Pepa Hoffman señaló a Cooperativa que “va a ser una interpelación lo más participativa y ciudadana que podamos», aludiendo a la creativa idea de usar Twitter como una herramienta que generará la posibilidad de que cualquier persona planteé sus inquietudes al ministro. Señaló que se trata de “»dar la oportunidad a los papás para que ellos tengan un espacio para poder ser escuchados que no han tenido hasta ahora».
Además, hizo énfasis en que la interpelación no responde a la intención de pedir la salida del ministro, a pesar de que a su juicio el ministro ha sido “arrogante y ha tratado mal a los apoderados” e incluso los trató de “arribistas”. Sin embargo, para la rubia eso no constituye falta suficiente como para pedir su cabeza y la interpelación responde a que, desde su sector, se quiere hablar sobre la reforma y responder a las familias sobre qué es lo que pasará con los colegios de sus hijos.
Claro, ella no quiere la cabeza del ministro y de seguro tampoco quiere que la reforma fracase. Sólo quiere “dar tranquilidad a las familias” y que la Presidenta hable a través del ministro.