Durante una pesquisa sobre un caso no relacionado directamente con Clinton, el FBI encontró nuevos emails que pudieran proporcionar datos sobre el uso de un servidor privado para gestiones oficiales, cuando ella era secretaria de Estado (2009-2013).
Oficiales de esa agencia federal encontraron decenas de miles de mensajes en una computadora perteneciente a Anthony D. Weiner, excongresista por Nueva York y esposo de Huma Abedin, una de las principales asistentes de la también exsenadora.
Weiner estaba bajo investigación por sus supuestos intercambios de contenido sexual por vía electrónica con una menor de 15 años en el estado de Carolina del Norte, y hace casi un mes agentes del FBI ocuparon su laptop, el celular y otros equipos personales. Abedin se separó de Weiner en agosto tras conocer estas actividades de su cónyuge.
En una carta al Congreso, el director del FBI, James Comey, afirmó este viernes sentirse obligado a tomar las medidas apropiadas para permitir a los investigadores revisar estos textos, determinar si contienen información clasificada y valorar su importancia.
Comey rechazó el consejo que le dio la fiscal general estadounidense, Loretta Lynch, quien le pidió que no se apresurara a informar a los legisladores, según reveló este sábado la revista The New Yorker, que cita una fuente anónima dentro de la administración del presidente Barack Obama.
Para intentar convencer a Comey, Lynch le recordó la política del Departamento de Justicia de no tomar acciones desesperadas que puedan influir en el desarrollo de una contienda electoral, sobre todo si se tiene en cuenta que falta poco más de una semana para las presidenciales del 8 de noviembre.
En un memorando dirigido a los empleados del FBI, obtenido por el diario The Washington Post, Comey justifica su decisión y aclara que aunque como norma no se dan detalles al Congreso acerca de una investigación que está en desarrollo, él se sintió obligado a hacerlo debido a que en meses anteriores aseguró a los legisladores que concluyó la pesquisa sobre Clinton.
Comey aseguró que recibió un reporte sobre este tema el jueves, por lo que la entidad que dirige aún no puede determinar si el material encontrado tiene o no importancia decisiva ni el tiempo que sus oficiales necesitarán para determinarlo.
El tema fue tomado de inmediato por el aspirante presidencial republicano, Donald Trump, quien expresó que finalmente se hará justicia tras la decisión del FBI, a pesar de que en meses recientes atacó en varias ocasiones a los directivos de esa agencia federal, a quienes acusó de ineptos y corruptos.
Donna Brazile, presidenta interina del Comité Nacional Demócrata, exigió a Comey que proporcione más información sobre el asunto y le recordó su obligación solemne de mantener una posición neutral en asuntos políticos.
Por el contrario, el presidente del Comité Nacional del Partido Republicano, Reince Priebus, estima que la decisión del FBI de reabrir la pesquisa contra la ex primera dama, apenas 11 días antes de las presidenciales, muestra el nivel de seriedad del nuevo hallazgo y la posibilidad de que el hecho imprima un punto de viraje a la carrera por la Casa Blanca.
En un intento por calmar los ánimos, en una entrevista con la cadena CNN, el vicepresidente Joseph Biden expresó hoy su confianza en que Comey actuará de forma justa en la pesquisa sobre Clinton, y dijo que no teme que dicho funcionario cometa una injusticia con la aspirante demócrata.
El diario The New York Times considera que Comey está en medio de un fuego cruzado en este asunto y calificó de encriptada la carta que él envió al Congreso sobre este tema, porque el funcionario parece no tener una idea clara sobre el contenido de los emails ni la duración de las pesquisas al respecto.
A pesar de la repercusión que tuvo en los principales medios de prensa estadounidenses el anuncio sobre la reapertura de la investigación en torno al servidor privado de Clinton, pocos expertos se atreven a pronosticar el verdadero impacto que tendrá en lo que resta de la campaña o en la votación misma.