Roxana Miranda: «La convergencia de tod@s es hoy la gran tarea de quienes estamos fuera del duopolio y luchamos por un Chile sin neoliberalismo»

Roxana Miranda Meneses

Roxana Miranda: «La convergencia de tod@s es hoy la gran tarea de quienes estamos fuera del duopolio y luchamos por un Chile sin neoliberalismo»

Autor: Wari

Roxana Miranda Meneses. Fundadora y dirigenta del movimiento Andha Chile a Luchar Democrático, que agrupa a deudores y deudoras habitacionales de todo Chile y lucha por el reconocimiento del derecho a la vivienda como un derecho humano básico y fundamental. En esa condición participó en la creación del Partido Igualdad, que es el instrumento político de 21 organizaciones sociales y miles de ciudadanos y ciudadanas. El día 20 de enero, en el primer congreso del Partido Igualdad (Congreso “Matías Catrileo”), fue elegida presidenta del Partido Igualdad y proclamada como su candidata a la Presidencia de la República para las elecciones del 17 de noviembre.

-¿Cuál es a su juicio, la política más adecuada respecto de la explotación de nuestros recursos naturales en general y en particular, en relación al cobre y el litio?

-Una política que impida la depredación de nuestros recursos naturales como la que ha ocurrido en todas la áreas, desde la pesca de arrastre a los bosques nativos. Héctor Kol, biólogo marino de Puerto Montt, me contaba que la actual forma de pesca industrial no permite la renovación de la fauna marina. Eso puede terminar extinguiendo especies marinas en poco más de tres años. Nuestra visión es que los recursos naturales son un patrimonio público de todos los chilenos y todas las chilenas. Y “todos los chilenos y todas las chilenas” incluye a quienes existen hoy, pero también a quienes existirán después, a nuestros hijos y nuestras hijas, nuestros nietos y nuestras nietas. Nadie nos ha dado derecho a agotar recursos que también tienen que satisfacer necesidades de los chilenos y las chilenas que están por venir. Cuando seamos gobierno, sólo se podrá explotar recursos naturales en Chile si se cumplen dos condiciones: la sustentabilidad y el usufructo colectivo del pueblo de Chile. La explotación de recursos naturales que no sea sustentable no estará permitida. Y la explotación para usufructo privado sólo podrá hacerse en condiciones muy extraordinarias y en el marco de una estricta regulación y un sistemático control de parte del Estado y, sobre todo, de los pueblos de Chile y sus instrumentos de fiscalización.

Eso respecto a los recursos naturales en general. Pero para nosotros existe un conjunto de recursos naturales que tienen un rango especial: los Recursos Naturales Estratégicos (RNE). Los RNE son aquellos que en un periodo dado son fundamentales para el desarrollo o la garantía de derechos fundamentales del pueblo de Chile. En la constitución que debatiremos en una Asamblea Constituyente Social vamos a establecer que estos Recursos Naturales Estratégicos sólo podrán ser explotados y administrados por el Estado y con el fin constitucional de satisfacer necesidades fundamentales y garantizar derechos básicos. Entre esos recursos están en la actualidad el cobre y el litio. La propiedad, explotación y administración de estos recursos serán completamente nacionalizados y los beneficios de su explotación se usarán para garantizar los derechos a salud, educación y vivienda. La Gran Minería instalada en Chile se pondrá al servicio del pueblo de Chile. En el caso específico del litio, haremos que se cumpla la ley hoy vigente, que no permite que sea concesionado.

-¿Qué política adoptaría respecto de la explotación forestal, y su proceso de expansión sobre los bosques?

-No tenemos que pensar en política de explotación. Queremos un desarrollo sostenible, sustentable y que respete el bosque nativo. Cuando fuimos a la casa de Juana Calfunao, su hijo Huaiquilaf nos contaba que las forestales lo primero que hicieron cuando llegaron fue terminar con los bosques nativos. Árboles milenarios fueron reemplazados por pinos y eucaliptos de rápido crecimiento y que provocan acidez de la tierra y secan los ríos y pozos. En el gobierno de los pueblos y movimientos sociales que voy a encabezar crearemos un fondo verde para que las comunidades tengan recursos para la reforestación de sus territorios.

-¿Cuál es a su parecer, la política más adecuada respecto de la pesca industrial y la pesca artesanal?

