El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, (2007-2017) evalúa pedir asilo en Bélgica si la justicia de su país le dicta la medida de prisión preventiva. Durante una conferencia que ofreció en Madrid, España, explicó que es una de las alternativas que está estudiando «aunque todavía no es definitivo«.
La campaña contra Correa empezó con una supuesta vinculación -que carece de pruebas- al secuestro del exlegislador Fernando Balda, hecho que ocurrió en 2012, en Bogotá, Colombia.
La arremetida tomó dimensiones mayores cuando la jueza de garantías penales de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador, Daniella Camacho, resolvió que a partir del 2 de julio deberá presentarse cada 15 días en Ecuador.
Para Correa, esta condición «es imposible de cumplir», ya que desde que culminó su mandato vive en Bélgica. Por esa razón, cree que establecieron esa medida cautelar para que, al incumplirla, puedan dar la orden de prisión preventiva.
A través de su cuenta de Twitter, denunció que en su contra no hay ningún «proceso legal” como se argumenta sino «un complot».
Esto demuestra al mundo que no hay ningún “proceso legal”, tan solo un complot. pic.twitter.com/d3s7Gs1ac6
— Rafael Correa (@MashiRafael) June 19, 2018
«Obviamente quieren que vaya allá para no dejarme salir. Me quieren preso o fuera del país, pero inmovilizado. Lo lograrán, de forma temporal, pero todo es cuestión de tiempo. Al final venceremos», expresó desde Madrid, reseñó de la agencia EFE.
Sobre el caso, denunció que están forjando pruebas para tratar de incriminarlo «porque no tenían absolutamente nada». Detalló que el secuestro de Balda ya se juzgó en Colombia y, por lo tanto, «no se puede juzgar en dos sitios».
Hace algunos días, el exmandatario publicó en su cuenta de Twitter una explicación detallada del caso.