En la actualidad, VIH/Sida rima con escándalo en el fraude de los fondos administrados por el Consejo de las Américas, en el marco del proyecto del Fondo Global de Lucha contra el Sida. No obstante, si la polémica permitió hacer resurgir una materia sinónima de debate, presión y tabú en el gobierno como en la sociedad civil, la epidemia sigue causando centenares de muertes cada año.
El sexto de los objetivos del milenio, establecidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), señala como meta para el 2015 “haber detenido y comenzado a reducir la propagación del VIH/SIDA”. Según la ONU, 33.2 millones de personas viven con esta enfermedad en el mundo, cifra en constante aumento.
Según las cifras la epidemia en Chile es bastante controlada. Desde el primer caso registrado hace 24 años, se notificaron 18 mil casos. Para Marco Becerra, presidente de Acción Gay y coordinador nacional de ASOSIDA, “si Chile tiene una epidemia pequeña es que no se ha querido realmente medir su alcance”. El personero sostuvo a El Ciudadano que “son responsables de muertes la discriminación que se observa frente a los seropositivos, la falta de información y el miedo”.
En Chile, según las cifras del CONASIDA, el SIDA afecta 4 veces más a los hombres que a las mujeres, mayormente de 20 a 39 años. Los casos de VIH están fundamentalmente concentrados en las regiones I,V y Metropolitana. La principal vía de exposición al virus es sexual (92%) siendo la homosexual la más declarada (45%).
AVANCES NOTABLES
El Ministerio de Salud, como también las redes de asociaciones que participan de las políticas públicas en el proyecto del Fondo Global de Lucha contra el SIDA, notan avances reales en la gestión de la enfermedad.
En términos legislativos, la promulgación de la “Ley del SIDA” por Ricardo Lagos en 2001, cuando Michelle Bachelet asumía el cargo de Ministra de Salud, constituyó un paso histórico ya que permitió garantizar la necesidad del consentimiento de la persona para la realización del examen de detección del virus y prevé una consejería obligatoria pre y post test.
Sin embargo, el médico Pedro Crocco, Jefe de División de Prevención y Control de Enfermedades de la que depende el CONASIDA, afirma que “en la práctica, se observan muchos casos de infracción a esa ley, donde se pide la realización del test para postular a ciertos trabajos, fuera de la excepción de las Fuerzas Armadas que quedó en el texto”.
No obstante, el primero de esos avances es indudablemente la integración al programa AUGE del tratamiento antiretroviral desde el año 2004. El doctor Crocco cree que “hoy en día están en tratamiento más de 8 mil personas”. Así, una terapia que antes costaba $150 mil ahora está garantizada.
CONASIDA fue creada en 1990 como entidad dependiente del Ministerio de Salud, con el objetivo de “promover y facilitar procesos orientados a que la sociedad asuma la prevención y la disminución del impacto biosicosocial del VIH/SIDA y las Enfermedades de Transmisión Sexual”. No obstante, en lo relativo a la prevención, Vasili Deliyanis, coordinador ejecutivo de Vivo Positivo enfatiza que “las campañas de prevención sólo han empezado realmente hace 5 años, a través del Fondo Global de Lucha contra el Sida”, ya que entre la creación de CONASIDA y el 2003, se han realizado 5 campañas.
FRAUDE EN EL FONDO
El Fondo Global de Lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria (FGSTM) fue creado con el propósito de reunir fondos de los países más ricos, junto con sus empresas, para que los países pobres pudieran dar una respuesta a las pandemias en su país. Chile postuló a un financiamiento del Fondo Global a través del Comité País, formado por el CONASIDA, ASOSIDA, Vivo Positivo, la Universidad de Chile y ONUSIDA, cuyo proyecto fue aceptado con la adjudicación de US$ 39 millones, para el período 2003-2008.
Hasta Julio de 2006, el Fondo Global financiaba entre el 11 y el 15% de los antiretrovirales, lo que permitió impulsar la cobertura universal por parte de FONASA. Además de eso, se realizaron 4 campañas de comunicación sobre prevención, ejecutadas a nivel nacional. Conversamos con ASOSIDA y Vivo Positivo, las dos asociaciones que participan en la elaboración de esas campañas, siendo, como lo destaca Marco Becerra, “una de las pocas redes de la sociedad civil que tiene una entrada tan fuerte en la elaboración de las políticas públicas”. Según Becerra, ese rol de referente del gobierno no les impide criticar su manejo en el tema del SIDA: “nosotros no tenemos ningún problema en decir a la Presidenta que ha estado ausente en el tema del SIDA“.
El tema del SIDA reapareció con la revelación de un fraude en la administración de los US$3,8 millones -9% del presupuesto- atribuidos por el Fondo Global al Consejo de las Américas, contratado para administrar los recursos del proyecto. El escándalo ha tomado gran importancia, porque el Consejo tiene un estatuto público/privado y está constituido por 4 directores de la sociedad civil y el embajador de Estados Unidos, más 4 ministros de Estado: Francisco Vidal, Andrés Velasco, Ana Lya Uriarte (Medio Ambiente) y Romy Schmidt (Bienes Nacionales).
