Último debate Clinton-Trump: El doble estándar de los candidatos a la Casa Blanca

Clinton insistió en que EEUU "ha mantenido la paz con nuestras alianzas" y "ha hecho más seguro el mundo". Trump la acusó de generar, durante su gestión en el Departamento de Estado con Obama, el terreno propicio en Irak, Libia y Siria para el advenimiento del Estado Islámico, lo que en ningún caso ha elevado la seguridad.

Último debate Clinton-Trump: El doble estándar de los candidatos a la Casa Blanca

Autor: Matías Rojas

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Una última oportunidad para enamorar a los votantes no convencidos tuvieron este miércoles en Estados Unidos los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump. La posesión de armas, el aborto, la migración y la crisis en Medio Oriente fueron temas que nuevamente se tomaron la agenda.

Los contrincantes volvieron a marcar sus diferencias, pero resaltó en ellos, al igual que en debates anteriores, el doble estándar.

Cuando el republicano habló mal de los indocumentados y el peligro que su ingreso indiscriminado representaba para la seguridad de EEUU, la ex secretaria de Estado no tardó en señalar que una parte importante de esos inmigrantes ayudó a construir la «Trump Tower» del magnate, recibiendo a cambio salarios reducidos.

Igualmente, Clinton afirmó que su competidor representaba incorrectamente sus propuestas para atacarlas, ya que en ningún caso apoyaba tener «fronteras abiertas».

Fue entonces cuando el moderador Chris Wallace le consultó a la primera dama por la filtración, a través de Wikileaks, de un discurso entregado en un banco brasileño en el cual se mostraba partidaria – textualmente – de querer «fronteras abiertas» para EEUU. Hábilmente, la demócrata respondió que sus palabras aludían a la colaboración regional de países en materias de energía y cambió el foco al sitio web de Julian Assange, al que acusó de intervenir los comicios con apoyo de Rusia.

Clinton citó información proveniente de «17 agencias de inteligencia» que supuestamente culpaban al Kremlin por los hackeos. Trump dijo no creer en dichas conclusiones. Junto con negar, como la vez anterior, cualquier vínculo de amistad directa con el presidente Vladimir Putin, se mostró abierto a colaborar eventualmente con Rusia para combatir al Estado Islámico. Esto llevó a Clinton a acusarlo de ser una «marioneta» y fomentar el espionaje de una potencia extranjera, a la cual favorecía también con sus críticas a la OTAN.

En materia de gasto público, la ganadora contra Bernie Sanders prometió aumentar los impuestos a grandes corporaciones para invertir en educación. Exceptuando el tema universitario, Trump calificó el programa como un «desastre» y recordó que Obama doblegó la deuda nacional, que el acuerdo NAFTA de Bill Clinton deterioró la economía, y que los aliados de EEUU no han devuelto un peso de lo que se les ha proporcionado en asistencia militar.

Clinton insistió en que EEUU «ha mantenido la paz con nuestras alianzas» y «ha hecho más seguro el mundo». Trump la acusó de generar, durante su gestión en el Departamento de Estado con Obama, el terreno propicio en Irak, Libia y Siria para el advenimiento del Estado Islámico, lo que en ningún caso ha elevado la seguridad.

Wallace le preguntó a Trump por mujeres que en los últimos días han ratificado haber sido víctimas de acosos y tratos indignos por el multimillonario. «No conozco a ninguna de ellas», contestó él, y se encargó de responsabilizar a la campaña de Clinton por estar detrás de una supuesta maniobra comunicacional para afectarlo. Trump agregó que el mismo equipo – tal como se conoció en un video publicado recientemente – fomentaba la violencia en sus rallys.

Enseguida, el presentador lanzó un dardo a Clinton, preguntándole por los beneficios que obtuvieron las empresas financistas de la fundación que dirige con su marido cuando estuvo en el gobierno. La candidata aseguró que todo su trabajo en el Departamento de Estado había sido «en servicio del país», procediendo luego a enumerar las actividades filantrópicas de la organización, casi evitando ir al grano.

Mientras que Wallace pedía a la demócrata responder el fondo de la pregunta, Trump aprovechó de cuestionar los aportes que la Fundación Clinton ha recibido de Arabia Saudita, régimen que «trata horriblemente» a mujeres y minorías sexuales. «Deberías pedirles que devuelvan el dinero», apuntó con su volumen característico.

Ya en ese terreno, y sin contestar a la pregunta inicial, Clinton volvió a golpear a Trump con su negativa a entregar copia de sus declaraciones de impuestos, cuyo pago – subrayó – se comprobó que evadió durante años. El republicano trató de hacer empate mencionando que Warren Buffet y George Soros, dos hombres poderosos que meten plata en la campaña de Hillary, hacían lo mismo que él.

Trump agregó que ella no fue capaz de cambiar la ley que permitía esas trampas desde el Congreso, por lo que mucho menos lograría hacer nada como presidenta en otras materias.

Un tema que generó sorpresa fue la respuesta que entregó Trump al moderador cuando éste lo instó a aclarar si aceptaría el resultado de las elecciones ante una eventual pérdida frente a Clinton. El multimillonario, quien ha insistido en los últimos días en que hay un supuesto fraude electoral en marcha, dijo que eso lo analizará en su momento, es decir, el mismo día de la votación.


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