Tras el quiebre de relaciones de Arabia Saudita con Qatar: El tenso mapa que emerge en Oriente Medio

"El mapa está muy revuelto, y eso tiene que ver con las decisiones de la inteligencia norteamericana y los grupos de presión", sostiene el analista internacional Pablo Jofré.

Tras el quiebre de relaciones de Arabia Saudita con Qatar: El tenso mapa que emerge en Oriente Medio

Autor: Jose Robredo

Medio Oriente se encuentra en estado de extrema tensión tras la decisión de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto de romper relaciones diplomáticas con el reino de Qatar, acusándolo de prestar ayuda a grupos terroristas que asolan a la región y a Europa.

Esta medida viene a generar un nuevo escenario en el ya complicado mapa de la zona: La guerra en Siria, las tensiones con Irán y las consecuencias que tiene el conflicto palestino-israelí, claramente redundan en una región inestable y que concentra el conflicto de intereses que disputan Estados Unidos y Rusia permanentemente.

Ahora, Qatar tiene un rol importante, a pesar de que es un reino de 1.7 millones de habitantes -donde sólo 300 mil son autóctonos- y tiene un territorio que es más pequeño que la Región Metropolitana, ya que es el primer exportador mundial de gas y el décimo de petróleo. Qatar Airlines es su línea aérea oficial, que cubre operaciones en todo el mundo; la cadena de noticias Al Jazeera es su medio, que bajo la lógica de CNN o la BBC entrega la mirada del mundo árabe de la actualidad, y bajo el mandato de Tamim bin Hamad Al Thani hace gala de los millonarios ingresos que obtiene.

En el cuadro de las alianzas, Qatar hasta ahora cuenta con una «estrecha» relación con Estados Unidos, la que se refleja en la instalación de una serie de bases militares norteamericanas en el territorio qatarí, incluso este Estado árabe. Sin embargo, eso no le ha granjeado problemas para llevar una política internacional independiente a la que se concreta con el apoyo a Hamas y, anteriormente, haber apoyado a los Hermanos Musulmanes en Egipto y al depuesto presidente egipcio Mohamed Morsi.

El punto de inflexión viene con el acercamiento de Qatar a Irán, hecho que puso las alertas en la Casa Blanca y en el Consejo de Cooperación del Golfo. Para el analista internacional Pablo Jofré, el apoyo a grupos terroristas es «la excusa». «El elemento de fondo de su decisión es situarse fuera de esta coalición de Medio Oriente para atacar a Irán, en virtud de disputas regionales impulsadas por Arabia Saudita», argumenta.

Jofré recalca que el nuevo escenario se concreta tras la solicitud de Qatar de «suavizar las tensiones con Irán, cosa que Arabia no estaba dispuesta a realizar».

El papel de Estados Unidos en la crisis

«Todos estos hechos se despliegan luego de la visita de Donald Trump a Oriente Medio y se desatan varias situaciones: Ordenar e intensificar la presión a Irán y sus cercanos, lo que se concreta con la acusación de que Qatar es un factor de desestabilización en Medio Oriente, lo que es real tanto para Qatar como para el resto de los países del golfo», sostiene el analista internacional a la hora de ponderar la crisis que se encuentra en desarrollo. Al mismo tiempo, recalca: «Aquí se busca un chivo expiatorio y seguir con el cerco a Irán».

Como se mencionaba anteriormente, el mapa de Medio Oriente es fiel reflejo de la disputa -soterrada por momentos- de Estados Unidos y Rusia en la región, y cuyo efecto más visible es la guerra que ha destruido a Siria desde 2011.

Jofré, en este sentido, plantea el escenario de la siguiente manera: «Tienes dos sectores en Medio Oriente: uno, los que sostienen la alianza entre el imperialismo, el sionismo y el wadabismo, es decir, Estados Unidos, la entidad sionista y la monarquía Saudí. Y de esta alianza derivan otras: Israel-Jordania, Arabia Saudí-el Consejo de Cooperación del Golfo, más Egipto y Sudán».

«La otra alianza es encabezada por Irán, Siria, Iraq, Hezbola, milicias chiítas y palestinas. De esta forma, el mapa se comienza a tensionar, porque Qatar refuerza su acercamiento con Irán para defenderse», sostiene Jofré, el que por otro lado agrega que «los turcos -otrora también aliados de Estados Unidos en la región- han ofrecido ayuda a Qatar y hoy tenemos a tropas turcas que están haciendo ingreso a este reino, ya que hay bases militares en ese territorio».

Consecuencias de la decisión

El polvorín político y bélico que ha caracterizado a Medio Oriente se refuerza con el actual estado de las cosas. Por ello, la tensión se convierte en factor para llegar a una solución pacífica antes de aumentar los grados de violencia en la zona.

Para Pablo Jofré el hecho esencial en el actual momento es que «la llegada de Donald Trump al gobierno norteamericano fue tensionar, dividir y fragmentar aún más la precaria estabilidad que hay en la zona».

Esto ha tenido una primera consecuencia, y no menor por cierto, que es el acercamiento de Turquía al bloque Irán, Rusia y Qatar, ya que, según Jofré, «Turquía, que había sido uno de los grandes apoyos a los grupos terroristas en la guerra de Siria, se dio cuenta de que en algún momento se vería encerrada. Y por ello decide un acercamiento con Rusia e Irán».

De esta forma cabe preguntarse si la situación se le escapó de las manos a Estados Unidos o es una estrategia premeditada. Para Jofré las tensiones tienen relación con «las decisiones de la inteligencia norteamericana y los grupos de presión». En ese sentido, sostiene que «el escenario se le fue de las manos en los tiempos de Obama, pero ahora sólo buscan seguir fragmentando, para que el desorden y balcanización sea una vía para que los organismos internacionales pidan ayuda a las grandes potencias y así poder intervenir con mayor fuerza».

«Esta serie de acciones tiene que ver con tesis del caos premeditado, que ha sido por años parte de la política exterior norteamericana», concluye Jofré.


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