El alcalde electo de Ñuñoa, Sebastián Sichel, está en el centro de la polémica luego de que un medio revelara que recibió el millonario aporte de $3.000.000 por parte de Martín Larraín Vacarezza, gerente de Finanzas de la constructora DLP, involucrada en el proyecto Eco Egaña.
Este apoyo financiero, que fue registrado en el Servel, ha reavivado las críticas hacia dicho proyecto. Anteriormente en 2022, Emilia Ríos, exalcaldesa de Ñuñoa, había liderado una fuerte oposición a la obra cuestionando su impacto ambiental y el efecto que tendría sobre la calidad de vida de los vecinos.
Dos años después, Sichel recibió donaciones del mismo organismo, generando contraste con discursos pasados en los que se mostró en contra de proyectos de este tipo.
Según declaraciones para Radio Pauta, Sichel afirmó que “no le gustaban los proyectos urbanos que transforman espacios urbanos amigables en grandes malls de cemento”.
Sin embargo, durante la campaña del ahora alcalde en su camino a la Municipalidad de Ñuñoa, obtuvo alrededor de 54 aportes hechos por personas naturales, lo equivalente a 60 millones de pesos. Y dentro de esas, la donación de Martín Larraín Vacarezza se ubica en la sexta posición más alta, con los 3 millones donados.
Aparte, Sichel recibió el crédito contra reembolso del Servel (55 millones más) y un abono de la Unión Demócrata Independiente (UDI) de 21 millones.
Este escenario ha puesto en duda la independencia de las decisiones urbanísticas del nuevo alcalde electo de Ñuñoa, dada la conexión con DLP y la controversia que ha generado el proyecto Eco Egaña con el pasar de los años, cuya aprobación fue impulsada a pesar de la oposición de vecinos y autoridades anteriores, como la exalcaldesa Rios.
Respecto a Larrían Vacarezza, el gerente se limitó a dar declaraciones sobre el asunto: “No corresponde abordar más preferencias políticas como ciudadano”, comentó para un medio.