El dirigente opositor venezolano Henrique Capriles se reunió este lunes en la Casa Rosada con el presidente argentino Mauricio Macri para solicitar la acción del Mercosur y la Unasur para mediar en la crisis política de su país.
En declaraciones a la prensa Capriles afirmó que “no hay ningún giro” en la postura del presidente de Argentina respecto de la aplicación de la cláusula democrática contra Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA).
El encuentro entre Macri y Capriles se produjo luego de que la oposición venezolana manifestara públicamente su disgusto por la postura adoptada por Argentina frente a la decisión del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de activar la Carta Democrática contra Venezuela, que puede suponer su suspensión de la organización. El presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup, apuntó que le daba “pena la posición Argentina” en la sesión de la OEA por no impulsar la aplicación de la Carta Democrática.
Recientemente, la canciller argentina Susana Malcorra planteó que «los problemas de los venezolanos se deben resolver entre ellos sin intervención externa», aunque destacó «el pedido» del gobierno argentino «para que las partes dialoguen».
Para diferentes especialistas políticos la visita del dirigente de derecha al país suramericano tiene la intención de promover los los planes de injerencia internacional de la oposición venezolana y acelerar el proceso de revocatorio contra el presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro.
Organizaciones sociales rechazan la visita
Varias organizaciones populares argentinas, ligadas al Campamento Antiimperialista, se reunieron en Plaza de Mayo de Buenos Aires en rechazo a la visita del dirigente opositor venezolano Henrique Capriles. Los manifestantes acusaron al dirigente opositor de «desestabilizador y golpista».