Junto a un grupo transversal de parlamentarios de oposición, el diputado del Partido Humanista (PH), Tomás Hirsch, ingresa este miércoles 9 de mayo el proyecto Ley de Urgencia Ciudadana, que busca permitir a las y los ciudadanos aunar voluntades para incidir de manera directa sobre qué proyectos de ley consideran urgente discutir.
«Proyectos de ley relevantes para la ciudadanía duermen por años en los cajones del Congreso, acumulando telarañas sin ser discutidos. Mientras tanto, la ciudadanía lo mira por TV. Con esta iniciativa, proyectos como la rebaja de la dieta parlamentaria y la ley de aborto libre, entre otros, podrán ser discutidos», señalan desde el PH.
La idea es también, añaden desde la colectividad del Frente Amplio, que la ciudadanía pueda obligar al parlamento a discutir iniciativas “incómodas que no quiere discutir”.
Apoyan el ingreso del mencionado proyecto las y los diputados Tucapel Jiménez (PPD), Marisela Santibáñez (PRO), Carmen Hertz (PC), Cristina Girardi (PPD), Vlado Mirosevic (PL), Claudia Mix (PODER), Gael Yeomans (IL), Félix González (Partido Ecologista) y Florcita Motuda (PH).
La iniciativa se suma a otras similares que han llegado anteriormente al parlamento, con el objetivo de potenciar la incidencia de los ciudadanos en las decisiones que se tomen en el Congreso. Por ejemplo, en 2016 los diputados Pedro Browne y Joaquín Godoy presentaron un proyecto de reforma constitucional que entre sus tres objetivos tiene el de establecer la llamada iniciativa ciudadana o popular de ley. Es decir, que un grupo determinado de personas, cumpliendo ciertas formalidades, pueda ingresar proyectos, a fin de que sean discutidos dentro del parlamento.
Los congresistas enfatizaron entonces que junto con “perfeccionar nuestra democracia y permitir su apertura”, esta es una institución ya utilizada en una gran cantidad de países, como Alemania, Argentina, Colombia y España, entre otros.