-La pesca industrial tiene que estar regulada. El dirigente de la pesca artesanal de San Antonio, Cosme Caracciolo, me había dicho que no podemos hablar de pesca industrial, es pesca de arrastre. Lo que quiere decir que las aspiradoras no discriminan ni tamaño ni tipo de especie. Acaban con todo. Respecto a la pesca artesanal tenemos la Ley Longueira que habría que derogar ya que actualmente por esta ley los pescadores artesanales no tienen libertad para moverse en las aguas y el poco pescado que encuentran viene contaminado. La pesca artesanal tiene que volver a ser privilegiada ya que generaba empleo, y es una forma de vida de familias donde el ser pescador artesanal se traspasaba de generación en generación.

-¿Cuál es a su juicio, la política más adecuada respecto del desarrollo de la agricultura, considerando además la circunstancia que debe ser abordado el tema de la Seguridad Alimentaria de nuestra población?

-En todo el mundo el tema de la alimentación se ha transformado en un gran negocio que no mira ni la salud de la gente ni la importancia de los campesinos en la vida de una nación. Hoy compramos arroz de Brasil y le vendemos manzanas a los franceses. Todo lo regula el mercado. Nosotros nos planteamos que la agricultura tiene que plantearse desde el punto de vista de la Soberanía Alimentaria, asegurando que todo los chilenos y chilenas coman sano y productos producidos en el país. Hay que acabar con el negocio de la agroindustria a la cual solo le interesa vender. Y si es necesario subsidiar a sectores agrícolas, no nos vamos a achicar. En Chile subsidiamos los ingresos de la banca y los grupos financieros, ¿cómo no vamos a destinar recursos del Estado para que todo el pueblo de Chile pueda acceder a alimentación digna y saludable? Tenemos que hacer una segunda reforma agraria para que podamos alcanzar la soberanía alimentaria.

-¿Cuál es la política energética que debe desarrollar nuestro país, qué valor le da en ella a las llamadas energías alternativas?

-La demanda energética en Chile viene esencialmente de parte de la industria. Y en particular la industria minera. Sería importante poner delante a las personas y sus necesidades. Es decir, eso que el duopolio llama “matriz energética” debe pensarse poniendo primero la necesidad de los chilenos y chilenas. La política energética, la que viene del Estado, debe tener eso como su primera prioridad. Si la gran industria minera -que sin royalty se lleva todos los beneficios de lo que explota a sus casas matrices-, requiere más energía para sus utilidades privadas, entonces que se ponga con sus lucas privadas. Imagínate la locura de que con recursos públicos les construyamos hidroeléctricas y termoeléctricas para sus beneficios privados, que prácticamente no dejan ni uno en Chile. Además, el Chile que queremos construir es un Chile de energías limpias y sustentables. En el norte tenemos el desierto con mejor energía solar del mundo y nuestras autoridades quieren hacer algo tan absurdo como inundar uno de nuestros patrimonios naturales del sur para que las mineras del norte tengan energías. Para la industria hay que pensar en la integración energética regional con nuestros hermanos y vecinos: Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, etc. No tiene sentido que Chile crea que puede ser independiente en términos de energía. Necesitamos integración regional.

-¿Cuál es el rol de decisión y el imperio que debe atribuirse a las organizaciones sociales, gremiales y sindicales?

Sergio Alegría, dirigente sindical del Sintrac, contaba en una asamblea que hoy las organizaciones sindicales están desprestigiadas y son vistas como mafias. Mira lo que pasa con Arturo Martínez, que hoy sigue siendo secretario general de la CUT. Eso es lo que le conviene a los empresarios, que los trabajadores desconfíen de los dirigentes porque así se mantienen desunidos. Y en esto los empresarios han contado con la complicidad de los partidos políticos tradicionales que constantemente han frenado cualquier conflicto en el mundo de los derechos laborales. El movimiento de trabajadores real es el que se está construyendo desde la base; en los call center, el de los reponedores de los supermercados, entre los subcontratados que hoy constituyen la mayoría de los trabajadores chilenos. Se avanza pero aún queda mucho por recuperar un movimiento de los trabajadores con fuerza real en las calles y en el interior de la empresas. En términos más generales, como Igualdad creemos fundamental que las organizaciones de los movimientos sociales, gremiales, ciudadanos, sindicales, se politicen y sean parte de la lucha por un Chile más justo. Mientras se mantengan en la lucha gremial, sectorial, van a condenarse a avances mínimos, si es que tienen algún avance. Las grandes injusticias y desigualdades hoy vigentes en Chile se deben al neoliberalismo salvaje que ha penetrado en todas nuestras vidas. Sin derrotar al neoliberalismo y a sus guardianes, el duopolio, es poco lo que pueden hacer las organizaciones sociales y sindicales si se enfocan sólo a lo suyo. Tenemos que construir una fuerza única con todos los movimientos para transformar este Chile. Y para eso todas sus organizaciones deben dar el salto de la lucha gremial a la lucha política.

