Sorpresivamente apareció este lunes en la Embajada de Brasil en Honduras el presidente constitucional Manuel Zelaya, quien fuera derrocado por un golpe de Estado el 28 de junio pasado. El gobierno de facto respondió imponiendo el toque de queda y la OEA anunció que este martes una delegación encabezada por José Miguel Insulsa junto a cancilleres de la región visitarán el país centroamericano.
Zelaya, dijo que “a partir de ahora nadie nos vuelve a sacar de aquí, por eso nuestra posición es patria, restitución o muerte”, complicando la situación de Micheletti, quien reactivó este lunes el toque de queda.
En las afueras de la embajada carioca, Tegucigalpa, se juntaron durante la tarde miles de hondureños. También en los alrededores de la sede diplomática se han apostado fuerzas militares y helicópteros sobrevuelan la capital.
Zelaya hizo un llamado de paz a las fuerzas militares de su país. El toque de queda en Honduras rige desde las 16H00 locales (22H0 GMT) hasta las 07H00 locales (13H00 GMT).
Trascendió hoy que un trabajador de Radio Globo fue intimidado en su hogar por militares. Unos 20 hombres armados y encapuchados llegaron a la casa del comunicador para amedrentarlo junto a su familia.
La corresponsal de Telesur, Adriana Sívori, también informó que la comunicación telefónica interna en el país ha sido difícil pues las empresas operadoras de telefonía parecen cortar las llamadas, lo que dificulta el manejo de la información sobre lo que ocurre en el país.
OEA APOYA REGRESO DE ZELAYA
En horas de la tarde trascendió el apoyo de la Organización de Estados Americanos, OEA, al regreso del presidente Zelaya a suelo hondureño.
La OEA “demanda a todos los sectores de la sociedad hondureña a actuar con responsabilidad y prudencia (…) evitando actos de violencia que impidan la reconciliación nacional”- se sostuvo en un comunicado.
La declaración fue hecha en el marco de una reunión extraordinaria, a propósito de la presencia en la embajada de Brasil en Honduras del presidente legítimo Manuel Zelaya, en la que se apoyó por unanimidad la «acción de valentía» que implicó su regreso al país, y reafirmó al Acuerdo de San José como la mejor vía para el retorno de la constitucionalidad.
También se anunció que el presidente de la OEA José Miguel Insulza, viaje el martes, junto a otros cancilleres, con carácter de urgencia a Tegucigalpa.
Insulza indicó que “estamos de acuerdo en que es un buen momento para promover un diálogo y un acuerdo”, para el bien del pueblo hondureño.
Como segundo punto, la resolución exige al gobierno de facto que le suministre la seguridad necesaria al presidente legítimo, Manuel Zelaya, y como tercer aspecto, se le hace un llamado a la población hondureña para que mantenga la calma.
PROTESTA EN LAS CALLES
Hoy el coordinador general del Frente Nacional contra el golpe de Estado de Honduras, Juan Barahona, aseguró este lunes que existen pocas oportunidades de que el Gobierno de facto de Roberto Micheletti pueda mantenerse en el poder por 24 horas, luego de la llegada de Manuel Zelaya a Tegucigalpa.
«Es muy difícil que el régimen golpista pueda mantenerse por más de 24 horas en el poder y las Fuerzas Armadas tendrían que hacer un baño de sangre para parar esto», aseguró el dirigente en una entrevista concedida a la televisora Venezolana de Televisión.
Barahona informó que miles de personas se están congregando en las afueras de la embajada de Brasil en Tegucigalpa esperando a ver y saludar al presidente constitucional.
«Es una reacción popular, hoy en la tarde será Tegucigalpa una capital inundada de gente, por que ya han confirmado de diversos departamentos aledaños el arribo de más seguidores de Zelaya (…) ahorita esta zona al rededor es un mar de gente, y se desplazan más caravanas de buses desde otras ciudades del país», afirmó.
Consideró que la llegada del presidente legítimo de Honduras ha causado una reacción popular «que no la detiene nadie (…) tendría que haber una masacre, es muy difícil que el ejercito quiera entrar acá», refiriéndose a la concentración a las afueras de la embajada brasilera. Además afirmó que «el objetivo es llevar a Zelaya a la casa de Gobierno».
El Ciudadano