La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que el país no impondrá aranceles recíprocos a los productos estadounidenses, al menos por ahora, en respuesta a las recientes medidas comerciales de Estados Unidos. En su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que «en una guerra comercial nadie gana» y que el objetivo es mantener las negociaciones con el gobierno de EE.UU. hasta el 2 de abril, cuando se espera que se formalice el nuevo marco comercial que regirá los intercambios entre ambos países.
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Sheinbaum explicó que México, a diferencia de otras naciones, ha optado por no apresurarse a imponer medidas arancelarias, prefiriendo esperar a que se definan las acciones del gobierno estadounidense. Las conversaciones entre ambas naciones continúan, y el enfoque es buscar reciprocidad en caso de que Estados Unidos mantenga sus aranceles.
«Si tú me aplicas aranceles, yo te aplico aranceles».
Claudia Sheinbaum
Presidenta de México
Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que iniciarán consultas con empresarios de las industrias del acero y aluminio para evaluar posibles respuestas a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Ebrard calificó estas tarifas como «una mala idea» debido a la estrecha vinculación económica entre ambos países, lo que afecta no solo a México sino también a las propias industrias estadounidenses.
El principal argumento detrás de los aranceles en Estados Unidos, explicó Ebrard, es la intención de relocalizar empresas en territorio estadounidense. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que esta medida no necesariamente resulta en el regreso de fábricas al país. Además, advirtió que los consumidores estadounidenses serán los principales afectados, ya que los precios de productos como electrodomésticos y automóviles aumentarán como consecuencia directa de los aranceles.
Ebrard también destacó que hasta el momento no ha habido cancelaciones de inversiones extranjeras en México, pese a la incertidumbre generada por la situación. El portafolio de inversiones proyectadas para este sexenio asciende a 220 mil millones de dólares, de los cuales el 40% proviene de empresas extranjeras.
Sheinbaum enfatizó que México sigue comprometido con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y que lo más conveniente es revisar lo que sea necesario para seguir compitiendo globalmente como una región consolidada. Ambos funcionarios dejaron claro que, hasta el anuncio del 2 de abril, México actuará con «sangre fría y firmeza» para conseguir la mejor posición posible en las negociaciones con su principal socio comercial.
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