La sombra de Elba Esther: Viejas estructuras disfrazadas de ‘renovación política’

En México, la lucha por el poder político sigue generando movimientos que buscan consolidarse como partidos, algunos con vínculos directos con figuras controvertidas como Elba Esther Gordillo, exlíder magisterial y exsecretaria general del PRI. Hasta el 24 de enero, 33 organizaciones han manifestado al Instituto Nacional Electoral (INE) su intención de constituirse como partidos políticos, un proceso que requiere afiliar a 257 mil personas y realizar asambleas en al menos 20 estados.

Entre los aspirantes destacan Fernando González Sánchez, yerno de Gordillo, quien busca crear el «Partido MURO» (Movimiento Único de Renovación Opositora), un proyecto que se apoya en la red de maestros afines a la exlíder sindical. González Sánchez ya había intentado consolidar su presencia política con el partido Redes Sociales Progresistas, pero perdió su registro en 2021 al no alcanzar el 3% de los votos.

Otros nombres relevantes son César Augusto Santiago y Ulises Ruiz, operadores del excandidato presidencial Roberto Madrazo, quienes buscan crear partidos como «México Nuevo, paz y futuro» y «Alternativa Popular». Estos personajes, identificados como «mapaches» electorales desde el fraude de 1988, han sido señalados por prácticas cuestionables en elecciones pasadas, como la de Tabasco en 1994 y Oaxaca en 2006.

Gonzalo Navor Lanche, exdirigente juvenil de la campaña de Luis Donaldo Colosio, también busca crear el «Partido Republicano Colosista», utilizando la figura del candidato asesinado en 1994. Navor Lanche sostiene que Colosio fue víctima de un «clima profundo de deterioro» en su relación con el entonces presidente Carlos Salinas.

Además, proyectos como «Nuevo Espacio», liderado por el diputado federal de Morena Vicente Onofre Vázquez, y «Construyendo Solidaridad y Paz», impulsado por Hugo Eric Flores, buscan consolidarse como alternativas políticas. Flores, quien niega haber sido ministro evangélico, fue aliado de Felipe Calderón en 2006 y ahora busca reactivar su partido con apoyo de figuras como la senadora Sasil de León.

En el espectro conservador, destacan iniciativas como «México Republicano», respaldado por Juan Iván Peña Neder, y «Movimiento Viva México», liderado por el actor Eduardo Verástegui, quien asistió a la toma de posesión de Donald Trump. Estos proyectos reflejan una clara alineación con políticas de ultraderecha y grupos como El Yunque.

Mientras tanto, organizaciones como «Voz y Fuerza Indígena de México» buscan representar a comunidades marginadas bajo el nombre de «Renovación Social». Este partido, que agrupa a indígenas, campesinos y maestros, se inscribe por segunda vez consecutiva en busca de su registro.

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En este contexto, la sombra de Elba Esther Gordillo y sus aliados sigue presente en la política mexicana, evidenciando cómo viejas estructuras de poder buscan reinventarse bajo nuevas siglas. La pregunta es si estos proyectos lograrán consolidarse o si, como en el pasado, quedarán en el intento.

«Queremos ser una alternativa política a los partidos del nuevo y del viejo régimen. Nos impulsa la fuerza de servir a nuestro país», declaró Santiago Ramírez, uno de los expriistas que buscan crear su propio partido. Sin embargo, la historia reciente sugiere que el camino no será fácil.