Aun cuando el acuerdo entre parlamentarios oficialistas y de oposición sobre la nueva legislación de posnantal es considerado un avance, organizaciones de mujeres se mantienen en alerta respecto a los detalles que dicha iniciativa significará en la práctica.
Las negociaciones, encargadas a la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, dieron humo blanco esta semana en torno a las modificaciones al proyecto de posnatal que deberá discutirse con suma urgencia en el Congreso.
Carolina Goic, presidenta de la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, valoró el aumento a 54 UF, esto es, de cerca de un millón de pesos, del tope del subsidio a las mujeres por los tres meses adicionales.
Por su parte, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Evelyn Matthei, valoró el acuerdo logrado, que extiende la cobertura a todas las mujeres temporeras y que trabajan por cuenta propia.
Sobre la extensión del posnatal, Matthei afirmó que el proyecto mejora la empleabilidad: “Desde el punto de vista del empleador, será mucho mejor tener claro saber cuándo va a contar con la trabajadora de vuelta. Con eso podrán tener claridad si contratar o no una reemplazante”.
Sin embargo, parlamentarios como el diputado Ramón Farías (PPD) relativizaron los avances, ya que, a su juicio, sigue siendo discriminatorio, porque “se está negando un derecho adquirido por las mujeres, al rebajar el tope de 66 UF a 54 UF los tres meses adicionales de posnatal”.
“Cuando los derechos se adquieren después de mucho esfuerzo y luego se amplían, tienen que ampliarse por completo, no por pedazos, provocando que algunas madres al ver rebajados sus sueldos, opten por flexibilizar su posnatal. Todos los niños del país tienen que tener las mismas posibilidades de quedarse con sus madres”, afirmó, aclarando que se abstendrá en la votación.
Por su parte, el senador Mariano Ruiz-Esquide (DC) y los diputados Adriana Muñoz (PPD) y Víctor Torres (DC), junto al presidente de la Sociedad de Pediatría y dirigentes sindicales, emplazaron a las autoridades a proteger a los niños y su familia.
“La iniciativa es un proyecto para los niños y su familia, por lo mismo, se debe dejar de lado la visión económica, que nos obliga a celebrar un día del consumo y que, al momento de proteger a los menores con la lactancia, se transforma en un problema”, indicó Ruiz-Esquide.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) criticó que en el acuerdo no se tomara en cuenta la opinión de los trabajadores y otros sectores sociales.
También aclararon que su exigencia es que “exista el mismo tope del posnatal, equivalente a la remuneración máxima imponible, que es de 66 UF”. Y en materia de cobertura insistieron en que “las mujeres que tienen contrato a honorarios y trabajadoras que tributan, debe tener también los derechos de pre y posnatal parental”.
Desde el Observatorio de Género y Equidad analizan el acuerdo con cautela y, aunque lo consideran un avance, esperan conocer “la letra chica” de lo que se discutirá y aprobará, finalmente, en el Congreso.
“Lo más importante es que con este acuerdo el posnatal deja de ser un subsidio a la pobreza pasando a ser un derecho de las trabajadoras”, explica Teresa Valdés, coordinadora de la Organización.
Sin embargo, aclara que el tope por ingresos le quita universalidad y que el aumento de cobertura hacia trabajadoras como las temporeras contiene un cálculo de un ingreso que en éstas no superaría los 100 mil pesos mensuales, claramente insuficiente.
En el caso del posnatal del padre valoran que el cálculo del subsidio se haga en base a los ingresos de éste. Sin embargo, “al no ser obligatorio, muy pocos padres lo van a tomar, será un saludo a la bandera”.
Valdés destaca, sin embargo, que anteriormente lo más grave era que las personas de mayores ingresos financiaban a las más pobres, “lo que era impresentable”. Sin embargo, critica que el tema siga siendo considerado como una carga netamente femenina, ya que si esto ocurre podría tener implicancias negativas en el empleo para éstas.
Además enfatiza que el acuerdo se logró en un contexto de movilizaciones sociales amplias sin las cuales el tema se habría postergado y que el Gobierno ha ocupado el tema “como un objeto de marketing, ya que aún no hay una conciencia que el cuidado infantil es integral e incluye redes de apoyo y el futuro de los niños y niñas durante varios años”, concluye la Coordinadora.
DETALLES
-Las mujeres trabajadoras recibirán un subsidio equivalente a su sueldo, con un tope de $1.000.000 líquido durante los tres meses de postnatal parental. Esto incluye a todas las trabajadoras dependientes e independientes, a contrato fijo, indefinido o por cuenta propia, que estén trabajando y realicen cotizaciones al momento de irse de prenatal.
-Se aumentará la cobertura al 100% de las mujeres cuyo último contrato fue a plazo fijo, por obra o faena, incluidas las temporeras, que no estén trabajando al momento de tener a sus hijos. Para esto deberán tener 12 meses de afiliación previsional y al menos ocho cotizaciones en los últimos 24 meses. El monto del subsidio será el promedio de la renta de los últimos 24 meses, con un mínimo de medio ingreso mínimo mensual. Esto empezará a regir el 1 de enero del 2013.
-Todas las mujeres podrán complementar su subsidio trabajando en jornadas parciales o mediante un banco de horas durante el postnatal parental, hasta igualar la remuneración que tenían antes de irse de prenatal.
-Cuando el padre se tome el posnatal parental, el cálculo del subsidio será con el sueldo del padre y este tendrá derecho a un fuero por el doble del periodo de posnatal parental que se tome.
-A las madres de niños prematuros que hayan nacido antes de las 32 semanas de gestación o pesen menos de 1.500 gramos al nacer, se les darán seis semanas adicionales de postnatal.
-A las madres que hayan tenido un parto múltiple, se les concederán siete días corridos extra de postnatal por cada hijo adicional. En caso de prematuros y múltiples se aplicará el permiso que sea mayor.
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano