La hazaña podría ser lograda por un submarino supersónico que más bien es un tipo de torpedo cuya forma inusual le ayuda a desplazarse debajo del agua alcanzando hasta 5800 kms por hora.
Este proyecto trabaja con una nueva tecnología llamada supercavitación, lo cual significa que el objeto inmerso en agua se mueve dentro de una burbuja de aire, reduciendo al máximo la resistencia del agua.
No obstante una disyuntiva se abre en el proceso: es prácticamente imposible utilizar medios convencionales de conducción, tales como un timón cuando el navío no toca ni está rodeado de agua.
Investigadores encontraron un modo de solucionar el problema, rociando continuamente un líquido especial en la membrana del torpedo. El concepto de este torpedo especial fue desarrollado por primera vez en la Unión Soviética.
Hasta ahora, científicos chinos han hecho pruebas en naves no tripuladas.
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