El proyecto de Ley de Reforma Laboral sigue provocando controversia y debate debido a las profundas diferencias que existen entre parlamentarios de la Nueva Mayoría en torno a la iniciativa. Su tramitación podría aplazarse hasta marzo, pese a que se esperaba tener la iniciativa lista para el 31 de enero de este año.
Sin duda, uno de los puntos más polémicos sigue siendo el fin del reemplazo en huelga. Mientras en el PS descartan de plano la idea de introducir reemplazos internos o externos, en la DC insisten en que la norma se puede flexibilizar a través de «adecuaciones necesarias», indicación que quedó fuera de la discusión en la Comisión del Trabajo.
Además, para la DC, la titularidad sindical -que busca otorgarle poder total en la negociación colectiva a los sindicatos, es decir, que no existan grupos negociadores paralelos, y prohibir al empleador la distribución de beneficios a los trabajadores no sindicalizados- vulnera la libertad de afiliarse voluntariamente al sindicato, por lo que han advertido riesgos de inconstitucionalidad. Junto con eso, se oponen también a la negociación interempresas, que consideran que debería de ser voluntaria.
Después de que la Comisión de Hacienda aprobara y despachara el proyecto a la Sala del Senado, el pasado martes la ministra de Trabajo, Ximena Rincón, propuso regresar el proyecto desde la comisión de Hacienda del Senado a la de Trabajo para que la Nueva Mayoría alcance un acuerdo en medio de las divisiones. Esta decisión se concretaría la próxima semana para dar celeridad a la tramitación del proyecto, que el Ejecutivo se empeña en despachar antes del 31 de enero.
El presidente de la Comisión de Hacienda, Andrés Zaldívar, manifestó que es el gobierno quien “tiene que traernos con claridad y precisión sus definiciones sobre los temas que están en discusión”.
Asimismo admitió que “tenemos diferencias en la Nueva Mayoría sobre unos 3 o 4 temas que hemos discutido con los ministros de Hacienda y Trabajo y esperamos que el gobierno traiga sus definiciones sobre el particular y serán ellos los que resuelvan los trámites a seguir”.
Voz de las organizaciones
Por su parte, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT), Bárbara Figueroa, se refirió al momento que vive la discusión sobre la Reforma Laboral en una entrevista por Radio Tele 13.
Figueroa aseguró que «estamos hablando de una iniciativa modesta, que no se hace cargo de todo el marco de recuperación de derechos colectivos, ni tampoco de todas las libertades sindicales, y que, por lo tanto, en ese sentido, los tres pilares de la titularidad, la extensión de beneficios, y la huelga efectiva, son los pisos mínimos que habían comprometido en el programa de Gobierno y que uno espera, se cumplan«. Para ella, lo preocupante es que la postergación se aproveche para cambiar los pilares del proyecto, como el derecho a huelga sin reemplazo.
La dirigente afirmó que «yo entiendo el esfuerzo que se está haciendo hoy día de llegar a un acuerdo para no llegar a mixta (comisión), sacar lo antes posible este proyecto, eso es algo que a mí me parece que es el camino correcto. Yo por lo menos, personalmente, soy de las que cree que ya no tenemos que seguir dilatando más este debate.
“Cada semana y cada mes que pasa, lo único que se logra, al no cerrar esto, es finalmente seguir abriendo más temas y más inquietudes, entonces, eso que tanto quisimos evitar que era la incertidumbre, que era la posibilidad de que esto se transformara en un tema de tensiones, se vuelve a reponer en el debate», insistió.
En relación a la oposición al proyecto dentro de la misma coalición de Gobierno, la presidenta de la CUT sostuvo que “en esta última etapa, los que han generado los mayores escollos para el avance del proyecto, son precisamente senadores de la Nueva Mayoría, pero a ellos se les escuchó».
En declaraciones a CNN Chile, Figueroa aseguró que «si se aplaza el debate hasta marzo, será extender la agonía y seguir haciendo patente las diferencias que tiene la Nueva Mayoría».
Meritxell Freixas