Gran expectación generó el anuncio -a mediados de octubre-, de la compra del Proyecto Salar Blanco por parte de Codelco a la australiana Lithium Power International, por la suma de 244 millones de dólares. Con la adquisición, la cuprífera estatal pretende retomar la explotación de litio en el Salar de Maricunga, la segunda mayor concentración de litio después del Salar de Atacama.
A mediados de octubre, el directorio de Codelco dio el vamos al proceso de compra, el cual depende de la votación de los accionistas de si aceptan o no la venta de Lithium Power, decisión fijada para enero de 2024. Sin embargo, el proyecto Salar Blanco, tiene un proceso pendiente en tribunales presentado por la comunidad colla Pai Ote, habitantes tradicionales del Valle de Paipote, localizado a escasos kilómetros del salar, el cual circundan en la veranada con sus animales.
La misma semana que Codelco anunció la compra del Proyecto Salar Blanco, se inició el proceso en el Segundo Tribunal Ambiental, que tiene de contraparte a dicha comunidad indígena y que puede poner en riesgo la concreción del proyecto.
Pero, ¿qué es el Salar de Maricunga?
El Salar de Maricunga es de una extensión de 14 mil hectáreas, y está localizado al interior de Copiapó, entre las cordilleras de Claudio Gay y Domeyko. Su parte sur está conectado a la Laguna Santa Rosa, sitio de conservación Ramsar y dentro del Parque Nacional Nevado Tres Cruces.
La fiebre por la explotación del litio es empujada por su capacidad de almacenamiento de energía en baterías, lo que permite la transición energética para dejar de usar combustibles fósiles. Esto se ha acrecentado luego de la presentación de la Estrategia Nacional del Litio, promovida por el gobierno de Gabriel Boric, que busca aprovechar el alza de precios del mineral, mejorar los métodos de extracción y producir valor agregado en Chile.
ALTA CONCENTRACIÓN DE LITIO
Codelco también tiene un Contrato de Operación Especial de Litio (CEOL) otorgado durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet. Para realizar la explotación de dicho mineral, la estatal creó dos filiales: Tarar, a cargo de la negociación con SQM, empresa del ex-yerno de Pinochet que en 2030 vence su permiso de explotación del Salar de Atacama; y Salares de Chile, a cargo de la explotación de otros yacimientos.
La cuprífera ya tiene pertenencias mineras en el Salar de Maricunga, estimadas en 2.500 hectáreas. En tanto, las contempladas en el Proyecto Salar Blanco suman otras 2.541 ha. De hecho, la minera estatal ya ha realizado prospecciones mineras, entre febrero de 2022 y junio de 2023, además de construir un camino que atraviesa por la parte nororiental del acuífero.
Las exploraciones fueron realizadas en 10 pozos, los que sumaron en total 2.368 metros, llegándose a profundidades máximas un poco mayores a los 400 metros. Así se logró estimar una profundidad del basamento del salar en unos 365 metros, realizado a través de la extracción de seis perfiles de gravimetría.
Fueron obtenidas 132 muestras, las que fueron analizadas en laboratorio y arrojaron concentraciones que van entre 517 y 1.787 miligramos por litro (mg/l), lo que produjo un promedio de 1.073 mg/l.
Según las exploraciones realizadas por Codelco, Maricunga tiene una concentración del mineral blanco de unos 1.073, miligramos por litro (mg/l). Sin embargo, según los sondeos realizados por Lithium Power, dicho salar podría contener 1.250 mg/l.
UN PROYECTO APROBADO RÁPIDAMENTE
El Proyecto Salar Blanco tiene Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) aprobada en el año 2020, lo que ha sido destacado por la prensa chilena como un plus para la estatal, debido a que dichos permisos tardan años en ser tramitados. La calificación ambiental favorable permite acelerar los planes para comenzar a producir litio a la brevedad.
Sin embargo, tal como lo informamos en un reportaje anterior de El Ciudadano, la expedita aprobación del proyecto, ocurrida bajo el gobierno de Sebastián Piñera, ha sido objeto de cuestionamiento. La tramitación fue iniciada el 26 de septiembre de 2018, y tardó menos de dos años para ser aceptado (el 4 de febrero de 2020) por la Dirección Ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
A poco más de un mes de entregar el poder -en enero de 2023-, el proyecto fue aprobado por el Comité de Ministros para la Sustentabilidad, planificándose el inicio de las faenas en marzo de 2023. No obstante, la comunidad colla Pai Ote presentó un recurso judicial que paralizó el inicio de la extracción en el Salar de Maricunga, debido a que no fueron consultados en su calidad de habitantes ancestrales de dicho territorio, según exige la legislación indígena y ambiental.