Jorge Osorio, principal inculpado junto a Santiago Araya y Cristián Moscoso, se defendió en TVN, aclarando que “los 100 millones de pesos no tienen nada que ver con el Fondo Global, ya que el proyecto para Chile fue de unos US$34 millones y lo que el Consejo para las Américas administró fueron no más de US$3 millones”. Sin embargo, el fiscal Felipe Sepúlveda reveló la existencia de pagos no justificados y préstamos a entidades y personas naturales.
Es indiscutible que el fraude dañó la imagen país en la realización del proyecto, El vocero de ASOSIDA apunta a que “antes de esta crisis, nunca han podido entrar a La Moneda y menos hablar con ellos de cómo van a financiar la prevención, cómo han financiado a los medicamentos”.
PREVENCIÓN BAJO PRESIÓN
La prevención fue un tema delicado. Según la II Encuesta de Calidad de Vida (2006), sólo el 50% de los jóvenes entre 15 a19 años declaran haber usado preservativo en su primera relación sexual.
Para Crocco, “fue un logro mostrar un condón en la IX campaña ‘Yo decido, me cuido siempre’, aunque pueda parecer absurdo en otros países”. No obstante, esa campaña presentaba una novedad curiosa, pues proponía 3 opciones para protegerse del VIH: “Pareja única toda la vida, abstinencia y condón”, en cuyo caso corresponde a la traducción exacta de los programas que se llevaron a cabo en Estados Unidos en los últimos años, bajo la tipología “ABC” (Abstinence, Be Faithfull, Condon).
Tal como lo declara Deliyanis, los representantes de la sociedad civil pelearon en contra de ese modelo de campaña pues “la pareja estable y la abstinencia son temas religiosos y no medidas sanitarias”. Y la evaluación que presenta el Informe del CONASIDA (2007) sobre la efectividad de esas dos opciones, confirma el fracaso que fue el programa realizado en Estados Unidos: sólo “respecto al uso del condón, las intervenciones tienen alto potencial de éxito, el condón se rompe menos veces que la fidelidad”.
Crocco enfatiza que “como Ministerio de Salud planteamos el condón como única solución”, pero no eran los únicos en decidir y la presión de los medios católicos y de la derecha fue más poderosa.
Deliyanis echa la culpa a “la influencia de los poderes fácticos tal como la Iglesia, la que detenta Canal 13, Megavisión, perteneciente a Ricardo Claro del Opus Deï y el UCV, 3 canales que no difundieron la última campaña”.
En el gobierno hay divergencias de opinión sobre prevención. A raíz de eso, Becerra explica que “hay que ceder un poco frente a las sensibilidades ultra-conservadoras en el gobierno”, como es el caso de “una Ministra de Educación tradicionalista, católica y quien tiene un discurso cercano de la Iglesia”.
EDUCACIÓN (A)SEXUAL
Con la extensión de la jornada escolar, los escolares pasan indudablemente más tiempo en la escuela que en familia, por lo que los colegios deberían constituir el primer pilar de la educación sexual. No obstante, el concepto de libertad de educación representa en Chile un obstáculo, lo que Deliyanis califica de “educación sexual mínima y obligatoria”. El vocero de Vivo Positivo acusa que “si los colegios católicos o privados no quieren hacer educación sexual, que no la hagan. Pero en la educación pública, que todos pagamos, yo exijo que se hagan programas de educación sexual, que se hable de diversidad sexual y de cómo se usa el condón”.
Sin embargo, la situación algo ha mejorado. En 2004, el Ministro de Educación de Lagos, Sergio Bitar, impulsó el nuevo “Plan de Educación en sexualidad y afectividad”, cuyo 6º punto es la prevención del VIH/SIDA y en el cual se pueden leer nociones como “sexo placentero” o “erotismo”, algo bastante revolucionario. Además creó la Secretaría Técnica en Afectividad, Genero y Sexualidad, en la que se iban a realizar talleres en los colegios sobre las vías de contagio. “Pero Yasna Provoste reemplazó a Sergio Bitar y una de las primeras cosas que hizo fue despedir a las personas de la Secretaría Técnica y sacar de la web toda la información relativa a la educación sexual”, expresa Deliyanis. El Ciudadano buscó insistentemente a personas que trabajaron en dicha Secretaría, sin éxito.
Otra experiencia no renovada fue la de las JOCAS (Jornadas de Conversación sobre Afectividad y Sexualidad) que partieron en 1992, con el objetivo ambicioso de romper el tabú sobre el sexo, entregando información relativa a la reproducción y la no discriminación. Según Becerra, las JOCAS quedaron en nada porque “fueron boicoteadas por la derecha y la Iglesia”. Sin embargo, el balance realizado en 2001 por el Ministerio de Educación entregó resultados exitosos: el 85% de los estudiantes reconoció haber aprendido con las JOCAS.
Según Crocco “Chile tiene temas pendientes en educación sexual”, en particular a lo relativo a “la aceptación del condón. Tema en el cual la sociedad civil va 3 pasos más adelante de lo que se puede ver en las políticas públicas”.
Por Margaux Collet