Resultados elecciones presidenciales Brasil 2014: Dilma es reelecta Presidenta

La candidata del Partido de los Trabajadores obtiene un 51,58% de los votos frente a un 48,42% del candidato del PSDB. Brasileños escogen un modelo de desarrollo keynesiano y Dilma asegura un cuarto mandato a los gobiernos petistas.

Resultados elecciones presidenciales Brasil 2014: Dilma es reelecta Presidenta

Autor: Mauricio Becerra

dilma
La candidata del Partido de los Trabajadores obtiene un 51,58% de los votos frente a un 48,42% del candidato del PSDB, según los resultados preliminares de la segunda vuelta en Brasil. Los votos blancos suman un 6,35% y la abstención llega al 21,06%, según los resultados del Tribunal Superior Electoral.

Brasil es la sexta economía del mundo y el quinto país del planeta en superficie. Sólo el PIB del Estado de São Paulo es mayor al de varios países de América Latina. Hoy 143 millones de brasileños debían escoger entre un modelo de desarrollo keynesiano basado en la explotación de recursos naturales con importantes logros en trasferencia de renta frente a la vuelta al Consenso de Washington de los gobiernos del PSDB.

EL CANDIDATO DE EE.UU.

Aécio Neves es el candidato del Partido Socialdemócrata Brasileño PSDB, núcleo político que concentra el pensamiento neoliberal y de apoyo al consenso de Washington y del Fondo Monetario Internacional en la región.

Sus promesas de campaña son reformas económicas para reducir el gasto fiscal, descentralización. Neves es heredero político del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), gobierno caracterizado por políticas neoliberales expresadas en la privatización de empresas públicas, tasas de interés altísimas, una inflación de dos dígitos y el intento de privatizar la educación.

El propuesto como ministro de Economía de Aécio, Armirio Fraga, ha dejado claro durante la campaña que adhiere a las políticas de austeridad (ajuste fiscal) y dar mayor libertad a los mercados financieros. Las denominadas ‘políticas de austeridad’ implican recortes de recursos a las políticas sociales y el financiamiento de la educación. Otro objetivo planteado es el control de la inflación a través de elevar las tasas de interés y congelar el salario mínimo y las pensiones.

En las semanas previas a la elección, la derecha cifró sus esperanzas de sacar al PT del gobierno en Marina Silva. David Fleischer, cientista político de la Universidad de Brasilia comentaba que “para el PSDB el principal objetivo era derrotar a Dilma e el objetivo número dos era elegir a Aécio”. Hasta el ex presidente Cardoso, un día antes de la elección se mostró partidario de que el PSBD apoyara a Marina en la segunda vuelta.

La política exterior de Neves plantea un mayor acercamiento a EE.UU. y el distanciamiento del MERCOSUR. También está en su foco dejar de lado el fortalecimiento de los BRICS y apostar por la integración con la Alianza del Pacífico, bloque creado por EE.UU. para mantener sus intereses en los mares del sur. Detrás de la Alianza del Pacífico se oculta el Tratado Trans-Pacífico de la Asociación Económica de la Región de Asia-Pacífico (TPP).

Si bien Aécio destacaba en su campaña que dejó la gobernación de Minas Gerais con un 92% de aceptación, el triunfó de Fernando Pimentel del PT, como gobernador en dicho estado, dio cuenta de una evaluación negativa de las políticas del candidato tucano por parte del electorado que experimentó sus políticas.

¿MÁS DE LO MISMO?

Pese a la reticencia de amplios sectores de la izquierda brasileña y, sobre todo, de la juventud, en las semanas previas a la segunda vuelta, había consenso en apoyar a Dilma. Porque, a diferencia de Chile y una comparación entre la derecha y la Nueva Mayoría, en Brasil si efectivamente hay diferencias entre un gobierno petista y otro de cuño neoliberal.

Las propuestas del PT proponen “un nuevo ciclo histórico” a partir de lo consolidado en más de una década de gobierno. Sus tareas futuras con una reforma política que transparente el financiamiento de las campañas electorales, una reforma federativa, del sistema tributario, una reforma urbana y de los servicios públicos.

