Hace siete años, el líder antiapartheid y primer presidente negro de Sudáfrica, Nelson Mandela, salió de la lista de terroristas de Estados Unidos (EE.UU.) tras haber sido incluido porque dirigía en 1960 el Congreso Nacional Africano (CNA), que luchaba contra el sistema legalizado de segregación racial.
Más de una década después de que cayera el apartheid, en julio de 2008 el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, sacó a Mandela de la lista de terroristas, en medio de las críticas internacionales por haber incluido a quien es considerado un emblema mundial de la lucha por los derechos humanos.
El hecho de que EE.UU. haya tenido en su lista de terroristas al fallecido Nobel de la Paz levantó nuevamente serias dudas sobre quienes integran esa lista y por qué.
¿Quiénes son terroristas según EE.UU.?
La lista fue creada durante la Guerra Fría, alrededor de 1945, para identificar como enemigos a ciertos actores estatales. Esta práctica continúa en la actualidad para países que según Estados Unidos proporcionan “ayuda clave a grupos terroristas” o “respaldo repetido a actos de terrorismo internacional”.
Además, esta lista es utilizada actualmente con un marcado interés político, por ello quienes la integran no están necesariamente involucrados con actos de terrorismo internacional. Tal es el caso de Cuba, Irán, Siria y Sudán, incluidos en la lista.
Mientras que países Pakistán y Arabia Saudita han permanecido fuera de la lista pese a que en esas naciones han surgido organizaciones terroristas de alcance transnacional.
Irán
Irán ingresó a la lista en 1984, pero desde 1979 era considerado por EE.UU. como «el patrocinador más activo del terrorismo». Cuando entró oficialmente, el Departamento de Estado argumentó que la nación persa había continuado su actividad terrorista al dar apoyo a grupos de resistencia en Gaza y al movimiento libanés Hezbolá.
Los grupos de resistencia palestinos son la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), su principal movimiento Al Fatah, y el Movimiento de Resistencia Islámico Hamás, los cuales se encargan de defender a los ciudadanos de la agresión israelí y de abogar por el derecho de Palestina a ser reconocida como un Estado.
En el caso del movimiento libanés Hezbolá, éste surgió como un movimiento popular de resistencia en la guerra civil de El Líbano en 1982 para enfrentar la intervención israelí. En la actualidad desarrollan una amplia actividad para brindar al pueblo libanés servicios de educación y asistencia médica.
Recientemente, el líder político y secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, aseguró que los norteamericanos están detrás de la creación de grupos terroristas en la región para dividir y destrozar a los países árabes.
Siria
Fue incluida en 1979 por presuntos atentados contra políticos de El Líbano, apoyar a Hezbolá, refugiar a palestinos y por su relación con Irán.
El 19 de octubre de 2014 el jefe de Inteligencia de la Policía libanesa, Wissam al Hassam, fue asesinado en un atentado en el que también murieron otras siete personas. Mucho políticos libaneses acusaron al Gobierno sirio del suceso, pero éste emitió una declaración oficial condenando el ataque.
Desde 2011, el Gobierno del presidente Barack Obama ataca Siria e Irak bajo el argumento de eliminar a posiciones del autodenominado grupo Estado Islámico; mientras da armas, dinero y entrenamiento a mercenarios sirios que intentan derrocar a su presidente Bashar Al Assad.
Cifras oficiales indican que el conflicto armado promovido por potencias extranjeras en Siria ha dejado más de 200 mil muertos y millones de personas desplazados.
Sudán
Ingresó en 1993. Se le acusa de apoyar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza. En el informe del Departamento de Estado de 2013 se indicó que Sudán había avanzado en la oposición a la financiación del terrorismo, pero aún permitía a los miembros de Hamás recaudar fondos en el país.
Como respuesta al informe, el subsecretario de Relaciones Exteriores de Sudán, Rahamtalla Mohamed Osman, señaló que «el historial de Sudán está libre de cualquier relación con el terrorismo, lo que hace preciso que Estados Unidos cumpla sus compromisos al respecto y saque a Sudán de la lista».
