Nuevos vientos agitan al gobierno de Chávez, y en pleno verano subtropical, caracterizado por escasez de lluvias, las amenazas de tormentas políticas se anticipan con fuertes nubarrones en el horizonte. Se cruzó primero la crisis de los bancos, que fue más que una crisis bancaria, pues apenas representaba uno por ciento de movimientos financieros, fue el destapar de la corrupción a luces vista en el Gobierno.
Sobrevino la crisis energética que por la política errática estatal causó malestar en la población y repercute en la economía, y la devaluación de cien por cien del bolívar cayó en medio de una recesión económica que al parecer amenaza quedarse. Pero las recientes renuncias de altos miembros del escalón gubernamental y el cierre de canales de cable, entre ellos algunos reconocidamente derechistas y opositores al gobierno como RCTV, agitaron las aguas.
El primer hecho, porque las renuncias pusieron sobre el tapete la crisis gubernamental, y el segundo, porque puso en movimiento a la derecha estudiantil de gran peso masivo en las universidades tanto en las elitistas públicas como privadas que el Gobierno salió a reprimir, y que por el enfrentamiento entre bandas opositoras y chavistas ha dejado el saldo de dos muertos, justamente uno chavista y el otro opositor.
Todo esto en un año electoral, pues en septiembre se renueva la Asamblea Nacional, y donde el pasado 23 de enero, día de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, en sendas manifestaciones oficialistas y opositoras, se dio largada a la contienda preelectoral.
CRISIS GUBERNAMENTAL
El cambio de ministros y personal de alto escalón es moneda corriente en el gobierno, pero es siempre Chávez quien les pide la renuncia o hace los enroques a conveniencia y urgencia. Esta vez, sin contar excepciones anteriores, un vicepresidente ejecutivo, el general retirado Ramón Carrizalez, y dos ministros, la de Medio Ambiente Yubirí Ortega (esposa del primero) y el de la Banca Pública y presidente del Banco de Venezuela, y mano derecha de Carrizalez, el también militar retirado Eugenio Vásquez Orellana, le presentaron la renuncia en forma simultánea e irrevocable a Chávez por desavenencias en los intrincados y oscuros caminos del poder, abriendo flancos débiles en el gobierno que el mismo Chávez intenta disimular.
Chávez salió a responder con el nombramiento del actual ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, quien además de continuar en la cartera, asume el cargo de vicepresidente ejecutivo, un individuo del sector civil y oriundo de las clases medias universitarias y de la generación de los ochenta. Quien sustituye a Carrizales, en el cargo que también venía ocupando como ministro de la Defensa, es el actual jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO), general en jefe Carlos Mata Figueroa, militar, que parece del ala más firme con Chávez, mucho más política de las FF.AA.
Son muchas las conjeturas que se tejen alrededor de la renuncia de estos miembros del alto escalón, siendo que la decisión de Carrizlez precipitaría cambios en el Alto Mando Militar. Las «razones personales» aludidas por el vicepresidente para la renuncia quedan prácticamente desmentidas al irse también el presidente del Banco de Venezuela y ministro de la Banca Pública, y su esposa, la ministra de Ambiente, y más bien expresan diferencias serias que tendrían que ver, en primer lugar, con desavenencias con respecto al papel de militares cubanos así como con cuestiones de ascensos militares.
Pero se le suma también, con los cambios ministeriales y los movimientos políticos del grupo que oscila alrededor del ministro de Planificación, Jorge Giordani, y el de Finanzas, Ali Rodríguez, los llamados de la vieja izquierda guerrillerosa reciclada, que vienen obteniendo un mejor posicionamiento. Aquí entraría el movimiento del ministro de Obras Públicas y presidente de Conatel, el también retirado militar, Diosdado Cabello, con la sacada del aire de RCTV y otros canales por cable, que terminó provocando las marchas estudiantiles dirigidas por una derecha que ni tonta ni perezosa no desaprovechó el momento político visando las próximas elecciones.
Aunque no es clara la relación cierta entre el bloque que se mueve alrededor de Diosdado Cabello con Carrizalez, la verdad es que constituye uno de los bloques más poderosos y mejor posicionados en el gobierno, y puja contra otros grupos dentro del gobierno y del chavismo en general.
