La jornada de este miércoles, justo al mediodía, comenzó una reunión en la sede en Chile de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La cita, que se extendió hasta pasadas las seis de la tarde, tuvo como protagonistas a la doctora Paloma Cuchí –representante de la entidad en suelo nacional– y a varios activistas del VIH que habían quedado fuera de una actividad realizada por la OPS el 21 de agosto, cuando recibieron a un miembro del equipo de la institución que se dedica en exclusivo al estudio del virus.
«Siempre estamos perdiéndonos estas reuniones, porque no se encargan de saber sobre las organizaciones que trabajan la temática, las que realmente estamos activas», comenta Elayne Leyton, presidenta de la Agrupación de Personas Viviendo con VIH sección Antofagasta, quien comenzó su activismo hace más de 19 años.
Otro de los presentes era Willy Morales, director de la Red Nacional de Pueblos Indígenas. A las dos de la tarde, el lonko huilliche le informó a Víctor Hugo Robles –el llamado Che de los Gays– que a partir de ese minuto la oficina de la OPS se declaraba en toma. Robles lo comunicó a través de Twitter.
«Yo estaba envuelto en la bandera de Naciones Unidas, pidiendo asilo, porque mi vida y la de muchos indígenas que viven con VIH está en peligro por la omisión del Estado, en complicidad con la OPS«, cuenta Morales.
Las heridas con las que llegaron al encuentro –incluyendo una acusación de racismo por parte del lonko– fueron quedando a un lado, para así comenzar a poner sobre la mesa las distintas demandas que se solicitaban a la entidad dependiente de la OMS, que podría tener un rol fundamental de garante frente al Estado.
Las principales preocupaciones
Uno de los temas principales que querían tocar este conjunto de dirigentes era el eventual traslado que vendría a ocurrir en los tratamientos del VIH, pasando de los hospitales a los consultorios. «Una de las cosas que más nos afecta en Antofagasta es cambiar la atención de personas viviendo con VIH de los programas de los hospitales, trasladarlos a los consultorios. Es inaudito. Al que se le ocurrió esta idea no sabe nada», dice Leyton.
Esta medida, según la activista, implicaría menos personas interesadas en realizarse chequeos o tratamientos. «Sabemos que la gente no va a ir a la atención primaria. En el consultorio está la vecina, el caballero del almacén. Ahí todo se habla. ¡Quién va a ir a sentarse al lado de todo el mundo que te conoce! Se van a empezar a morir«, complementa.
Willy Morales, por su parte, cuenta que en su ciudad de residencia, Castro, «tenemos un solo Cesfam, y todos son parientes de todos. ¿De qué manera se puede resguardar la confiabilidad? Vamos a llenarnos de estigmas. Todo lo avanzado se puede perder».
Uno de los tantos acuerdos, en los que la OPS se comprometió a mediar ante el Ministerio de Salud (Minsal), se trata justamente de eso: «que los usuarios de VIH no se vayan a los consultorios. Desde Minsal respondieron que se va a hacer una mesa de trabajo para tratar estos temas», anuncia Morales.
Los otros entendimientos tienen que ver con mantener el equipo de salud e infectología y modelo de atención de VIH en Antofagasta y el Hospital San José, en Santiago; incorporar nuevos medicamentos bioequivalentes; que la OPS vaya a conocer el centro de atención indígena de VIH; reforzar el cumplimiento de la Ley del Sida, principalmente en prevención (ausencia de campañas); analizar el modelo de atención de personas viviendo con VIH pero de manera participativa; y velar por el acceso a test rápidos y masivos a través de organizaciones sociales y pueblos indígenas.
«En la Región Metropolitana hay dos centros de atención externa que hacen este test rápido. Vivo Positivo, que lo cerraron, y Red OSS, en Conchalí. Se le colocan barreras que son injustificadas. Yo prefiero un falso positivo antes que un diagnóstico tardío«, explica Willy Morales.
Centros paralelos a la salud pública
Red OSS lleva más de 25 años trabajando en la comuna de Conchalí. Nunca ha recibido dinero por parte del Minsal, y se mantiene a partir de aportes del municipio o de socios anónimos. Llevan una década realizando el test rápido para detectar la presencia de VIH/SIDA, un sistema que se aplica en países como Brasil y Francia desde mediados de 2017.
Esa idea está empezando a ser evaluada por las autoridades de salud. Pero todavía hay mucho que avanzar; sin ir más lejos, una de las últimas demandas de este conjunto de activistas ante la OPS es que intervengan para que esta modalidad de chequeo sea comercializada en las distintas cadenas de farmacias presentes en el mercado chileno.
Este medio realizó las preguntas aclaratorias a la Organización Panamericana de la Salud. Hasta el cierre de esta edición no obtuvimos respuestas.
Revisa la entrevista a Elayne Leyton y Willy Morales a continuación: