En su XIII Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual en Chile, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), arrojó conclusiones dispares en cuanto al avance en la diversidad sexual en nuestro país. Ejemplo de lo anterior es el aumento en un 65% en 2014 de las denuncias de esta naturaleza en contraste con los avances a nivel legislativo o la apertura de las Fuerzas Armadas frente a este insostenible conflicto.
237 denuncias, que incluyen 5 asesinatos por razones homofóbicas, son el oscuro escenario que denuncia este informe. Oscar Rementería, vocero del Movilh, sostuvo la necesidad de crear una institucionalidad, que más allá de avances simbólicos, enfrente de manera concreta cualquier tipo de discriminación y exclusión y que fiscalice la aplicación efectiva de los derechos que velan a este grupo de la población.
Este informe consigna, además, las instituciones y personas responsables de acciones, discursos y juicios de carácter homofóbico. Quienes lideran este vergonzoso listado son el Tribunal Constitucional, la Unión Demócrata Independiente (UDI), algunas universidades y colegios, asociaciones de Iglesias Evangélicas y en quinto lugar, la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica.
Si bien, el Movimiento reconoce avances significativos en asuntos concernientes al tema de la diversidad sexual como la discusión en la agenda pública sobre las familias homoparentales y la aprobación de la AUC (Acuerdo de Unión Civil) o el apoyo ofrecido por la Armada a un marino que reconoció públicamente su homosexualidad, es innegable que la construcción del ideario social actual, sigue castigando torpemente a este importante grupo de la ciudadanía.