En la «Mañanera del Pueblo» del día de hoy , la presidenta Claudia Sheinbaum anunció una transformación profunda en el sector energético de México con la firma de las leyes secundarias de la Ley Energética. A partir de esta reforma, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) regresarán al control del Estado como empresas públicas, eliminando el estatus de monopolios y garantizando que la energía sea vista como un derecho de la ciudadanía, no como un negocio.
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Luz Elena González, titular de la Secretaría de Energía (Sener), detalló que estas leyes secundarias representan un giro respecto a las reformas neoliberales instauradas desde 1992, que buscaban la privatización de las empresas estatales. Con esta nueva legislación, se reafirma la soberanía energética del país a través de seis leyes fundamentales:
- Ley de planeación y transición energética.
- Ley de la empresa pública del Estado, CFE.
- Ley del sector eléctrico.
- Ley de la empresa pública del Estado, Pemex.
- Ley del sector hidrocarburos.
- Ley de la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Estas normativas dotan a Pemex y a la CFE de un régimen especial para la gestión de su presupuesto, contabilidad y deudas, estableciendo metas anuales que buscan una mejor operatividad y eficiencia.
La presidenta destacó que la CFE, con una inversión proyectada de 24 mil 300 millones de pesos, ahora operará bajo el concepto de «justicia energética». Esto implica que la electricidad se brindará como un derecho, sin afán de lucro, y se evitará el aumento de tarifas más allá de la inflación. Además, la reforma establece una participación privada, pero bajo un esquema transparente y regulado.
Por su parte, Pemex recibirá preferencia en la asignación de proyectos y la explotación de recursos. La petrolera también modernizará su régimen fiscal y podrá invertir en nuevas tecnologías para la extracción de hidrocarburos, con un enfoque renovado en la industria petroquímica y de fertilizantes.
Un punto clave de esta reforma es la creación de la Comisión Nacional de Energía (CNE), un organismo con autonomía técnica y operativa, encargado de regular el sector energético. La CNE será responsable de otorgar permisos para la generación y distribución de energía, así como de establecer tarifas y vigilar el mercado eléctrico mayorista. También supervisará la cadena productiva de gas natural y petroquímicos, garantizando que la transición hacia un modelo energético más justo sea vigilada de cerca.
Una reforma histórica para el país
Tras la firma del decreto, la presidenta Sheinbaum recordó la importancia histórica de esta lucha, que comenzó desde su juventud y en la que participaron diversas figuras políticas en defensa de Pemex y CFE. Criticó las políticas neoliberales que intentaron privatizar estos recursos estratégicos y celebró el regreso de ambas empresas al control del Estado, garantizando su funcionamiento para el beneficio de la nación.
La mandataria adelantó que en los próximos días presentará un plan de inversiones que incluirá la participación de la iniciativa privada, con el objetivo de generar 13 mil megavatios y asegurar la transmisión y distribución de energía con una inversión total de 23 mil 400 millones de dólares.
Con esta reforma, la administración de Sheinbaum busca asegurar un futuro energético sostenible y accesible para el pueblo mexicano, con reglas claras para el sector privado y el fortalecimiento de las empresas públicas del Estado.
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