Un aviso que invita a los jóvenes y a los adultos disconformes con las políticas sociales y económicas de Túnez, recorrieron las redes sociales para formar un movimiento similar a los chalecos amarillos de Francia, los chalecos rojos.
El anuncio difundido en varias redes sociales de ese país, invitan a sus ciudadanos de enfundarse con un chaleco rojo y salir a protestar como en Francia, debido a la política de austeridad y recortes del Gobierno de Túnez que afecta a gran parte de la población del país africano.
El diario español 20 Minutos, reseña que el llamado de los organizadores es a sumarse y emprender protestas pacíficas ante la creciente desigualdad social que hay en el país del norte del África.
Entre los mensajes publicados de manera anónima en las redes sociales de la nación árabe, se puede leer uno aparecido en un página de Facebook y en una cuenta también anónima “reúnete para luchar por el derecho de tener una vida digna” con la etiqueta #giletrouge.
El llamado en las redes sociales se realiza a una semana del octavo aniversario de la muerte de Mohamad Bouazizi, un joven tunecino quien decidió suicidarse luego de ser humillado por la policía y que fue el inicio de la revuelta registrada en enero de 2011 y culminó con el gobierno dictatorial de Ben Ali.
El alzamiento del pueblo en 2011 fue conocido como la “revolución jazmín” y dio inicio a las “primaveras árabes” que se extendieron en países como Siria, Egipto, Yemen, Baréin y Arabia Saudí.
En Francia las protestas de los chalecos amarillos iniciaron por varias medidas que tomó el presidente de ese país, Emmanuele Macron, como el aumento en el precio de los combustibles. Las protestas de los chalecos amarillos se iniciaron pacíficas, pero con el pasar de los días y el silencio del mandatario, se fueron calentando.
Las protestas de los chalecos amarillos galos se incrementó en los últimos días luego de extenderse más allá de París, a otras seis importantes ciudades francesas, donde los comerciantes y autoridades locales han informado pérdidas millonarias por saqueos, incendios y vandalismo generalizado.
Ante la emergencia, Macron llamó a varios actores políticos y económicos para tomar medidas y palear la situación. Entre ellas decidió suspender el aumento de los precios de los combustibles, impuestos y aumentar el salario mínimo.
Aunque todavía es muy pronto para cantar victoria, la administración Macron espera que las medidas adoptadas vuelvan a la normalidad las calles de su país, al menos durante las fiestas navideñas.
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