El domingo pasado se conoció la noticia de que el Estado argentino retiraría sus acciones del canal multiestatal TeleSUR, el cual comenzó a emitir su señal en 2005, cuando Hugo Chávez estaba vivo y los gobiernos populares en América Latina empezaban a consolidarse.
La resolución del gobierno de Macri implica que la señal con sede en Venezuela e integrada también por Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Uruguay, deje de emitirse en la plataforma estatal de Televisión Digital Abierta (TDA) y también deje de ser obligatoria para las operadoras de cable privadas.
En la misma sintonía, TeleSUR ya había sido eliminada del paquete básico de la empresa Cablevisión (Grupo Clarín), sin ningún tipo de aviso previo ni justificación legal.
De acuerdo al titular de medios públicos, Hernán Lombardi, la decisión se tomó en función de la «pluralidad» y de la «austeridad» que pregona el actual gobierno argentina. Esta cita fue replicada por el diario La Nación en la nota publicada el domingo pasado, titulada «El Estado argentino se va de la cadena TeleSUR».
«Tendenciosidad denota el artículo de La Nación para ´defender´ el ´pluralismo´ de Mauricio Macri, quien decidió abandonar teleSUR, sin establecer comunicación formal alguna con la directiva de este medio, como tampoco ante los canales diplomáticos correspondientes», denunció el multimedios latinoamericano hoy en una nota difundida en su página web.
TeleSUR también acusó a Lombardi de sólo haber «proferido declaraciones ante medios de comunicación sin establecer ningún contacto, ni notificación con la multiestatal».
A su vez, aseguraron que el mencionado artículo de La Nación, «es una apuesta a la censura en nombre de la pluralidad que pregonan», y respondieron a ciertas adjetivaciones que el diario argentino utilizó para referirse a la señal informativa y a las presidencias de Cristina y Néstor Kirchner: «La Nación denomina ´populistas´ a los gobiernos que han logrado históricos indicadores sociales en sus países. Específicamente en el caso de los Kirchner, en más de 10 años lograron la reducción de la pobreza».
En relación al calificativo de La Nación hacia TeleSUR, a quien define como un canal «vocero» de los gobiernos «populistas», la señal sostuvo que «teleSUR no es vocera de gobiernos», sino que es «la voz de los pueblos, es televisión en vivo y en red con evidencias documentales y noticiosas que, a pesar de las amenazas de gobiernos de derecha y aunque intentaron bombardearla, no ha dejado de transmitir».
Luego, en la extensa nota, TeleSUR se pregunta: «¿Se defiende el pluralismo o se ha tomado la decisión de censurarnos?».
Al finalizar, el multimedio recuerda que por su señal han transmitido marchas multitudinarias en contra del gobierno de Mauricio Macri, y hace un repaso por aquellos hechos en los últimos tres meses que han llevado a un apagón mediático en Argentina donde preponderan los medios hegemónicos de comunicación, aliados del oficialismo.
En ese sentido, menciona el levantamiento al capítulo del programa de Roberto Navarro, Economía Política, que transmitiría un especial de tres horas sobre las supuestas irregularidades en las licitaciones de obras públicas que favorecieron al amigo personal del presidente, Nicolás Caputo, durante la gestión de Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
También nombra el allanamiento al canal C5N, la cancelación del canal Senado TV, y el levantamiento del aire del programa “6,7,8” que se transmitía por la Televisión Pública.
En ese marco, la señal TeleSUR concluye con un mensaje hacia la ciudadanía del país austral: «Telesur reitera al pueblo argentino su amor, su incondicionalidad así como el compromiso de hacer en cada jornada lo mejor que podamos hacer para contar nuestra región de la mejor manera posible».