No todo es color de arcoiris en el Frente Amplio. Al bullado quiebre que protagonizó el año pasado Izquierda Autónoma y el diputado Gabriel Boric, y al veto al senador Alejandro Navarro para participar de la primaria -relativizado el viernes pasado por el precandidato Alberto Mayol-, se suma el quiebre de Izquierda Libertaria (IL), una de las organizaciones fundadoras del FA.
Desde el sector saliente se acusa un intento de redirección del movimiento “a espaldas de la militancia” y se rechaza la opción de disolver a los libertarios “en otro partido político con mayor magnitud y visibilidad mediática”.
A través de un comunicado público, el segmento saliente de la IL informó “la decisión de distanciarse de manera definitiva con Izquierda Libertaria”, con el objeto de construir “una nueva organización”. Junto con señalar que pretenden expresar una posición política, plantean que creen que «en la actualidad el proyecto político libertario (…) el que apuesta por la articulación de las luchas sociales con la lucha institucional (…) sigue vigente y es necesario de hecho, para el fortalecimiento del FA y la emergencia política de una apuesta política transformadora”.
Respecto del antagonismo generado, detallan que este habría surgido a propósito de las elecciones municipales. “A raíz de nuestra incursión en ese escenario”, se habría producido un debate de evaluación, en el que un grupo consideró adecuado “ensayar una redirección del Partido, situación que se manejó a espaldas de la militancia, en un grupo selecto de miembros, al punto de articularse de manera explícita como una dirección paralela”. Ello, añaden, implicaría una “posible disolución” tanto de las intervenciones sociales (a nivel sindical, estudiantil, feminista y territorial) como de la propia organización libertaria “en otro partido político con mayor magnitud y visibilidad mediática”.
Acusan que la criticada línea política adquirió un tinte autoritario a través de desvinculaciones selectivas, luego sanciones” y, finalmente, “expulsiones masivas mediante correos electrónicos”. En tal sentido, rechazan lo que entienden como “una purga al interior del partido” orientada a “eliminar las posiciones políticas divergentes a la de la dirección de facto”.
En la carta, destacan los nombres de quienes hasta hace pocas semanas hubieran formado parte de la nómina oficial de la mesa directiva libertaria, entre los que se cuenta el ex Secretario General de la Fech (2012), Felipe Ramírez; Daniel Pérez y Luna Follegati. Junto a ellos, también se cuenta al presidente del Colegio de Profesores de Ñuñoa, Sebastián Henríquez; la presidenta de la Red de Profesores de Filosofía de Chile, Rosario Olivares; el dirigente sindical de Metro, Diego Ramírez, y casi la totalidad del Frente Feminista a nivel nacional junto con sus encargadas, Sara Rojas y Antonia Orellana.