otras dos coaliciones de tener que dar explicaciones sobre la poca capacidad de movilizar a sus adherentes, sobre todo recordando la cantidad de votantes que obtuvo la Nueva Mayoría en las primarias anteriores, que bordeó el 70% de su electorado”.
Mirando a noviembre
¿Cómo se pueden proyectar los resultados de la Primaria para la campaña presidencial? Es una pregunta válida de hacerse en la previa del inicio de las votaciones en estas elecciones primarias, considerando el largo paño que aún quedará por cortar.
La respuesta, para Fernando García Naddaf, se sustenta en cómo se puedan interpretar los comicios, ya que “lo que va a pasar el domingo es que será una victoria para todos, de acuerdo a cada una de las evaluaciones que se presenten. Lo que hay que ver es la interpretación de este hecho, la mejor interpretación será la ganadora, más allá de los votos”.
Y respecto a los resultados de la primaria, García postula que los estos complicarían más a la derecha, ya que “creo que Ossandón tendrá una participación mayor de lo que uno pueda pensar, será sorpresiva, dejándolo instalado con un elemento muy complicado para la derecha. Ya en la campaña a noviembre, Piñera tendrá que tender hacia el centro y disputárselo a Goic».
Aquí, Gangas apunta a que el Frente Amplio debe tomar notas respecto de los resultados y de la forma en los que tiene que proyectar, puesto que “pensando principalmente que es su primera experiencia en este tipo de procesos, pero además porque creo es la única coalición que tiene la posibilidad de crecer en su electorado”.
Y recalca, finalmente, que “el Frente Amplio ha apostado a movilizar una importante cantidad de electores en esta etapa; si lo logra podría salir bien posicionado para enfrentar la primera vuelta, sin embargo, si el número de votantes está muy por debajo de las pretensiones, el trabajo que queda por delante será mayor tratando de superar la barrera histórica que han tenido las candidaturas fuera de las dos coaliciones tradicionales de los último 30 años”.
En la noche de este domingo, con los resultados en la mano, podremos ubicar las piezas del tablero y ver los posibles movimientos de aquí a la elección de noviembre.