Dany Maldonado, el médico que, coordinado con el Instituto de Derechos Humanos, semana a semana revisa y atiende a la autoridad ancestral conversó con El Ciudadano y entregó detalles a propósito del estado de salud de Francisca Linconao y de Gendarmería y sus atadas manos por órdenes superiores.
Hace más de cuatro meses las comunidades mapuche en resistencia, los colectivos adherentes a la causa indígena y cientos de otras organizaciones sociales están exigiendo, casi como un grito de auxilio, que liberen a la machi Linconao de la prisión preventiva. Aunque a ojos de todos la petición parece ser la más sensata -y humanitaria-, desde Fiscalía insisten en romper con toda creencia cultural y naturalizar la delicada decisión de encerrar a una machi, entendiendo todo lo que su rol significa.
Francisca Linconao Huircapan, es una autoridad tradicional del Pueblo Mapuche, del sector Rahue, comunidad Pedro Linconao II, y es acusada de estar involucrada en el denominado caso Luchsinger-Mackay, hecho que ha sido considerado como una abierta persecución y montaje y que habría gatillado en causar un deterioro grave a su salud.
El último informe entregado por el Dr. Maldonado desprende: gastritis erosiva antral crónica; hipertensión arterial, lumbago mecanopostural, síndrome depresivo-ansioso, bajo peso (44 Kg), además de las dolencias que quedaron luego de que la reja del baño pegara justo en su cabeza, proporcionándole una contusión craneal que finalmente resultó ser una lesión de menor gravedad.
Maldonado señaló que dadas las patologías de base de la paciente y antecedentes familiares clínicos e infarto territorio arterial cerebral medio derecho, la Machi Linconao ha tenido una alta probabilidad de presentar un accidente cerebro vascular, desnutrición y depresión severa. Asimismo, nos dijo que está pendiente una Colonoscopia y marcadores tumorales para descartar cáncer de colon, esto ante la anemia asociada que tuvo y la brusca pérdida de peso.
«Llora muchísimo, sus cuadros de depresión son cada vez más fuertes y todas sus dolencias se agravan. La gran mayoría de estas dificultades de salud aparecieron después de la prisión preventiva», recalca el especialista quien también comentó sobre la incapacidad que tiene Gendarmería para actuar más humanitariamente: «ellos están al tanto del estado de la machi, y los tratos, las comidas y la pésima calidad de vida que está llevando también les preocupa, pero no pueden hacer nada porque tienen que atenerse a las órdenes del Tribunal».
Sobre las presiones que ejerce el Estado para perseguir y criminalizar al pueblo originario, Maldonado señaló que las gendarmes también están preocupadas, porque ven el deterioro de la salud de la machi, pero reciben órdenes a las que no pueden faltar. «La machi conversa con ellas, no se relaciona con las internas porque también se siente un acoso de parte de ellas. Incluso yo he sido víctima de hostigamientos por tratar a la machi».
El problema, indicó Maldonado, es que existe también el otro médico (al que le paga Gendarmería) que entrega un informe semanal sobre el avance de la machi, «pero nosotros estamos peleando para entregar, de manera oficial también nuestro parte médico».
Hace algunas semanas, se habían adoptado, por razones humanitarias, cambiar la medida cautelar de prisión carcelaria a arresto domiciliario. Sin embargo, casi inmediatamente, fue nuevamente desestimada y revertida por una sala de la Corte de Apelaciones de Temuco ante apelación de la parte acusatoria que involucra a Fiscalía, Gobierno y querellantes, llevándola el domingo 24 de julio, por segunda vez consecutiva al recinto penitenciario por ser “un peligro para la sociedad”, lo que ha generado graves acusaciones de racismo.
Ante estas situaciones, se está llamado a una movilización para este viernes 12 de agosto, a partir de las 9 de la mañana desde la cárcel de mujeres, esto es Callejón Carmine # 249, cerca de Prieto Norte, en Temuco, Región de La Araucanía.