La reforma política persigue prohibir el financiamiento privado de las campañas electorales de los partidos políticos, definido por Lula como “un crimen que no debe admitir la posibilidad de libertad bajo fianza”.

El eje de las políticas del PT desde la época de Lula es un desarrollismo keynesiano que por un lado entrega infinitos recursos a grandes empresas, sobre todo del área de la construcción, y por abajo un programa de transferencia de renta que potencia el mercado interno.

Datos del IBGE muestran que la proporción de la población que vive en la pobreza en 2003 fue de 17,5%; en 2013 y fue de 6%, una reducción del 66%. La proporción de la población que vive en la pobreza en 2003 fue de 39,4%; y en 2013 fue de 17%: una reducción del 57%.

Evolución del salario mínimo real durante los gobiernos del PT.

Evolución del salario mínimo real durante los gobiernos del PT.

Dilma promete continuar con los programas sociales «Bolsa Familia», «Más Médicos» y «Mi casa, mi vida».
El descubrimiento de un yacimiento de petróleo bajo el mar a 2 mil metros de profundidad a la altura de Rio de Janeiro, denominado “pre-sal”, da nuevos fondos a estas políticas. Se estima que el pre-sal mantiene 80 mil millones de barriles de petróleo.

A pesar de que Brasil carga una desigualdad social histórica, siendo una de las sociedades más desiguales del mundo, se estima que un 40% de la población abajo de la clase media doblaron su renta entre 2003 y 2014.

A través de diversos programas sociales de redistribución de renta los gobiernos del PT han reducido considerablemente esa cifra. La gestión de los gobiernos del PT hizo salir de la pobreza extrema a casi 40 millones de brasileños, se generaron 20 millones de puestos de trabajo y el salario mínimo se ha incrementado en un 75%.

El programa Bolsa Familia, que es un monto en dinero mensual para quienes están por debajo de la línea de la pobreza, alcanza a poco más de 50 millones de brasileños.

Tasas de interés en Brasil bajo las políticas económicas de Lula y Dilma.

Tasas de interés en Brasil bajo las políticas económicas de Lula y Dilma.

El poder de compra de los trabajadores aumentó. De acuerdo con el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (Dieese), desde 2003, el valor del salario mínimo acumuló crecimiento real de 72,31%.

La política de de renta se expresa en la masificación de créditos para la agricultura y para emprendedores otorgados por los bancos públicos brasileños, como el Banco de Brasil, la Caixa Económica Federal y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social –BNDES. Una gran parte de dineros del BNDES, que en inversión supera desde 2008 la inversión del Banco Mundial o del FMI, va a estimular la industria brasileña.

En el área educativa los logros alcanzados son evidentes: el número de estudiantes universitarios se amplió en un 100%, pasando de 3 millones a 6, 7 millones en los últimos años, se fundaron 14 universidades públicas nuevas y se ampliaron los fondos para investigación.

LAS MALAS JUNTAS

El problema del PT es el esquema de alianzas que le permitieron gobernar. Llegó al gobierno tras aliarse con el PMBD, un partido surgido para acabar con la dictadura pero que devino en cacicazgos estaduales muy bien lubricados con dineros de privados que ganan las concesiones como el transporte terrestres, la gestión de postas de salud y escuelas.
Otros pactos del diablo del PT han sido con la bancada ruralista, defensora de los intereses de los latifundistas y principales responsables de la deforestación amazónica en los estado de Mato Grosso y del sur del país; y los evangélicos.

Michel Temer del PMBD es el candidato a vice presidente de Dilma, masón caracterizado por ser liberal en lo económico y conservador en lo político.

El primer gobierno de Dilma Rousseff combinó las políticas sociales antes descritas con un fuerte apoyo a los privados. Durante su gobierno fueron retomadas las políticas de concesiones de estructuras públicas al sector privado, provocando que sectores de infraestructuras, como los puertos, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, hidroeléctricas, termoeléctricas y hasta los estadios de fútbol se privatizaran bajo la modalidad de ‘concesiones’.

