Según publicó el diario ‘The Independent’, representantes del mundo de los negocios del país se preocupan por la incertidumbre que pueden experimentar en los próximos dos años, ya que las decisiones financieras se han puesto en espera ante el futuro de las relaciones entre el Reino Unido y la UE. Por lo tanto, Cameron y el ministro británico de Hacienda, George Osborne, pueden optar por celebrar un referéndum más pronto de lo previsto con el fin de «evitar daños a su apreciada recuperación económica».
Algunos políticos europeos están preocupados de que el referéndum británico sobre la UE en el 2017 entre en conflicto con las elecciones presidenciales en Francia y las federales en Alemania, que tendrán lugar en el mismo año. Después de la reciente victoria decisiva del Partido Conservador, que está a favor del referéndum, en las elecciones parlamentarias, se espera que los líderes europeos presionen a Londres para que se negocie el tema con el fin de lograr su resolución antes de la celebración de los comicios en Francia y Alemania.
Otra razón por la que el referéndum podría celebrarse ya el próximo año es la oposición a las demandas de David Cameron de modificar el Tratado de la UE. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaube, aseguró que es poco probable que algún cambio del Tratado suceda pronto. Si Cameron no garantiza la realización de una demanda tan importante, se socavaría la confianza de sus votantes en su capacidad para sacar cualquier cambio significativo a una institución en la que la sociedad británica tiene muy poca confianza en su forma actual, afirma ‘The Independent’.
Cameron también incluirá planes para legislar el referéndum sobre la UE en el Discurso de la Reina el próximo 27 de mayo. Con la mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes, dispuesta a aprobar el proyecto de ley cuando se presente a los miembros del Parlamento poco después, el primer ministro obtendrá el poder de convocar el referéndum cómo y cuándo lo considere conveniente.
Además, la decisión del primer ministro británico de volver a nombrar a David Liddington ministro para Europa demuestra que está dispuesto a continuar con el mismo enfoque del asunto.