Saludamos el 2º encuentro artístico, político y musical, para Daniel Jadue Presidente, agradecemos a sus organizadores por el honor de intervenir en el mismo y les felicitamos sinceramente por su realización, en un momento que puede resultar muy oportuno.
Nos reunimos esta noche para exigir la libertad total de Daniel Jadue. También por este motivo, para exigir que Daniel Jadue sea nominado ahora, formalmente, precandidato a la Presidencia de la República.
Esa es la manera más efectiva de lograr su libertad. Afirmar que su situación procesal actual le impide asumir esta responsabilidad es una apreciación equivocada o un pretexto interesado. Ello sólo ocurriría si se llegase a perpetrar la injusticia de condenarlo, lo que no va a suceder. De ningún modo durante las primarias presidenciales y con seguridad tampoco antes de la elección presidencial. En el improbable caso que se llegase a cometer tamaña arbitrariedad mientras sea candidato, de inmediato lo puede reemplazar una figura que culmine la campaña en su nombre. Hay ejemplos cercanos de situaciones similares.
Exigimos que Daniel Jadue despliegue formalmente desde ahora mismo una candidatura nacional, cuyo propósito principal sea abrir un camino realista de solución, en un sentido de progreso, a la crisis política nacional, es decir, a la total deslegitimación de la autoridad, en que se debate el país. Ello por cierto trasciende su situación personal, puesto que no existe hoy ningún objetivo político más importante que resolver la crisis política nacional en curso, es decir, relegitimar la autoridad política.
Sin una autoridad política legítima nada funciona como debe ser, en orden y progreso. No funcionan las instituciones, los negocios, el trabajo, el estudio, la seguridad en las ciudades y en los campos, las relaciones sociales, en los barrios, las comunas, regiones y nacionalidades. Sin una autoridad política legítima la vida se torna insoportable para los de abajo y también para los de arriba, para la ciudadanía toda.
La historia ha colocado a Daniel Jadue en el lugar preciso, en el momento preciso, para abrir un cauce amplio y profundo que canalice la justa indignación que el pueblo viene manifestando con una masividad sin precedentes y creciente desde el 18-O. Para resolver en un sentido de progreso la crisis política nacional, es decir, para relegitimar la autoridad política del país.
Aparte de la candidatura de Daniel Jadue, no se visualiza hoy ninguna otra fuerza política en condiciones de asumir esta tarea patriótica. Todas las que han encabezado y participado en los gobiernos democráticos que sucedieron a la dictadura, solo ofrecen más de lo mismo que ha provocado y agravado la crisis política nacional en curso. Es decir, todas aquellas que con su accionar han deslegitimado por completo a la autoridad política democrática.
Ello ha quedado de manifiesto hasta el acabose con la reciente aprobación de la reforma mal llamada de pensiones, en realidad un atentado contra el pueblo trabajador. En lugar de acabar con las AFP cómo prometió el actual gobierno, en el curso de la tramitación de este proyecto estas han multiplicado su valor bursátil entre tres y 8,3 ¡veces! El patrimonio de sus accionistas ha subido así en cifras multimillonarias en dólares al tiempo que las pensiones promedio pagadas por este sistema han bajado mes tras mes, a pesar del incremento incesante de subsidios fiscales que cubren dos tercios del costo de las mismas. Los míseros beneficios prometidos por la reforma, todos ellos de íntegro cargo fiscal, llegarán de a goteras y acompañados de pérdida de derechos como elevar de hecho la edad de jubilación de las mujeres.
Esta reforma ha agravado el principal mecanismo de super explotación del pueblo trabajador, es decir, de transferencia de salarios a empresarios. Por añadidura a la explotación que representa el hecho que los salarios alcanzan poco más de un tercio de la producción social medida por el PIB. En efecto, a lo largo de más de cuatro décadas, el sistema AFP ha desviado a los empresarios el grueso de las contribuciones previsionales, las que siempre han permitido más que duplicar el monto de las pensiones que paga el sistema AFP, sin subsidio fiscal alguno. Pues bien, la infame reforma recién aprobada eleva la cotización previsional de 13 a 20 por ciento de salarios imponibles. No es raro que las AFP, que sacan una tajada de cada peso recaudado, hayan multiplicado groseramente su valor bursátil.
Digamos las cosas como son. Quienes han aprobado esta reforma infame, quienes han conducido estos gobiernos y participado en ellos, los responsables de la actual crisis política nacional, es decir, de deslegitimar el sistema democrático, son los mismos que con todo tipo de pretextos, y con el apoyo de la gran prensa, hoy se oponen tenazmente a proclamar la candidatura de Daniel Jadue.
Daniel Jadue milita en una de esas fuerzas políticas, pero su accionar y posiciones lo han colocado evidentemente al margen de este sistema político.
Ciertamente la candidatura de Daniel Jadue no puede lograr esta tarea nacional por sí sola, sino alcanzando,, con el apoyo del pueblo, la hegemonía sobre la amplia alianza política que votó Apruebo y En Contra. Y también, si no la simpatía al menos la forzada aceptación, de la mayoría de quienes allí votaron las opciones opuestas.
Asimismo, la candidatura de Daniel Jadue deberá ser capaz de conducir a todas las fuerzas democráticas del país, para enfrentar y aventar la inevitable aparición de quienes pugnan por aprovechar la crisis política nacional, es decir, la total deslegitimación de la autoridad política democrática, para elevar al poder a la hez de la sociedad. Tras la simple consigna de aserrarla de raíz, pero respaldada por poderosos abusadores que no quieren perder sus grotescos privilegios. Esos tipos son extremistas peligrosos que llevan las sociedades al suicidio.
Es bien sabido que la legitimidad de la autoridad se basa esencialmente en su capacidad y decisión de someter a los poderosos para impedir que abusen del pueblo (Maquiavelo, El Príncipe, cap. IX). No hay excepción en la ley de la historia que lleva a los pueblos a la hecatombe cuando postergan las reformas necesarias (Alessandri Palma 1925). La única manera de restablecer la legitimidad de la autoridad es que esta enfrente con decisión a los poderosos y acabe con los abusos que se arrastran desde el 11 de septiembre de 1973.
La candidatura presidencial de Daniel Jadue se comprometerá a acabar con estos grandes abusos. Empezando por terminar la súper explotación del pueblo trabajador que representa el desvío a ahorro forzoso de contribuciones que representan un quinto de los ingresos totales del Estado. Siguiendo con la derogación de la infame legislación minera de la dictadura, que entrega a diez mineras privadas sin pago significativo un mineral que pertenece al pueblo y cuyo valor sólo en cobre promedia la mitad de los ingresos totales del Estado.
La candidatura de Daniel Jadue se inspira en la figura de Salvador Allende, que en 57 días había echado a caminar todas las grandes reformas que realizó en los mil días que transformaron para siempre la sociedad chilena y abrieron paso a la modernidad en este remoto borde del mundo. Y puesto en tales circunstancias por la traición de Pinochet, no dudó en cumplír con su promesa de inmolar su vida en aras de la lealtad del pueblo trabajador que lo apoyó hasta el último día en esta gesta patriótica.
Con la candidatura de Daniel Jadue y la determinación de Salvador Allende.
¡Venceremos!
Manuel Riesco
15 de marzo de 2025.