-¿Cuál es a su juicio, la importancia y el rol que debe asignarse a la norma contenida en el art. 5° de la Constitución Política del Estado que autoriza para llamar a Plebiscito?

-Mira, lo primero es que nosotros lo hemos dicho desde hace tiempo: hay que cambiar la Constitución para cambiar de verdad el país. Queremos una Asamblea Constituyente Social que sea un proceso que involucre a cada vecino y vecina, a cada estudiante, a cada pescador. Donde todos lleguemos a un acuerdo del tipo de país que queremos construir. Tenemos que refundar Chile desde abajo. El Art. 5° de la Constitución de Pinochet es el reflejo del equilibrio que buscan los dueños de Chile que ponen al Estado como el guardián para que nada cambie. Para nosotros las elecciones son ese plebiscito donde el pueblo debe marcar su preferencia por dejar el duopolio y avanzar en un nuevo camino.

-¿Cuáles son a su juicio, las principales modificaciones que debieran hacerse a la actual Constitución Política del Estado. ¿Mediante qué vía debiesen hacerse estas modificaciones?

-Refundar el país implica una nueva Constitución. Nosotros apostamos por la Vía Popular hacia la Asamblea Constituyente. Una vía que es un camino largo en el cual desde las organizaciones de la población, la junta de vecinos, el centro de alumnos del liceo, el comité de allegados, el sindicato de la feria, desde las organizaciones naturales del pueblo organizado vayamos construyendo las grandes líneas de lo que será el Chile que queremos. La Constitución ha sido hasta ahora un instrumento de los empresarios, de una elite, de los dueños de Chile. Eso se tiene que acabar. Nosotros nunca estaremos por una nueva Constitución arreglada entre cuatro paredes , que es lo que propone la Concertación más sus aliados. Pero para cambiarla tenemos que tomar o conquistar el poder, con un pueblo movilizado tras el gran objetivo que es refundar Chile.

-Respecto de nuestras Relaciones Exteriores y, especialmente, con los países latinoamericanos y nuestros vecinos Perú, Bolivia y Argentina. ¿Cuál es su política?

-Con Piñera hemos vuelto a la época del siglo XIX, cuando las guerras del Pacífico. Desde afuera se ve a Chile como un mal vecino porque vivimos encerrados y faltándole el respeto a otros pueblos y otras culturas. Para nosotros es fundamental darle un giro radical a nuestra política hacia los vecinos y el resto del mundo. Primero, tenemos que privilegiar las relaciones entre los pueblos que suelen ser más sabios que sus gobiernos y sus Estados. Pero lo más importante es empezar a crear más relaciones de cooperación. En estos 40 años de neoliberalismo toda la política exterior de Chile se ha limitado a relaciones comerciales. Si no puede hacer negocios con otros países es como si Chile no quisiera relaciones. Como con los vecinos no parece tan rentable una relación comercial, nos hemos aislado de ellos y de todo el resto de Sudamérica. Yo creo que tenemos que parar con este enfoque “comercial” de relaciones con nuestros vecinos. Y tenemos que empezar a pensar en otro tipo de relaciones, en relaciones de cooperación. Lo que pasa en el Alba es un buen ejemplo. Cuba tiene excelentes médicos, así que manda misiones de doctores a Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua a atender a la población más necesitada y a la que no llega ni la salud pública ni la privada. Los otros países envían de vuelta sus recursos que más pueden aportar: Venezuela y Ecuador petróleo, Bolivia soya y otros recursos, y así. De esta forma todos los pueblos se benefician y la vida de sus integrantes mejora. Y para que eso ocurra no ha habido ningún “intercambio comercial”. Sólo “cooperación”. Si en lugar de intentar comerciar con los vecinos empezamos a cooperar, podemos encontrar soluciones a varios de nuestros problemas más importantes, partiendo por el energético. Creemos que tenemos que avanzar en una política regional de integración con nuestros hermanos y vecinos. Compartimos la misma tierra, el cielo y el mismo mar. No podemos dejar que los intereses de los grandes empresarios nos digan cómo tenemos que pensar de nuestros vecinos. Ellos nos mantienen separados porque saben que el día que los pueblos se unan se es habrá terminado la fiesta.

