Alemania se muestra unida contra el avance de la extrema derecha una vez más. El sábado 8 de febrero al igual que hace una semana, cientos de miles de personas han protestado ante cualquier tipo de alianza con AfD, partido xenófobo.
Esta manifestación se enmarca en una serie de protestas en diversas ciudades alemanas. El 2 de febrero, alrededor de 250.000 personas se reunieron en Berlín para exigir que los partidos políticos se distancien de la AfD, especialmente después de que el líder de la CDU, Friedrich Merz, aceptara su apoyo parlamentario para una resolución no vinculante sobre política migratoria. El sábado 8 de marzo las manifestaciones se repiten y crecen en masividad.
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Las movilizaciones se han sucedido en distintas ciudades de Alemania.
Sólo en Munich se calculan 250 mil personas según la policía, según los organizadores 320.000.
En Bremen 35 mil personas.
En Renania 25 mil personas.
Hannover 24 mil y suma y sigue.
Desde Munich los organizadores plantearon que la iniciativa «Múnich es colorida» explicaron que querían enviar «una señal potente sobre diversidad, dignidad humana, solidaridad y democracia» antes de las elecciones federales. Advirtieron que «el odio, la exclusión y los grupos extremistas de derecha se están convirtiendo en una amenaza para nuestra democracia».
«Si la democracia es atacada por extremistas de derecha, entonces la democracia necesita que todos la defendamos», dijo Micky Wenngatz, presidenta de la asociación coorganizadora Munich is Colorful, una muestra de una Alemania unida contra la extrema derecha.
El avance de la extrema derecha en Alemania sigue siendo un riesgo para la sociedad como cualquier avance de éste sector discriminatorio de las personas en cualquier lugar del mundo y que hoy se coordina de manera internacional. La acción coordinada y unitaria para el detener el fascismo y sus políticas discriminatorias, es tarea urgente de la sociedad que cree en la defensa irrestricta de los derechos humanos.
El Ciudadano