LOS MEDIOS EN PICADA

La década de gobiernos del PT, iniciados con Lula en 2002, abrieron un nuevo ciclo político en Brasil tras varios gobiernos neoliberales, como el de Collor de Melo, que sucedieron a dos décadas de dictadura militar (1964-1985).
Brasil es la séptima economía mundial y la elección de hoy tiene en juego la integración de América Latina y con países emergentes, como el futuro de la alianza entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), en la construcción de un mundo multi-polar.

Por ello medios de EE.UU. y de países como España e Inglaterra (BBC, El País) se la jugaron por la sorpresa desinflada de Marina Silva y ahora colocan las fichas en el candidato del PSDB.

Así ocurre con las noticias de economía. La llamada “recesión técnica” que afectó el país gigante, los medios se preocuparon de instalarla como crisis económica. Tras crecer un 2,3% en 2013, el crecimiento estimado del PIB para 2014 marcó un leve incremento de 0,8% y una inflación de 6,25%.

“Los votantes de la potencia global eligen distintas formas de gestionar el éxito y salir de la crisis”- decía en una nota el diario español El País, para la primera vuelta de las elecciones brasileñas.

La ‘crisis económica’ alegada por dichos medios omiten que la tasa de desempleo en Brasil es una de las más bajas de su historia y de la región. Si en 2003 era de un 12,3%, la desocupación alcanzó en 2014 una tasa de 4,9%.
También hubo importantes cambios en la calidad del trabajo. Si en 2003 el sector informal de la economía representaba el 22% de la fuerza laboral, este año representa un 13%.

BRASIL POST 2013

Los movimientos sociales brasileños salieron a la calle en junio de 2013 tras una convocatoria en contra del alza del pasaje de bus en las principales capitales estaduales. El problema es que dicho estallido, si en un primer momento fue cubierto negativamente por los medios, cuando evidenciaron su importante apoyo, les dieron amplia cobertura, proyectando los reclamos contra el gobierno de Dilma.

La manipulación mediática se suma a la despolitización de la vida cotidiana, efecto de los medios masivos y de las políticas del PT de desmovilización social. Así para muchos brasileños sólo informados por los conglomerados mediáticos el principal problema del país es la corrupción.

Dicha comprensión social fue cimentada tras noticias a diario que amplificaron los efectos del denominado escándalo del mensalão, que salpicó a importantes e históricos líderes del PT, como José Dirceu y José Genoino, quienes están encarcelados.

Para la segunda vuelta el candidato Neves recibió el apoyo de los candidatos presidenciales Marina Silva, el pastor Everaldo; Eduardo Jorge, del Partido Verde (0,61% y del conservador evangélico Levi Fidelix (PRTB).
El problema de Dilma, de triunfar hoy es que el Parlamento es mayoritariamente conservador. El propio PT perdió 18 diputados (1/5 de los que tenía) y el PSDB aumentó su banca de 44 a 55 miembros. El más fiel aliado del Pt, el Partido Comunista de Brasil (PCdoB), perdió un tercio de los suyos.

El Partido Socialista Brasileño (PSB), antiguo aliado del PT y que en la primera vuelta levantó la candidatura de Marina Silva tras la muerte de su candidatos, Eduardo Campos, también aumentó su representación parlamentaria de 24 a 34 diputados. Por su parte, el PMDB tendrá tan sólo cuatro diputados menos que el PT. Las alianzas con partidos más pequeños dan una base parlamentaria a Dilma Roussef de 304 diputados, lo que le da la mayoría simple.

El analista Antonio Augusto Queiroz, en el influyente O Estadao de São Paulo, sostuvo que el aumento de las bancadas de evangélicos, ruralistas y otros sectores conservadores, dan cuenta de que “el nuevo congreso es seguramente el más conservador desde el período post 1964”.

Dilma acaba de conquistar arduamente su segundo mandato. Un congreso conservador y un movimiento social atento serán las condicionantes de los próximos cuatro años de Brasil.

Mauricio Becerra Rebolledo

@kalidoscop

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