-¿Cuál es su propuesta respecto al rol del Estado en la salud de las personas?

-Como te dije antes, nosotros creemos que nadie tiene que hacer negocios con los derechos básicos de las personas. Imagínate con la salud que es algo que nos afecta a todos. Yo tengo cuatro hijos y me atiendo en un consultorio de San Bernardo. Sé lo que es tener que levantarse a las cuatro o cinco de la mañana y salir a pelear con otros vecinos los pocos números del consultorio para que vean a mi hijo. He visto también a los auxiliares, enfermeras y médicos sobrepasados recibiendo las críticas de la gente angustiada. No tener plata para los medicamentos, para un examen es sentir el modelo neoliberal destruyéndote las entrañas. Con la nacionalización de los recursos naturales tenemos que tener un sistema público que cuide a nuestros enfermos y que no dependa de la rifa, la venta de completos o la Teletón para tener una vida digna.

-¿Qué monto le parece el adecuado como sueldo mínimo en nuestro país y por qué?

-En Suiza se ha hecho hace poco un plebiscito para fijar un sueldo máximo para los ejecutivos de los grandes bancos. Te das cuenta: ¡en Suiza! Si propusiéramos algo como eso acá hablarían de que somos agentes cubanos, comunistas. La Fundación Sol habla de un sueldo mínimo de 270 mil pesos. Eso nos parece más cercano a lo que nuestra realidad económica permite. Pero una familia no va a dejar de ser pobre con esta plata. Necesitamos educación gratuita, cobertura total de la salud, vivienda social digna, etc. En definitiva, que las necesidades básicas de las personas estén cubiertas por el Estado. Estamos muy lejos de eso. Imagínate que con la Ficha de Protección Social -y nosotros lo hemos denunciado públicamente-, lo que se quiere es eliminar pobres a través del manejo de las estadísticas.

-Respecto a la tributación. ¿Le parece que pague el mismo impuesto una gran cadena de supermercados que un pequeño almacén de barrio? ¿Qué propone para disminuir la creciente desigualdad en Chile?

-Esta pregunta me suena a cómo podemos mejorar lo que tenemos ahora. ¿Qué hacemos con la tributación para que este sistema sea menos injusto que ahora? Nuestra propuesta es más radical. Aquí las mafias empresariales roban todos los días. Chile está siendo saqueado por una banda de criminales con corbata, apoyados por los zánganos de los políticos que les construyen leyes a la medida. Acabar con la desigualdad implica tener un nuevo modelo económico, social y cultural. Un nuevo modelo significa también un nuevo sistema tributario. El sistema del IVA y del FUT hasta ahora ha servido para que las grandes empresas no paguen ni uno. En el Chile que queremos construir tendremos un sistema impositivo en el que no sea llegar y evadir como ocurre hoy con el FUT.

-Respecto al fuerte centralismo que asfixia a las regiones de nuestro país ¿Cuál es su propuesta? ¿Estaría dispuesto a avanzar hacia un Chile federal?

-Hace unas semanas estuve de gira por Aysén y pude hablar con muchas personas y sentir en carne propia lo que se sufre cuando las decisiones se toman lejos de los problemas. Como fuimos en auto pasamos por donde estaban las viviendas al pie del volcán Chaitén. Todas las viviendas siguen cubiertas de cenizas. No se hizo nada de nada. Imagínate cómo ven al Estado de Chile esas personas que sólo vieron llegar unos cuantos periodistas y militares por unos días y luego los dejaron solos. Un Chile federal sería un gran tema a debatir en la Via Popular a la Constituyente, pero lo que está claro es que Santiago no debe ser el centro del desarrollo del país. Por el momento, nos parece que el modelo español de las autonomías es el que mejor podría ajustarse a la realidad de Chile. Con las grandes desigualdades económicas y territoriales, el federalismo podría terminar condenando a algunas regiones a la pobreza. En el sistema autonómico permites que las regiones que estén en condiciones de funcionar como estados de una federación lo hagan. Pero también haces posible que las regiones con menores recursos no sean abandonadas por el Estado central y las otras regiones. Para el Chile actual, nos gusta más un Chile autonómico que un Chile federal.