Si bien el proyecto original consideró una compensación por el impacto vial producido por el paso de camiones, ésta fue ofrecida a las comunidades indígenas de Diego de Almagro, distantes del salar, no fueron contempladas las comunidades del valle de Paipote, que sufrirían un impacto hídrico directo en caso de desarrollarse el proyecto de extracción de las sales de litio. La agrupación colla también acusó que una reunión sostenida en el momento del levantamiento de la información por parte de la minera australiana, realizado en 2012, fue presentado en el SEA como un proceso de consulta.
LA PARTICIPACIÓN DE LAS COMUNIDADES
La comunidad colla Pai Ote está integrada por unas 60 familias, las que habitan en invierno el Valle de Paipote y las quebradas próximas, dedicándose a la cría de ganado caprino y auquénidos, los que entre noviembre y enero de cada año, son llevados hacia las vegas en un proceso de trashumancia estacional realizado por sus antepasados durante siglos.
El Ciudadano consultó con Codelco si la empresa consideró esta circunstancia en la compra del proyecto, limitándose la firma a responder que “en el marco del due dilligence realizado por Codelco para la compra de la australiana Lithium Power International (LPI) —controladora del proyecto en cuestión—, y como en cualquier operación de este tipo emprendida por la empresa, se analizaron exhaustivamente todas las circunstancias correspondientes”.
También consultamos con Codelco respecto de si han tenido conversaciones con los colectivos indígenas en relación con el proyecto que pretenden desarrollar, respondiendo la empresa que ya en julio de este año el presidente del directorio, Máximo Pacheco, visitó a tres comunidades colla de la Región de Atacama, incluida la Pai Ote, “para dialogar y conocer su cultura”.
De forma institucional destacaron que en aquella ocasión la presidenta de la comunidad, Ercilia Araya, había recalcado la importancia de tener a Pacheco en Vega Redonda. Y habría agregado que se trata del «asentamiento de la comunidad Pai Ote. Pudimos mostrarle nuestra cultura, el cementerio indígena, nuestras llamas, cabras y ovejas, los cultivos, nuestra gastronomía, distintos elementos de nuestro pueblo, que es trashumante y abarca el Salar de Maricunga”.
Del mismo modo, en la oportunidad Pacheco se comprometió a “entregar información oportuna y clara de todos los avances en torno al proyecto minero que finalmente se concrete en el salar. Codelco, a través del presidente del directorio y otros ejecutivos, ha estado en contacto con las comunidades colla vinculadas al Salar de Maricunga tanto en Santiago como en la Región de Atacama”.
También Codelco destacó el rol que cumplen las universidades de Chile y de Atacama en la creación de espacios de encuentro “donde se ha podido compartir, de manera muy franca, los distintos puntos de vista que existen respecto al enorme potencial del litio que existe en Maricunga”.
Luego agregaron que “el interés de Codelco es hacer las cosas bien en el territorio y eso requiere la generación de la confianza necesaria entre todas las partes que entendemos que existe una gran oportunidad de desarrollo, pero debe ser totalmente compatible con el cuidado del medioambiente, el ecosistema propio del salar y el tipo de vida y la cultura de las comunidades colla”.
Este medio también consultó con la dirigente Araya, quien nos confirmó que Pacheco estuvo en su comunidad en julio. Sin embargo, considera que “no tengo ninguna perspectiva. Él habló diciendo que Codelco es una empresa grande, que tiene buenas costumbres, que es la más grande del mundo. Al final, realmente no creí mucho lo que él nos planteaba. Lo hemos visto en ocasiones posteriores, como el Seminario de Litio y Pueblos Indígenas realizado en la Universidad de Atacama a comienzos de octubre, pero ahora en esta instancia no tenemos ningún acercamiento”.
Pese a dicho impase, el cronograma de Codelco parece mantenerse. Según informaron recientemente esperan concretar luego los modelos hidrogeológicos de los acuíferos subterráneos, levantamiento que permitirá consolidar las cifras calculadas en las primeras exploraciones, para así poder estimar los recursos de litio totales bajo sus pertenencias mineras. Calculan para comienzos de 2024 iniciar el primer estudio de perfil económico del proyecto.
LAS DIFERENTES TECNOLOGÍAS DE EXTRACCIÓN
El 20 de abril reciente, el presidente Boric presentó la Estrategia Nacional del Litio (ENL). Uno de los puntos que recalcó fue el necesario cambio en la técnica de extracción de las sales, realizado hoy en día en el Salar de Atacama a través de la evaporación por el sol. En la ocasión, el presidente sostuvo que “se exigirá la implementación de tecnologías que minimizan el impacto ambiental en la recuperación del litio, como la extracción directa con reinyección de salmuera”.
