Trump «advierte» a Argentina: proteger a Evo puede costarles caro ante el FMI

Aunque el norteamericano sorprendió al argentino con una llamada de felicitación tras ganar las elecciones, ya ambos están en desacuerdo en una variedad de temas de política exterior

Trump «advierte» a Argentina: proteger a Evo puede costarles caro ante el FMI

Autor: Alexis Rodriguez

Con su acostumbrado verbo colonialista, Washington lanzó una advertencia -con aroma de amenaza- sobre el presidente argentino, Alberto Fernández: sus primeros movimientos en política exterior pueden poner en peligro el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la inversión estadounidense en los vastos campos de petróleo y gas de esquisto de la nación suramericana.

De acuerdo con la agencia Bloomberg, un alto funcionario de la administración de Donald Trump le comunicó que proteger a Evo Morales -presidente boliviano depuesto por un golpe de Estado- y comprometerse con el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela “cruzó una línea roja y podría costarle a Argentina el respaldo de nuevos fondos e inversiones del FMI en los campos de esquisto de Vaca Muerta”.

El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que aunque muchos de los asesores de Fernández son pragmáticos y entienden estos riesgos, “la influencia de la vicepresidenta Cristina Fernández dentro de la administración lo está acercando a los líderes izquierdistas rechazados por Estados Unidos”.

En ese sentido, un funcionario del Departamento de Estado dijo que Washington había dejado en claro que los gobiernos regionales deberían “apoyar los esfuerzos de la administración boliviana interina”, como se refieren ellos al gobierno de facto, para organizar unas elecciones en las que, por dictamen autoritario, no puede participar Evo Morales.

Asimismo, EE. UU. también instó a los gobiernos regionales a negarle a Morales una plataforma para influir en la política boliviana, agregó el funcionario. Bloomberg añade que la Casa Blanca no respondió a las solicitudes de comentarios, mientras que una portavoz del Tesoro declinó hacer comentarios.

Miembros de la administración Trump expresaron sus preocupaciones a Fernández y sus asesores durante reuniones recientes en Buenos Aires, Ciudad de México y Washington.

Resulta que la oferta de asilo a Morales molestó a Washington, además de “señales” de que “Fernández está alineando a Argentina más cerca de otros políticos de izquierda”, como Miguel Díaz-Canel de Cuba, Maduro de Venezuela y el expresidente ecuatoriano Rafael Correa.

Esa frustración aumentó cuando Mauricio Claver-Carone, uno de los principales asesores de Trump, voló a Buenos Aires para la toma de posesión de Fernández, pero se retiró tras enterarse que un funcionario venezolano sancionado estaba entre los asistentes.

De igual manera, Bloomberg reseñó que un alto funcionario argentino negó que EE. UU. retirara su apoyo a un acuerdo con el FMI en recientes reuniones de trabajo.

La influencia en el FMI

Estados Unidos tiene gran influencia en el FMI, por ser su mayor accionista, y fue clave al momento de conceder el “préstamo” al expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019), un rescate financiero récord de 56 mil millones de dólares.

Alberto Fernández criticó el acuerdo en su momento, argumentando que fue diseñado para ayudar a ganar la reelección de Macri. Ahora, desde la Casa Rosada, ha reconocido la importancia del diálogo «constructivo y cooperativo» con el FMI.

El Mandatario, además, ha promocionado a Vaca Muerta como esencial para impulsar el crecimiento de una economía que ha entrado y salido de la recesión durante la última década.

La agencia recuerda que aunque Trump sorprendió a Fernández con una llamada de felicitación tras ganar las elecciones de octubre, ya ambos han estado en desacuerdo en una variedad de temas de política exterior.

“Esa fricción llega en un momento delicado para Argentina. El Gobierno de Fernández dijo que no puede pagar su deuda y que está iniciando conversaciones con el FMI y los tenedores de bonos. Los funcionarios estadounidenses le habían aconsejado a Argentina que negociara con el FMI antes de comprometerse con los acreedores”, dijo la fuente de Bloomberg.

En el caso del líder boliviano, cuando Morales fue depuesto en noviembre, Fernández se alineó con Venezuela, Cuba y México, criticando a Trump por aplaudir el golpe militar.

Para el argentino, EE. UU. “retrocedió décadas» en política exterior y «regresó a lo peor de la década de 1970, respaldando intervenciones militares contra gobiernos populares». Pocos días después de asumir la Presidencia, su gobierno aceptó la solicitud de asilo de Morales en Argentina.

El Jefe de Estado también constituye un obstáculo potencial para los objetivos políticos de Trump en Venezuela. En enero pasado, Washington reunió a la mayoría de los mandatarios regionales, incluido Macri, detrás del diputado venezolano Juan Guaidó, en un esfuerzo por derrocar a Maduro.

Sin embargo, Fernández, aunque ha sido crítico de la gestión de Nicolás Maduro, se ha abstenido de llamar dictador al venezolano y sugirió que Argentina podría adoptar un enfoque más neutral hacia Caracas.

La recuperación económica

En el plano económico, las «estrictas» regulaciones cambiarias de Argentina seguirán vigentes mientras el gobierno busca estabilizar la economía, informó Página 12, citando al ministro de Producción, Matias Kulfas.

En diciembre, los legisladores le otorgaron al presidente Fernández poderes extraordinarios para renegociar los términos de la deuda con los acreedores y aumentar los impuestos, marcando una victoria en su primera legislación desde que asumió el cargo.

«En el contexto actual, las estrictas regulaciones cambiarias son inevitables», dijo Kulfas, un ex funcionario del Banco Central de estrechos vínculos con el presidente.

Asegurar la estabilidad de la economía es «prioridad absoluta», añadió Kulfas. Si bien las políticas monetarias podrían revisarse a medida que el crecimiento se normalice, «a mediano plazo, tendremos que vivir con el sistema actual», agregó.

Argentina está buscando nuevas formas de financiar sus próximos pagos de cupones denominados en el extranjero, incluidas las recientes ventas de bonos denominados en pesos. Su carga de deuda total es de $ 332 mil millones, incluidos los préstamos del FMI. La deuda pendiente con los tenedores de bonos privados es de aproximadamente $ 148 mil millones.

Kulfas dijo a Página 12 que Argentina necesita un mecanismo para reducir el impuesto al valor agregado para los productos de consumo, dirigido a los más pobres. El Gobierno renegociará las tarifas de electricidad y gas, y garantizará que los precios del combustible estén cerca de los del crudo internacional.

Además, el Ejecutivo también analizará un acuerdo comercial entre el Mercosur, el bloque comercial sudamericano y la Unión Europea, y el impacto en el sector productivo.

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