Un video muestra al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dentro de la prisión de alta seguridad de Belmarsh, conocida como la ‘Guantánamo de Reino Unido.
El ciberactivista autraliano Julian Assange se encuentra «muy mal» de salud y el aislamiento, las restricciones de visitas y el encierro que sufre en la cárcel de máxima seguridad británica de Belmarsh, donde está recluido desde hace siete semanas, están afectando su mente, denunció su abogado, Carlos Poveda
«A partir del 11 de abril, las visitas legales y familiares se han restringido, no tiene acceso a la biblioteca o a Internet (…) Ahora tiene evaluaciones médicas y en todas muestran que ha bajado de peso; este lunes debía declarar ante la Fiscalía sueca y tuvimos que pedir que no lo haga porque ni siquiera podía mantener una conversación. La situación psicológica también va mermando, es una situación muy compleja», reveló en declaraciones a Sputnik.
El abogado denunció que el fundador del portal de filtraciones WikiLeaks «sufre malos tratos, como es el aislamiento, la restricción de visitas, encierro y no tiene acceso a la biblioteca ni a Internet».
Poveda explicó que la situación de aislamiento comenzó cuando «cambió la política de Ecuador, con el presidente Lenín Moreno», quien le retiró el asilo político en la embajada de la nación suramericana en Londres y fue arrestado por la Policía británica.
Justo después del arresto del activista, al que también se le retiró la ciudadanía ecuatoriana, Washington anunció una acusación criminal en su contra por presunta conspiración, y el pasado 23 de mayo le imputó 17 nuevos cargos que incluyen, entre otros, la violación de la Ley de Espionaje.
De ser encontrado culpable de estas acusaciones, y en caso de que fuera extraditado al país norteamericano, el activista podría enfrentar hasta 175 años tras las rejas.
Mientras cumple una condena de 50 semanas de reclusión establecida por la Justicia británica, que lo encontró culpable de cometer presuntas violaciones de los términos de su libertad condicional tras asilarse en la embajada de Ecuador en Londres.
«Se niegan visitas de carácter legal y familiar, e incluso los fines de semana y los feriados Assange no tenía acceso a alimentos», aseveró.
El pasado 30 de mayo, Assange no intervino ni en persona ni por videoconferencia en una vista preparatoria de su proceso de extradición a Estados Unidos debido a que se encontraba indispuesto.
Ese mismo día fue trasladado a la enfermería de Belmarsh. Mientras que el 31 de mayo, el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU)sobre la Tortura, Nils Melzer, acusó a EE.UU., al Reino Unido, Suecia y Ecuador de una «persecución colectiva» contra Assange.
De acuerdo con el experto de la ONU, a raíz de esa campaña de acoso, Assange presenta síntomas de exposición prolongada a la tortura psicológica, «incluido el estrés extremo, la ansiedad crónica y el trauma psicológico intenso».
Video de Assange en prisión
Un video muestra al fundador de WikiLeaks dentro de la prisión de alta seguridad de Belmarsh,—conocida como la ‘Guantánamo de Reino Unido—. La grabación, difundida por el portal Ruptly, fue realizada por otro preso y muestra al australiano conversando con otra persona e incluye tomas de una celda que podría ser la que ocupa.
De acuerdo con Ruptly, el registro audiovisual no estaba configurado correctamente y por eso la fecha que aparece en el video dice “2017” y no 2019.
Se cree que este video fue grabado antes de su traslado al área de atención médica de la prisión.
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