Voluntarios que ayudan a refugiados están siendo encarcelados

Después de los enfrentamientos que comenzaron cuando los policías y soldados macedonios detuvieron refugiados que cruzaron la frontera entre Grecia y Macedonia, algunos de los principales medios de comunicación han culpado a los activistas que apoyan a los refugiados en Idomeni por incitar a las protestas de refugiados.

Parece que algunos de los medios de comunicación no creen que los refugiados son personas como tú y yo, capaces de tomar sus propias decisiones. En los últimos 2 días, unidades antiterroristas griegas han detenido a un estimado de 45 personas (29 en la actualidad) de varios países europeos en Idomeni, muchos de ellos voluntarios de la «Misión de entrega de ayuda». La «Misión de entrega de ayuda» agrupa a miles de colaboradores que preparan comidas calientes, cada día, para los refugiados que todavía están atrapados en Idomeni.

No sólo el gobierno griego, sino también la Unión Europea (UE), se ponen en vergüenza porque los activistas y voluntarios de toda Europa están haciendo el trabajo que deberían estar haciendo ellos, brindando suministros para los refugiados con necesidades básicas de alimentos, productos sanitarios y asistencia médica.

Muchos refugiados que fueron a los campos oficiales, administrados por el ejército griego, volvieron a Idomeni y dijieron que las condiciones de esos lugares son incluso peores que en Idomeni. Ha habido varias protestas de los refugiados contra las malas condiciones de los campos oficiales.

La represión contra los voluntarios que apoyan a los refugiados no es nada nuevo. A medida que la agencia fronteriza Frontex de la UE comenzó a cambiar los campos de refugiados a las islas griegas donde están los centros de detención. Las autoridades comenzaron a perseguir a los voluntarios en las islas griegas, territorios donde las personas que huyeron de la guerra y la persecución son detenidos hasta que sean deportados a Turquía.

Voluntarios independientes están siendo sacados de las islas para dar paso a Frontex y su sistema de punto de acceso de detención-militarizada.

De hecho se ha empezado a meter voluntarios en la cárcel,  lo que es una señal de una situación que se acracentará. Los primeros cinco fueron encerrados por cargos de contrabando por haber rescatado a 51 personas de un bote varado, tras la negativa de los guardacostas a efectuar las labores de salvataje. «Nos trataron como terroristas,» dijo uno de los colaboradores, cuando fueron liberados bajo fianza de €10.000 por cabeza, a cambio de una pena privativa de libertad de cinco a diez años.

Fue el comienzo de una ofensiva ordenada de los niveles más altos. El Consejo de la Unión Europea está preparando planes para equiparar la asistencia humanitaria con la trata de personas, que penalizará salvar vidas en el mar y el cuidado de los supervivientes en la tierra. «Nos sentimos como si nos encontraramos en la resistencia en la Segunda Guerra Mundial», dijo una voluntaria de nombre Lara.

«Estábamos sorprendidos, la policía verificó la presencia de documentos y pasaportes y nos dijeron que no podíamos alimentar a los hambrientos. Cada movimiento que hacemos está siendo observado».

Ayer, las unidades griegas contra el terrorismo detuvieron voluntarios en puestos de control cerca de Idomeni. Al menos 16 de ellos fueron detenidos temporalmente. Uno de los integrantes fue detenido por más tiempo, después de que los policías griegos hallaran un pequeño cuchillo cocinero en la bolsa. Los voluntarios del grupo «Misión de entrega de ayuda» estaban en camino para servir el té en una tienda y utilizarían el cuchillo para cortar pan y otros alimentos.