Desde hace meses que Sebastián Piñera amenaza con una candidatura presidencial. Hace meses que está atento para salir del paso a las diversas acusaciones que pesan en su contra. Pero no cede. Insiste en su transparencia financiera, a pesar de las pruebas que dicen lo contrario.
Finalmente la fecha ya fue anunciada. Este lunes Piñera ha sugerido que será la oficialización de su nueva campaña presidencial. No está claro de qué forma hará el anuncio, pero sí que cumplirá con su promesa de definir sus intenciones políticas durante el mes de marzo.
Con números desalentadores, Piñera es la esperanza para la derecha que se ha quedado con candidatos fuera de las preferencias. El único capaz de hacerle frente a la continuación de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier.
Lo que trae a discusión el sucio juego para el que se han prestado los políticos. Haciéndose notar por polémicas y fraudes en vez de propuestas y soluciones. Piñera ha pasado unos últimos meses difíciles de soportar. Todos sus secretos y artimañas para manejar el poder a sus anchas se han venido abajo.
Respondiendo a Fiscalía
El caso de Exalmar, en la que se vio involucrada su empresa familiar Bancard, le ha significado citaciones a declarar como imputado ante Fiscalía por comprar acciones que representan el 9,10% de una empresa pesquera peruana mientras se desarrollaba el litigio en la Haya. Instancia en que se definirían las líneas limítrofes marítimas de ambos países, lo que implicó acusaciones por posibles conflictos de interés y de uso de información privilegiada para hacer negocios con dicha compañía. Todo esto cuando era presidente.
El conflicto lejos de disiparse ha continuado con Piñera negando estar involucrado en negocios irregulares y descartando la participación de su familia, a la vez que la prensa publica correos en los que se involucra a uno de sus hijos Sebastián Piñera Morel.
En una de sus más polémicas declaraciones, el ex presidente citó a una conferencia de prensa y afirmó que «quienes piensan o pretenden que con estos ataques van a debilitar mi compromiso de servicio público con los chilenos están profundamente equivocados y no me conocen. Más aún, este tipo de ataques solo me motiva a estar más comprometido con mi país”.
Y agregó que “nadie ha hecho más por aclarar y transparentar su actividad privada, empresarial y política. Ningún otro presidente de Chile ha hecho lo que yo hice”.
Fiscalía ha continuado las investigaciones, a pesar de la poca colaboración de la familia Piñera Morel que ha utilizado todos los resquicios legales para evitar entregar los correos entre el gerente de Bancard y el hijo de Piñera.
Dentro de los últimos secretos que han sido revelados, esta vez con información desde la Presidencia de Chile solicitada por el diputado Daniel Nuñez (PC), se informó que el Gerente de Bancard, Nicolás Noguera, se reunió por lo menos seis veces con Piñera en La Moneda, cuando este era presidente.
Las contradicciones cada vez son mayores, pero el ex presidente permanece incólume y no parece dispuesto a asumir ninguna culpa de las que se le acusa. Actitud que no es de extrañar. No es nuevo que Piñera no se haga cargo de su actuar al filo de lo legal.
Dudosa procedencia
La historia sobre sus inicios en el mundo empresarial es conocida. Por el caso del Banco de Talca fue acusado de estafa e infracción a la ley de Bancos, entre otras cargos, y salvó ser condenado manteniéndose prófugo por casi un mes y gracias a las gestiones de Mónica Madariaga, en ese entonces Ministra de Justicia de Pinochet y a su hermano José Piñera, quien se desempeñaba como Ministro de Trabajo en la dictadura.
A este conocido traspié ahora se suma la investigación de Ciper que reveló cómo utilizó empresas zombies para comprar barato y evadir impuestos. Durante la década de los 90’s, varias empresas exitosas declararon ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) grandes pérdidas económicas. Sin embargo, no eran reales. Compraban firmas quebradas y usaban sus pérdidas para borrar utilidades y ahorrar impuestos.
En la lista de las empresas que se involucraron en estas irregularidades, figura Penta S.A, sociedades de los socios de Falabella y una empresa de Piñera. Según reveló Ciper, el ex presidente compró empresas de Manuel Cruzat -formalizado el año pasado por quiebra fraudulenta-, que estaban inactivas desde hace años, y utilizó una de ellas para que Bancard Inversiones declarara pérdidas por $44 mil millones.
Cabe destacar que la empresa familiar, ha sido utilizada por Piñera para transacciones de dudosa legalidad, por las cuales nunca ha sido formalizado.
A pesar de todas las irregularidades que pesan en los hombros del ex presidente, las encuestas lo siguen dando por ganador. Pero estos resultados no deben llamar a confusión. Las redes de Sebastián Piñera no se limitan al mundo financiero. Las principales encuestas de opinión son manejadas por personajes cercanos al ex mandatario.
Solo a modo de ejemplo, la Encuesta de Estudios Públicos (CEP) tiene como director a Harald Beyer, ex ministro de Educación del gobierno de Piñera. Los estudios de Cadem, son dirigidos por el Gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos, Roberto Izikson, quien fue parte del equipo asesor de la anterior campaña presidencial de Piñera. Por su parte, Adimark es propiedad de Roberto Méndez, íntimo amigo del ex presidente.
Sebastián Piñera ha buscado jugar cartas seguras y no se ha permitido improvisar. Con los medios de comunicación tradicionales desviando la atención hacia el caso de Rafael Garay, el ex mandatario que conoce la corta memoria de los chilenos, este lunes hará oficial su segunda candidatura presidencial.
Con su sello distintivo, ese que publicita trabajos seguros y dignos, Piñera buscará competir nuevamente por llegar a La Moneda. Tratando de ganar votos con el perdón y el olvido de un pueblo que se conforma con estabilidad laboral a ras del sueldo mínimo, con un mandatario que usa a la casa presidencial como centro de operaciones para privados.
Uno de los emblemas de campaña (como Lavín contra los limpiaparabrisas en Las Condes) es explotar la xenofobia. Promueve mayor fiscalización de los migrantes que vienen a trabajar a Chile, centrando el punto en las «bandas de extranjeros que delinquen». Su fortuna partió con el desfalco de un banco, aprovechó una reventa de acciones en LAN que expolió a los pequeños inversionistas, montó todo un sistema de evasión de contribuciones y, tras ser presidente, transfirió el 72% de su patrimonio al exterior del país. Dicen que Piñera en los negocios siempre apuesta a ganar. Aplicó esta máxima una vez en política y ganó. ¿En Chile se compran votos como si fueran acciones?
Vasti Abarca
El Ciudadano