Según los cálculos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), durante este semestre se llegaría al límite establecido del Fondo de Estabilización de Precios de la Energía.
Dicho mecanismo fue implementado para congelar alzas que se debían producir justo después de la revuelta social de 2019. Al acabarse este fondo, se podría llegar a un aumento de hasta 45% en promedio en las cuentas de la luz según los expertos, y en caso de que no se tomen medidas al respecto.
La iniciativa tenía un total de US$1.350 millones para este fin, sin embargo, este saldo se acabó. Para evitar que existan alzas bruscas en las boletas de los clientes, el Gobierno está preparando un proyecto de ley, que sería presentado en los próximas días en el Congreso, mediante el cual se busca crear un nuevo mecanismo por hasta 1.600 millones de dólares.
El proyecto pretende mantener congelados los precios durante el 2022 y ya en 2023 comenzar con alzas graduales que solo sean reajustadas con el IPC.
Pese a este proyecto, parlamentarios y expertos afirman que se necesita la creación de un subsidio para aquellas personas de menores recursos. Esto en consideración de las y los miles de chilenos que ya cuentan con un sobrecargo producto de cuentas adeudadas durante la pandemia.
«Las alzas van a ser tan grandes que el PEC (Precio Estabilizado al Consumidor) original, que iba ser de 1.350 millones de dólares, va a ser de 3.000 millones de dólares. El problema que veo es que la tarifa eléctrica va a quedar tan endeudada hasta el 2032, que las cuentas de la luz nunca van a bajar y los clientes siempre van a estar pagando algún rezago pendiente», advirtió al diario El Mercurio Humberto Verdejo, académico de la Universidad de Santiago.
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