-El narcotráfico sigue escalando en el país, frente a ello estaría dispuesto a avanzar hacia la legalización del uso personal de drogas ¿Cuáles y por qué?

-Mira, yo vivo en la población Rapa Nui en San Bernardo. Te lo cuento porque soy madre y dirigente social y este es un tema que nos afecta a todos. Una vez unos técnicos de la municipalidad me mostraron un estudio que mostraba las 10 comunas con mayor consumo de drogas en Chile. Entre las 10 primeras había cinco que eran del barrio alto; Providencia, Ñuñoa, Lo Barnechea, etc. O sea, te lo digo porque el tráfico no es un problema de los pobres, es una realidad social en todo Chile. Lo que afecta a los vecinos, y que no pasa tanto en el barrio alto, es el microtráfico instalado en las esquinas. Las peleas de pandillas, los operativos de las policías, con su carga de balas locas. Desde mi opinión personal, las drogas que más matan y le hacen daño a la familia chilena ya son completamente legales: el alcohol y el tabaco. Técnicamente son drogas, igual que la cocaína y la marihuana. Por eso, no nos disgusta la idea de la legalización de las sustancias hoy consideradas de narcotráfico. Las sustancias de uso personal, como la marihuana, especialmente.

-Siendo honesto ¿Cuál es el objetivo real de su candidatura? ¿Por qué cree que puede ser un buen candidato y eventualmente un buen presidente, qué cualidades tiene para ello?

-En Chile nos acostumbramos a pensar de forma elitista. Los intelectuales, pero también los pobladores y trabajadores, pensamos que solo alguien de la clase política, con estudios universitarios, con másters en el extranjero puede gobernar el país. Pero mira a Piñera, un tipo mediocre por todo lo alto, pero mutimillonario y que se financió su campaña solito y se hizo presidente. O sea nosotros lo que creemos es que el pueblo tiene que volver a creer en sí mismo. Tenemos que pensar como un colectivo que integra los conocimientos de la población y de la universidad, de la fábrica y de las ONGs. Nuestro eslogan de campaña hasta ahora es “Roxana es pueblo” y podríamos poner cualquier nombre. Lo que queremos es reflejar un protagonismo popular, de lucha, de transparencia. De esta forma, mi candidatura quiere aportar a la conciencia del pueblo: el pueblo mismo se puede mandar; no necesita representantes; no necesita vanguardias. El pueblo organizado puede disputar el poder y construir un gobierno para satisfacer sus demandas. La clase política, “los representantes”; han gobernado para satisfacer las demandas de las grandes empresas chilenas extranjeras. Una candidatura del pueblo, como la mía, es el primer intento del pueblo, de los movimientos sociales, de ser protagonista sin que otros hablen por él.

-Imaginamos que su candidatura cuenta con el apoyo de organizaciones sociales ¿Nos puede nombrar algunas de dichas organizaciones?

-Yo soy dirigente nacional del Andha Democrático, y dentro del Partido Igualdad participan una serie de movimientos como el Ukamau, MPD, el MPL, Praxis, miembros de la UNE. También contamos con el apoyo de dirigentes sindicales del Sintrac , dirigentes de la Junji, etc. También de colectivos como el G80 y de un sin número de intelectuales que luchan desde sus frentes por sociales. Como Partido Igualdad somos parte de este movimiento social organizado que se está reconstruyendo en Chile. Pero te quiero dejar en claro que por eso mismo creemos en la autonomía de los movimientos sociales. Ahí reside su fuerza porque en los movimientos sociales se agrupan todos los vecinos o trabajadores independientes de su visión ideológica.

-Atendiendo al alto grado de descontento, inconformidad y desprestigio de la política partidista en Chile ¿Cómo se explica el surgimiento de muchos candidatos fuera de las coaliciones? Y ¿qué le parece que siga operando el sistema binominal?

-El sistema binominal es el candado que pusieron para reproducirse en los puestos políticos. Si te das cuenta ahora muchos candidatos son hijos de… Lavín , de Lagos, de Sabat, etc. O sea es una verdadera casta política. ¡Si hasta el nieto de Pinochet se quiere presentar! Hay muchos candidatos pero casi todos son “enchulados”. Fueron ministros, alcaldes que quieren negociar su puesto en el nuevo gobierno. Fuera del duopolio, son pocos, Gustavo Ruz y Marcel Claude. Nosotros hemos sido claros en decir que tiene que haber un solo candidato para enfrentar al duopolio. Pero eso no lo tenemos que definir entre cuatro paredes. Tiene que ser de frente a las organizaciones y el pueblo. Si no se reproducen las mismas prácticas que tienen los partidos del duopolio, incluidos los personalismos egoístas. La convergencia de tod@s es hoy la gran tarea de quienes estamos fuera del duopolio y luchamos por un Chile sin neoliberalismo.