Israel, aliado de EE.UU., acusa a Sudán de canalizar armas desde Irán hasta el movimiento Hamás. Por su parte, el gobierno sudanés negó las acusaciones, pero ratificó su apoyo a los miembros del movimiento de resistencia en su lucha contra la agresión israelí en Gaza.
Sudán también ha sido víctima de atentados con bombas en los años recientes, los cuales el Gobierno sudanés atribuye a Israel.
Cuba
Fue incluida en 1982, tras ser acusada de tener lazos con insurgentes centroamericanos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), y la organización terrorista española ETA (Euskadi Ta Askatasuna). Se prevé que la Isla salga de la lista este año, pero algunas sanciones continuarán vigentes.
Desde 2012, Cuba ha sido garante del proceso de paz en Colombia al ser sede de las conversaciones que se desarrollan entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP en La Habana (capital). Su contribución ayudará a poner fin a cinco décadas de conflicto armado que dejaron 220 mil muertos y 5,3 millones de desplazados.
En marzo pasado, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reconoció que Cuba «ha sido un país muy entusiasmado desde el comienzo» de los diálogos de paz. Asimismo, destacó la disposición del presidente cubano Raúl Castro de brindar su apoyo desde el inicio de las conversaciones.
Para el mandatario colombiano, la contribución de la Isla en los diálogos con las FARC-EP ayudó al «cambio de actitud de Estados Unidos frente a Cuba», en referencia al restablecimiento de las relaciones diplomáticas anunciado en diciembre pasado.
En abril de este año, el presidente de EE.UU., Barack Obama, informó al Congreso de su país su intención de retirar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, medida que podría ser adoptada próximanente.
EE.UU., un país que protege terroristas
Pese a que Estados Unidos acusa a diversos países de patrocinar el terrorismo, lo cual acarrea injustas sanciones contra esas naciones, la realidad es que el territorio norteamericano alberga a reconocidos criminales que son solicitados por la justicia de sus países de origen.
Un caso conocido y repudiado internacionalmente es el de Luis Posada Carriles, responsable de la explosión del avión Douglas DC-8, de Cubana de Aviación, en el que murieron 73 personas, un hecho ocurrido el 6 de octubre de 1976.
Tras el ataque, el mercenario continuó sus acciones terroristas y en 1997 organizó una serie de atentados con bombas contra hoteles de la capital cubana. Sin embargo, el Gobierno estadounidense lo detuvo por delitos migratorios y no por el asesinato de cientos de personas.
En 2011 fue dejado en libertad tras el veredicto de la jueza Kathleeen Cardone, que indicó que Posada Carriles era “viejo, inválido y tenía fuertes vínculos con la comunidad”. Actualmente, participa públicamente en actos contra el Gobierno de Cuba.
Al igual que Posada Carriles, diversos exagentes de la CIA que han perpetrado ataques y han violado la soberanía de otros países viven impunemente en el país norteamericano.
Caso Venezuela
Desde 2010, Estados Unidos alberga a banqueros venezolanos acusados de fraude y que son solicitados por la justicia de ese país.
Un caso resaltante es el de Eligio Cedeño, quien fue imputado en 2007 por la justicia venezolana por el caso MicroStar, el cual consistió en la solicitud al Gobierno de 2 millones 227 mil 450 dólares para traer «equipos de computación», pero el dinero fue robado por el banquero.
Tras estar preso, el Gobierno venezolano anunció la intervención de siete bancos por irregularidades, de los cuales resaltaban los de Cedeño (Banco Canarias, Banpro, Banco Confederado y Bolívar Banco) por la enorme estafa hacia la nación.
Cedeño huyó hacia Estados Unidos luego de ser puesto en libertad condicional por la jueza María Afiuni el 10 de diciembre de 2009. El 23 de diciembre de 2009, el Servicio de Inmigración y Aduanas estadounidense lo dejó en libertad condicional.
Relación de los Bush con Bin Laden
En el historial de los gobiernos estadounidenses en su supuesta lucha contra el terrorismo sobresale la relación de la familia del expresidente estadounidense George W. Bush con Osama Bin Laden, quien según Estados Unidos fue el responsable del ataque contra el World Trade Center y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001.