Dicha exigencia genera un problema para la explotación del litio en el Salar de Maricunga, puesto que el proyecto que resultó aprobado por el SEA contempla extraer el mineral por el método de evaporación, lo que implica la creación de grandes piscinas en torno del salar y la pérdida de miles de litros de agua.
Según el proyecto aprobado, se aprovecharía la alta radiación en la cuenca de Maricunga, los fuertes vientos y la baja humedad. De este modo se contempla usar una superficie de 7.500.000 m² destinados a piscinas de evaporación.
Este sistema se inicia bombeando la salmuera hacia la superficie del salar, material que es trasladado a las albercas para la evaporación del agua. Luego se espera que se concentre la sal, lo que es posible de ver por el cambio en la coloración, la que depende del tipo de mineral predominante en las sales extraídas.
Pero, este método conlleva una importante pérdida de agua en regiones de estrés hídrico, como lo es la zona cordillerana en donde está localizada la cuenca de Maricunga, constituyendo un grave problema ambiental.
“Para producir una tonelada de litio, se estima que es necesario evaporar alrededor de 500 mil litros de agua, lo que representa un problema crítico, ya que los salares donde se extrae el litio son ecosistemas frágiles y con una biodiversidad única”- comenta Mauricio Lorca, antropólogo integrante del proyecto The Global Political Ecology, GPELI – La ecología política global del litio, que integra investigadores europeos, argentinos y bolivianos, coordinados por la Universidad de Ginebra.
La bióloga y doctora en Ciencias, Cristina Dorador, también coincide en la fragilidad de los salares. A partir de las investigaciones que ha realizado en el Salar de Atacama considera que “cualquier intervención, como la extracción de agua, puede causar efectos graves. Es el caso del salar de Pedernales, en donde ya hay daños irreversibles”.
Según una investigación reciente en la que participó, la que se basó en el análisis de las imágenes satelitales del Salar de Atacama a lo largo de 20 años, dio cuenta que “el aumento de la cobertura espacial de las pozas de evaporación de litio está afectando la cuenca completa del salar. Además, se evidenció una disminución de la cobertura vegetacional, aumento de la temperatura del suelo y la baja en la humedad del suelo. Todo esto está relacionado con extracción de salmuera”, destacó Dorador.
Consultados por El Ciudadano respecto a que, si se ha contemplado modificar la forma de extracción contemplada en el proyecto original, Codelco respondió que “si sus accionistas aprueban la venta de Lithium Power (LP) a Codelco a fines de enero de 2024, nuestra empresa hará una completa revisión de las tecnologías disponibles para este proyecto, que considerará las desarrolladas por LP, así como otras nuevas que se están desarrollando en el mundo para concentrar el litio”.
Ariel León Bacián, exasesor de la Comunidad Colla Pai Ote y quien redactó el Recurso de Protección que paralizó la licitación del litio realizada por Piñera, “valora profundamente el pronunciamiento de Codelco, pues es la única manera de introducir tecnologías de extracción directa y reinyección de agua al Proyecto Blanco, es presentando un nuevo Estudio de Evaluación Ambiental. Estas tecnologías son el corazón del proyecto, y no pueden ser introducidas en el camino, ni menos cuando la evaluación ya ha finalizado y se encuentra en fase judicial”.
En la cuprífera aseguraron que “de hecho, Codelco ya se encuentra estudiando a nivel preliminar estas nuevas tecnologías con diversos proveedores. En función del análisis de las ventajas y desventajas que se obtengan a partir de los estudios, se definirá cuál se aplicará en el proyecto de litio en el Salar de Maricunga”.
León considera que “correspondería que Codelco transparente de qué manera y en qué plazos va a ingresar este nuevo estudio. Y, del mismo modo, debiera ordenar a Salar Blanco y a Lithium Power allanarse a las demandas presentadas por las comunidades y habitantes de la región de Atacama contra el Proyecto Blanco. El pronunciamiento de Codelco ha sido categórico. Si va a introducir sí o sí nuevas tecnologías de extracción directa, está reconociendo la afectación al derecho al agua, que es la base de las demandas, entre ellas, de la Comunidad Colla Pai Ote”.
Por su parte, en Codelco recalcaron que “nuestro compromiso con el desarrollo de un proyecto con protección ambiental y amigable con las comunidades de Maricunga es un compromiso claro y categórico, y como la empresa estatal que somos, cuidaremos que el desarrollo de nuestra estrategia de litio se haga bien”.
Mauricio Becerra R.
El Ciudadano