-Siendo sincero, ¿Quién cree será el próximo presidente de Chile?

-Con la derecha o la Concertación, la presidencia de Chile seguirá en manos de los grandes empresarios. ¡Y de la Embajada de Estados Unidos!

AGUA PÚBLICA O PRIVADA

-¿Qué política tomaría desde un eventual gobierno respecto del dominio y uso de las aguas?

-Hoy la Ley dice que el agua es un bien de uso público. Pero existe un artículo que instaló Pinochet que deja claramente establecido que el aprovechamiento de estas aguas se debe entregar a particulares. En nuestro proyecto de Chile, el agua no es un recurso para hacer negocio. En las ciudades creemos que es necesario re-estatizar las empresas de agua pública moderando también el crecimiento de las mismas. A nivel rural creemos que sería importante que el derecho de uso de las aguas se le entregue a las comunidades. Como debería ser en Huasco o en el valle Aconcagua.

EDUCACIÓN GRATUITA Y DE CALIDAD

-¿Cuáles son a su juicio, las reformas necesarias en el campo de la Educación? ¿Está de acuerdo con la demanda social de Educación Gratuita y de Calidad?

-Por supuesto que estamos de acuerdo. Además, como también dicen los estudiantes, exigimos no sólo que sea gratuita y de calidad, sino también estatal. En las demandas del movimiento estudiantil universitario y secundario están las respuestas a cada uno de los problemas de la educación. Por ellas nuestros hijos han salido a las calles, y lo seguirán haciendo, jugándose hasta la vida. No podemos olvidar que Piñera tiene las manos manchadas con la sangre de Manuel Gutierrez. Un chico de población, un hijo de una pobladora que sólo exigía su derecho a estudiar. Cuando te digo “Educación estatal” te digo realmente estatal. La administración de los liceos no puede seguir en manos de las municipalidades. Eso sólo hace que este Chile brutalmente desigual se haga más desigual a través de la educación. Educación pública, gratuita, estatal, desmunipalizada en todos los niveles: así vemos el sistema educativo chileno.

PUEBLOS INDÍGENAS

-¿Qué solución daría a los pueblos originarios que reclaman por sus derechos ancestrales y autodeterminación?

-Aunque la ley injusta hecha por las elites huincas diga otra cosa, nuestros hermanos mapuche, aymaras, rapanui, son dueños de sus tierras no porque nosotros o una ley lo diga, sino porque ellos están aquí desde antes que llegaran los españoles. Los verdaderos padres y madres de la patria son ellos, y no los O’higgins, Carrera o Cochranne. En Chile tenemos que dejar de creer que no hay otros pueblos porque sí los hay. Somos varios pueblos que podemos vivir juntos. Por eso, si te fijas, mi candidatura no es la del pueblo de Chile, sino las de los pueblos de Chile. Nosotros partimos de la base de que Chile no es un pueblo, sino que todos los pueblos originarios incluidos. Para que haya autodeterminación, los pueblos originarios necesitan controlar la tierra. Y para eso tenemos primero que revertir más de cien años de despojo desde el Estado. Tierras para que puedan ser autónomos y mandarse a sí mismos como pueblos que son; eso es lo primero y más urgente. Luego necesitamos un ordenamiento político especial que les otorgue a todos los pueblos originarios el derecho a autodeterminarse en sus territorios, gobernarse según sus leyes, sus tradiciones, sus costumbres. No sacamos nada con tierras si no pueden vivir ahí como elijan. Eso haremos cuando seamos gobierno. Pero por el momento, seguimos luchando en las calles y donde sea necesario para liberar a todos mis hermanos y mis hermanas mapuche que están en la cárcel en presidio político, para darle justicia a las familias que reclaman por sus muertos, para sacar a los colonos que engañan y roban. Eso es lo que estamos haciendo ahora: luchando junto a nuestros hermanos y nuestras hermanas de los pueblos originarios.

Por Bruno Sommer Catalán

El Ciudadano Nº141, abril 2013


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