Es que luego de la crisis de los bancos en noviembre pasado, que si bien en lo táctico el Gobierno consiguió capearla mediante acuerdos con grandes banqueros como del Banesco y Mercantil, puso al desnudo las fuerzas internas que agitan al Gobierno, donde la corrupción, una cuestión inherente de cualquier gobierno burgués, ha tomado un vuelo dando origen a nuevos grupos económicos de la mano del Estado (1). Grupos de poder que se han desarrollado dentro del gobierno y que surgieron al calor de Chávez, que al parecer han adquirido dinámica propia aunque dependen aún de la figura de Chávez, que es sobre lo que se asienta el régimen político, pero que a estas alturas se animan a realizar ciertos movimientos propios, provocando tensiones en el Gobierno.
Al develarse el entramado de la farsa de un discurso demagógico expuesto frente a un movimiento de masas que ya no se pone en movimiento con las ilusiones de antes, alrededor de Chávez, cruzados por el conflicto de los grupos de poder internos –establecidos sobre la base de la “corrupción necesaria” para establecer equilibrios políticos dentro del establishment chavista–, hace que la debilidad estratégica que cruza al Gobierno –por la irresolución de los problemas estructurales– se exponga a todas sus luces. Cuando hablamos sobre lo que se ha puesto al desnudo, nos estamos refiriendo aquí a que se ligan dos cuestiones muy importantes: por un lado, los grupos que oscilan alrededor del Gobierno como factores políticos, y por el otro, el surgimiento de nuevos grupos burgueses (ambos entrelazados).
Aunque todo esto no es nuevo, el salir a la luz pública de manera abierta y de cierta percepción entre la población en general, lo que antes se mantenía galvanizado, hoy se descompone en sus agregados, generando crisis en los intersticios del poder, pues se observa que los grupos han desarrollado cierta autonomía, aunque muy relativa, que tienden a erosionar al gobierno de Chávez. Si este ya venía con una crisis de autoridad sobre el movimiento de masas, hoy esta crisis de autoridad llega a los entramados del gobierno sobre los distintos grupos, generando una crisis estructural más profunda en las formas de gobierno. Y esto es una cuestión completamente nueva, pues generará mayores contradicciones de una forma de dominio que entra en crisis y que se ha mantenido durante 11 años.
EL CIERRE DE CANALES Y LAS MOVILIZACIONES DE LA DERECHA ESTUDIANTIL
En la madrugada del sábado para el domingo, las operadoras de cable suspendieron la transmisión de la señal del canal RCTV Internacional y otros canales más, luego de la exhortación del director de Conatel, Diosdado Cabello, quien amenazó con multar a estas empresas si no cesaban la transmisión de aquellos canales que no se han ajustado a una nueva norma legal referida a la televisión por cable. Dicha norma establece que aquellos canales con más de un 70% de programación nacional deben atenerse a lo dispuesto en la Ley Resorte, lo cual implica, entre otras cosas, transmitir mensajes estatales de manera gratuita y obligatoria, transmitir las cadenas nacionales, no exceder la cantidad de publicidad permitida por hora de transmisión, y cumplir con clasificación de horarios y contenidos.
Rápidamente, la derechista “Mesa de la Unidad” y otras organizaciones de derecha, al igual que la Iglesia Católica, anunciaron acciones de protesta por la medida, y se puso en movimiento la dirigencia estudiantil de derecha de importante peso en las universidades que fue el tapete de fondo de las manifestaciones durante los días lunes y martes a las que el Gobierno salió a contener con las fuerzas de represión.
Pero el saldo de muertos en la ciudad andina de Mérida, al occidente del país, fue provocado por el enfrentamiento entre fuerzas afines al Gobierno y de la oposición, y un saldo de tres decenas de heridos. Los medios nacionales e internacionales dieron cobertura a las movilizaciones que trajeron a colación las acciones que acontecieron durante 2007, cuando a RCTV no se le renovó el espacio radioeléctrico que se le había vencido, que en los hechos significó el cierre del canal por aire donde el Gobierno argumentaba su participación en el golpe de estado de 2002 y estar tras el paro saboteo petrolero de 2003.
Desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) de Venezuela creemos, como lo hemos denunciado muchas veces a través de nuestra prensa, que los medios en manos de los grandes empresarios son una amenaza contra los trabajadores y el pueblo, y son utilizados por la burguesía como instrumentos de difusión y propaganda. Mientras estén en sus manos siempre será limitada la concreción de la plena libertad de expresión de la clase obrera y el pueblo. Como revolucionarios, creemos firmemente que es esencial emprender una incansable lucha contra los medios y la prensa reaccionaria.
Pero nunca como resultado de medidas de prohibición de los medios y la prensa reaccionaria desde este Estado, los trabajadores, campesinos y el pueblo se librarán de la influencia de las ideas reaccionarias y del pensamiento dominante de la clase capitalista. Al contrario, sólo la mayor libertad de expresión, de prensa y de reunión pueden crear las condiciones favorables para el avance del movimiento revolucionario de la clase obrera y del pueblo.
Los socialistas revolucionarios no podemos dejar que las fuerzas de la derecha roben las banderas más sentidas de la libertad de expresión y democráticas, pues conocemos su verdadero rostro en décadas de gobierno que justamente se caracterizaron por coartar las libertades, por la represión e incluso inauguraron a nivel continental los desaparecidos “en democracia” como lo hicieron durante el puntofijismo.
Hoy el Gobierno cierra estos medios, sea por razón administrativa o política, pero la verdad es que se crean simultáneamente nuevos grupos económicos que monopolizan ciertos sectores, como el que representa el propio ministro de Obras Públicas, Diosdado Cabello, al mismo tiempo que pacta con otros magnates de los medios de “comunicación”. Como afirmamos en el momento del cierre de RCTV en 2007, “la realidad histórica ha demostrado que ante cualquier restricción de la democracia en la sociedad burguesa, quienes terminan soportando las consecuencias últimas de estas medidas son los propios trabajadores y el pueblo pobre. Por eso afirmamos que los trabajadores son los que deben librar por sus propios medios y organizaciones la lucha por la total y completa libertad de prensa y no mediante el puño del aparato gubernamental como sustitución de esta lucha”.
GRIETAS EN LAS ALTURAS Y PERSPECTIVAS DE LA CLASE OBRERA
Venezuela se ha visto cruzada por uno de sus fenómenos más importantes en décadas de su historia, el surgimiento de un movimiento nacionalista burgués, el chavismo, que ha tenido repercusión en América Latina. Chávez se ha erguido como un gobierno de fuerte retórica antinorteamericana y apelando a un fuerte discurso del “socialismo” y que llevó al despertar de un movimiento de masas que incursionaba desde el Caracazo plagado de grandes aspiraciones e ilusiones de cambio. Si lo vemos más de conjunto, el chavismo ha significado una gran manifestación de fuerza de contención de un movimiento de masas que tendía a irrumpir en la escena política nacional, reemplazando al régimen político del puntofijismo.
Pero este gran fenómeno nacional, de contención y desviación, ha entrado en su período de decadencia luego de 11 años de gobierno. Aunque no sabemos los ritmos de este proceso de declinación iniciado, lo que sí es claro es que el chavismo tal como lo conocimos, con su período de ascenso y de fortaleza, no volverá, cruzado ya no sólo por una debilidad estratégica sino que ahora signado también por manifestaciones de debilidades recurrentes.
Las crisis en las alturas podrán ser aprovechadas por los trabajadores que comienzan a ponerse en movimiento, tortuosamente pero persistente desde hace más de dos años, como no se veía en décadas de su propia historia donde lo que primaba como factor nacional era la emergencia de los pobres urbanos y donde los trabajadores actuaban diluidamente.
Pero al darse inicio la decadencia del chavismo se ponen en movimiento también fuerzas de la burguesía opositora cuyo recetario es por todos conocidos, y si la clase obrera no se pone en movimiento, estos sectores podrán imponer su dominio. Es por eso que hoy más que nunca es imprescindible que los trabajadores concentren y centralicen sus fuerzas, y se armen de una estrategia para vencer en la perspectiva de la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre. Es por esta perspectiva por la que luchamos quienes nos organizamos como LTS.
(1) – La corrupción adquirió una dinámica exponencial dando origen a la llamada boliburguesía, versión tropical similar a las tantas que surgieron en otras latitudes y épocas, como la burguesía cupera bajo Perón, personajes identificados del chavismo, que en tiempo record han acumulado capital con cargo al erario público.
Por Milton D’León
Fuente: www.lts.org.ve