Minutos antes de lo pactado pactado, sobre las 09:43, el presidente electo de Uruguay Tabaré Vázquez llegó al Palacio Legislativo junto al vicepresidente Raúl Sendic, donde en Asamblea General ambos fueron embestidos en sus cargos de la mano de la ex presidenta de la Asamblea, la senadora Lucía Topolansky, esposa del ex presidente José Mujica, quien le cedió su cargo de presidenta a Sendic.
Luego Vázquez brindó un discurso que se extendió por aproximadamente 30 minutos donde el eje central fue el ideario del prócer uruguayo José Gervasio Artigas y los valores proclamados por él: “libertad, democracia, autogobernación y tolerancia”, actitudes que deberán imitar del prócer y los que guiarán y “animarán las políticas y medidas concretas” del nuevo gobierno, expresó el mandatario.
Al inicio de su oratoria, Vázquez saludó los “30 años ininterrumpidos de democracia que hay en Uruguay”, así como saludó al ex presidente de la República Julio María Sanguinetti (integrante del opositor Partido Colorado), quien en 1985 recibió la Presidencia de la República, el primer gobierno democrático tras la salida de la dictadura.
También recordó que “hace exactamente diez años” asumía la Presidencia, convirtiéndose en el primer mandatario de izquierda en Uruguay, pero hoy la vida le brinda “una segunda oportunidad, han pasado muchas cosas en Uruguay, cosas buenas, malas y otras sencillamente horribles”. En este sentido se refirió a aspectos de violencia, hambre, intolerancia y discriminación, los cuales contextualizó también a nivel mundial sumando en este caso los conflictos bélicos, entre otras cosas. Por el contrario, destacó que “también hay signos positivos, ya que no son pocos los que luchan por la paz y se preocupan por la paz y el medio ambiente. Frente a esta dramática crítica, están los valores de nuestro país, valores de un gobierno artiguista”.
En tanto, realizó un contexto histórico mundial sobre la época en que nació y creció Artigas, su lucha por los derechos humanos y la igualdad para la población.
Para concluir su alocución, Vázquez dijo que tal como lo establece el artículo 45 de la constitución de la República, trabajará para brindar un sistema de “salud para todos y vivienda digna para los uruguayos” así como se compromete a respetar y hacer respetar la constitución así como difundir los principios y valores artiguistas, “en este momento tan particular que atraviesa el mundo”.
Tras culminar su discurso, saludó a los mandatarios extranjeros presentes en uno de los palcos de la sala parlamentaria tales como el presidente de Ecuador, Rafael Correa, la chilena Michelle Bachelet, la brasileña Dilma Rousseff y el ex rey de España Juan Carlos I.
En tanto, la ceremonia que cuenta con unos 1.500 invitados, tuvo destacadas ausencias como son las del presidente venezolano Nicolás Maduro, la argentina Cristina Fernández y el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden. En el caso del mandatario venezolano, ayer se contactó con Vázquez para informarle que no podría viajar a Uruguay debido a la difícil situación política que atraviesa su país. Mientras que Biden también llamó a último momento para disculparse ya que un fuerte estado gripal le impidió viajar y concretar la reunión que tenía prevista con el nuevo presidente. Por otra parte, la presidenta argentina envió en su lugar al vicepresidente Amado Bodou lo que generó gran disconformidad de la clase política uruguaya por su vinculación en varios casos de corrupción que hoy son investigados por la justicia argentina, y cuenta con varios procesamientos.
Vázquez y Sendic también saludaron a legisladores y a los cuatro ex presidentes uruguayos tras la vuelta a la democracia, quienes fueron ubicados en otro de los palcos, para luego trasladarse a la sala de la Presidencia de la Cámara de Representantes donde el presidente se reencontró con su familia mientras que el vicepresidente concurrió a la sala de la Presidencia de la Cámara de Senadores. Esta instancia privada se realizó sin presencia de la prensa.
En tanto, en las afueras del Palacio Legislativo se registró una baja concurrencia de militantes, entre ellos jóvenes que protagonizaron cánticos en apoyo a favor del mandatario venezolano Nicolás Maduro, quienes fueron saludados por diplomáticos venezolanos cuando salieron del Parlamento. Mientras que a pocos metros, otros apoyaban y saludaban al opositor Henrique Capriles.