Ayer a la noche, una manifestación frente a la gobernación de la Provincia de Tucumán que reclamaba por la falta de transparencia (40 urnas quemadas inclusive) en los recientes comicios, fue brutalmente reprimida por la policía provincial. El gobernador Alperovich quedó en el eje de la tormenta. Las escenas recordaron a los momentos más tristes de la vida política argentina.
La situación se agrava considerando que el gobernador pertenece a un espacio nacional que se jactó desde el principio de su mandato en no reprimir la protesta social. El candidato opositor, José Cano, pide que los comicios se vuelvan a realizar. El presidente de la junta electoral niega el fraude y dice que es imposible volver a realizar los comicios.