Santa Keka y sus benditos acólitos

Los trucos con dineros no sólo ocurren en el «gran» Santiago y en La Unión la esposa del diputado y presidente de la Comisión especial anticorrupción por Chiledpeortes, Enrique Jaramillo, al parecer, ocultaría hechos un tanto extraños, ocurridos bajo sus «mandatos».

En La Unión durante el 2006 destapamos un hecho que era vox populi: irregularidades al interior del Municipio en una licitación de Pinturas. Por ello cuatro de los involucrados por consejos de quién sabe quién, o bien por decisión propia, presentaron demandas por Injurias y Calumnias contra El Ciudadano y nos hicieron ir a tribunales como si fuéramos culpables. Los “pillos”, denunciándonos y nosotros en el sillón de acusados.
El tema es que el silencio de la alcaldesa María «Keka» Astudillo, con tanto hecho oscuro, ha sido vergonzoso. Como también el de su correligionario involucrado el PPD Alexi Pérez Guilmay, quien habría participado en los hechos del “Caso Pinturas”, por lo que no ha podido soltar la pepa. Mientras que a Alex Salas, el asesor jurídico, tampoco lo puede tocar nadie, ya que si fuese así, este se va de tarro y desarma el naipe Astudillo.

LOS HECHOS
En el Juicio por Escuela de la Cultura -que ya se ha reabierto patrocinado por un abogado de Temuco- se acusa a la alcaldesa que mientras esta fue Directora del establecimiento, habría hecho «pillerías» con un fondo audiovisual que no llegó en su momento al colegio. Astudillo para entonces, se vio con el agua hasta el cuello, pero se salvó.
El abogado querellante era Sergio Salas, hermano del actual asesor jurídico del municipio. Es entonces cuando Astudillo, viéndose acorralada, da con la pieza clave para ganar el juicio y que mejor defensor que el hermano de Sergio, Alex.
Es así como se lograría evadir la justicia que buscaba un grupo de apoderados. Luego Alex Salas asume como asesor jurídico del Municipio y se convierte en un cuasi alcalde.
En cuanto Angélica Astudillo asumió, entró haciendo mal las cosas. Una controversial licitación del cuidado de áreas verdes, sobre la que El Ciudadano denunció en sus momentos las irregularidades, marcaba sus inicios y se enfurecía con el reportaje.
Luego pasó el tiempo, no quería hablar con nosotros del tema, nos miraba raro y no entendió la función de un periodismo responsable.
Al transcurrir unos meses el municipio hace un nuevo llamado a licitación, esta vez para que se pinte de amarillo la casa edilicia, curiosamente el mismo color de la Escuela de la Cultura. Pasaron los días y todo comenzó a volverse muy sospechoso, pues se entregaron $27 millones, a una obra que –según los entendidos- no valía más de $10 millones.
Parte de las platas habrían ido a parar a las manos de María Keim y el abogado Alex Salas, tejemaneje en el que habría estado también involucrado el concejal PPD, Pérez Guilmay, y en menor grado, pero igualmente tentada, la ex funcionaria municipal Marcela Castillo.
Durante la operación “pinturitas” y en el momento en que entra a trabajar al municipio el arquitecto Carlos Moreno, éste se da cuenta de que algo anda mal e informa a la alcaldesa de los hechos, momento en que ella pierde el control y le pide que mejor mantengan la situación en reserva.
Según las opiniones de los ciudadanos, “Santa Angélica” hoy anda haciéndose la víctima y buscando apoyo. Para otros el problema es que entregó demasiadas facultades al asesor jurídico y que éste era en realidad el alcalde. Pero en fin, fuese como fuese que se hayan producido los actos, la justicia deberá juzgar, y la máxima autoridad comunal tendrá que responder grandes interrogantes durante el 2007.