Fueron poco más de 6.694.900 votantes, un 46,7% del padrón electoral vigente, los que se acercaron a los centros de votación para marcar su preferencia, quizás en lo único que acertaron las proyecciones previas a las elecciones de este domingo 19 de noviembre, y dieron un verdadero remezón al escenario político nacional.
Las cifras son contundentes y establecen que el modelo binominal al que estábamos acostumbrados tocó fondo, primero en la presidencial, donde Sebastián Piñera obtuvo un 36,6% (2.414.195 votos), Alejandro Guillier 22,7% (1.495.496 votos), Beatriz Sánchez 20,2% (1.335.789 votos), José Antonio Kast 7,9% (522.621 votos), Carolina Goic 5,8% (387.405 votos), Marco Enríquez-Ominami 5,7 (376.131 votos), Eduardo Artés 0,51% (33.732 votos) y Alejandro Navarro 0,36 (23.998 votos).
Lo mismo pasa en el caso de las elecciones parlamentarias, donde Chile Vamos obtuvo 73 diputados y 12 senadores, Fuerza de Mayoría y la DC (lo que hasta hace un tiempo conocíamos como Nueva Mayoría) 56 diputados y 10 senadores, el Frente Amplio 20 diputados y 1 senador, Fuerza Regionalista Independiente 4 y un solo representante independiente.
Con esto los resultados señalan de forma clara la instalación del Frente Amplio como tercera fuerza política, a pesar de que las encuestas previas aportillaban dicha aspiración, y que la derecha llega a su techo histórico de 44%, lo que para un escenario de segunda vuelta les resulta desfavorable. Mientras, para las huestes guilleristas viene la tarea de convencer al electorado respecto de su capacidad para ganar el balotaje y, quizás lo más complejo, de convocar al frenteamplismo a sumarse a un proyecto socialdemócrata que hasta ahora no ha presentado puntos en común.
Los discursos de los candidatos refuerzan el nuevo mapa. Piñera, en el escenario preparado para otro tipo de festejo, expresó: “Hemos recibido en forma fuerte y clara la voz de los chilenos”, agregando que se obtuvo “un gran resultado electoral».
A su turno, Alejandro Guillier envió un mensaje al Frente Amplio expresando que “las puertas están abiertas para todos, esta noche comienza un nuevo Chile, más amplio, más solidario”. Palabras que reforzó expresando que “el cambio en Chile está en marcha, demostraron que hoy las mujeres tienen el mismo espacio que los hombres”.
Mientras, la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, lució su fase más política en todo este período y no dio por sentado un apoyo a la candidatura de Guillier en segunda vuelta: «Vamos a seguir construyendo con mucha esperanza y convicción, porque las ideas que hoy estamos colocando sobre la mesa, la forma en que lo estamos haciendo, fue respaldada hoy en las urnas y eso es lo que quiero decirle a todo Chile», señaló.
Además se dio tiempo de tocar la oreja a las encuestas que le daban la mitad de la votación obtenida, expresando que «mañana quiero una explicación de estos que se sienten los dueños de Chile diciendo que nosotros estábamos fuera. Explíqueme en qué momento íbamos a sacar un 8 por ciento, cuando tenemos un 20 por ciento».
El Frente Amplio: tercera fuerza
A 10 meses de su aparición en la escena nacional, el conglomerado que reúne a organizaciones de izquierdas, socialdemócratas y ecologistas ha marcado un quiebre en el escenario político chileno y se proyecta como la tercera fuerza política del país.
A pesar de que las encuestas previas ponían en duda la capacidad electoral del conglomerado, lo que se acentuaba con la serie de desencuentros en su interior, el Frente Amplio dijo presente y pone la incertidumbre a la hora de proyectar posibles resultados para la segunda vuelta presidencial del 17 de diciembre próximo.
El 20% obtenido en la presidencial, junto con los muy buenos resultados a nivel parlamentario y de consejeros nacionales, lo sitúa como la tercera fuerza política del país y con bastante margen de crecimiento a la hora de mirar las alternativas que proponen la derecha y el actual oficialismo.
«Hoy día estamos cambiando el mapa político de Chile, no solamente por este millón 200 mil votos, sino por todos los votos que hoy día nos van a dejar una bancada parlamentaria del Frente Amplio», señaló la candidata presidencial Beatriz Sánchez a la hora de saludar a sus adherentes.
Al mismo tiempo, comenzando a hacer uso de su capital político, recalcó que «cuando nosotros dijimos no más AFP, 1 millón 200 mil personas dijeron ‘sí se puede hacer’; cuando quisimos sacar el negocio de la Salud, fijar el precio de los medicamentos, 1 millón 200 mil personas dicen ‘sí se puede’”.
Junto con eso, apuntó que «estoy tan orgullosa de las familias chilenas que confiaron en lo que podríamos hacer, que creyeron que estábamos haciéndolo con las manos limpias, pero también desde la cabeza y con el corazón”.
Respecto de la segunda vuelta presidencial, la líder del frenteamplismo dejó claro que Sebastián Piñera no es una opción viable para el país, aunque no concretó su apoyo para la figura de Alejandro Guillier, cuya propuesta programática no responde a las presentadas por el conglomerado de izquierdas.
En este sentido, Sánchez sostuvo: “Sebastián Piñera es un retroceso para el país y el país va por otro rumbo. Eso está clarito”.
Segunda vuelta, pronóstico reservado
Como ya se ha dicho, todo augurio presentado previo a las votaciones de este 19 de noviembre podemos guardarlo en el cajón de las cosas olvidadas. De hecho, podríamos decir que la historia que se escribe a partir de este lunes 20 no tiene antecedentes previos.
Los números son claros para decir que Piñera, sumado a la votación de José Antonio Kast -quien le entregó su apoyo tras conocerse los resultados de los comicios- suma un 44% de los votos, los mismos que presenta la mejor histórica de la derecha en una primera vuelta presidencial: en 2009 cuando el ex presidente logró dicha votación frente a Eduardo Frei.
Para el caso de Guillier, la remontada parece ser compleja, pero no imposible. Con los resultados ya conocidos, el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, hizo un llamado a votar por el periodista en el balotaje. Mientras, la abanderada DC, Carolina Goic, dejó en manos de la institucionalidad de su partido la decisión al respecto.
De traspasarse los votos de ambos candidatos a Guillier, éste quedaría muy cerca de Piñera, por lo que lo que decidan los adherentes del Frente Amplio -aunque sea una parte- adquiere un rol fundamental a la hora de evitar el regreso del ex presidente al gobierno.
Ante tal tablero de ajedrez, la participación ciudadana en las votaciones viene a tener un rol importante. De mantenerse el 46,7% de este domingo 19 las opciones de Piñera se mantienen o aumentan, de lo contrario será Guillier quien tomaría la posta de Michelle Bachelet.
Sabido es que la derecha es disciplinada en escenarios ajustados, y la Nueva Mayoría (e incluso la vieja Concertación) tienen igualmente capacidad de movilización en momentos como estos, por lo que será la política la que tendrá protagonismo en estos casi 30 días de campaña.
De todas formas, ya no habrá encuestas en las que confiar, sólo depende de la capacidad del guillerismo de convocar votantes.
Por José Robredo Hormazábal / @joserobredo