Este contrato corresponde a un acuerdo privado entre Mauricio Valero y el empresario Hugo Silva, firmado el 5 de febrero con el compromiso de compraventa que significaron el traspaso por la suma de $9500 millones de tres predios ubicados en Machalí y adquiridos por la sociedad Caval con el enrarecido crédito express al Banco de Chile por la suma de $6500 millones de pesos.
Caval podría lograr una utilidad de 26% y en el peor de los casos, el socio de Compagnon obtendría la importante suma de $1300 millones más en 2015. Dentro de este contrato también se consignó que se puede ceder el contrato exclusivamente a otra sociedad que represente Mauricio Valero y la única sociedad de éste es Caval junto con la señora de Sebastián Dávalos.
Es importante señalar que el contrato comprometía a que la empresa de Hugo Silva no realizará gestiones que tengan que ver con la venta de terrenos y que desde el 2016, este acuerdo posibilita la venta de los terrenos a través diferentes empresas o también, a través del propio Valero.
Con esta revelación, se siguen develando espacios en donde se pone en evidencia el posible tráfico de influencias y la gran cantidad de beneficios económicos que se pueden obtener con la injusta combinación entre el mal uso de los contactos y las intenciones personales de lucro.