Este fin de semana asistí a la rendición de la cuenta pública que el Presidente Rafael Correa realiza los días sábados. En su versión número 402 desde la Concordia. Todas las semanas desde distintos lugares del país, Correa da una cuenta de las actividades que realiza. El formato rompe los esquemas. El presidente realiza un verdadero noticiario abierto, público y cercano a los ciudadanos.
Este formato es necesario en un país en que la ultra derecha y sus medios de comunicación, aliados con banqueros y vende patrias, utilizan cualquier cosa para atacar la obra de la Revolución Ciudadana, con lo que intentan mermar la imagen presidencial a punta de mentiras y descalificaciones. Algo que los chilenos vivimos de manos de Agustín Edwards y su diario de ultra derecha, servil a la CIA y los intereses de Estados Unidos, El Mercurio, quienes finalmente lograron provocar un brutal y sanguinario Golpe de Estado en contra del Presidente Salvador Allende. Correa sabe que a él le podría pasar lo mismo que a Allende, por eso contesta cada una de las mentiras de la prensa corrupta y sediciosa. Quienes no escudriñan recursos para atacarlo.
No es extraño ver a la gente de la producción corriendo para colocar más sillas. Los vecinos reclaman porque al llegar tarde no pueden quedar cerca del Presidente. Correa es querido por las masas. El lugar está repleto. Al llegar el mandatario las personas corren para obtener una fotografía o saludarlo. Las sabatinas son realmente una fiesta ciudadana y de la democracia.
En las más de tres horas de conversación, se entrega una detallada cuenta de las actividades del Presidente, que incluyen incluso actividades privadas, como la hora en que se acuesta o que es lo que comió, no existen vetos para la transparencia, los ciudadanos saben todo lo que hace el Presidente.
Correa maneja el escenario a plenitud, es un verdadero profesor de economía, ciencias políticas, historia, líder político, jefe de gobierno y vocero. Rápidamente pasa desde las obras de una comuna –parroquia- hasta temas internacionales o geo políticos.
Me llamó profundamente la atención, la cercanía y cariño que construye con los asistentes, interrumpe su discurso varias veces para saludar a un dirigente vecinal, a una reina de belleza comunal o para preguntar a un ministro.
Para países como Chile, en donde los Presidentes realizan una sola cuenta anual y al que solo se invitan a los representantes de las elites políticas y económicas, este formato más inclusivo y pluralista, rompe el esquema y pone en jaque lo que conocemos como democracia. La verdad nos deja al debe.
No queda duda que el Presidente Rafael Correa es una máquina todo terreno, su jornada parte a las 6:00 AM con una cicletada por el lugar en que esté, en donde muchas veces deben acompañarlos ministros y asesores, Correa realiza estas actividades para conocer y estar al tanto de cómo están las carreteras y caminos del país y para fomentar el uso de la bicicleta. Tampoco es extraño que llegue de sorpresa para revisar alguna obra de infraestructura durante su trayecto. Rafael Correa esta encima de todo, no existen detalles que desconozca de los avances del país. Sus asesores deben correr, porque tal como él lo dice: “La Revolución Ciudadana es una revolución de excelencia y no hay espacio para mediocridades”