David Bowie, una de las mayores leyendas musicales de todos los tiempos ha muerto esta madrugada por causa de un cáncer contra el que batalló por 18 meses y en secreto. La chocante noticia nos llegó sólo tres días después del lanzamiento de su nuevo disco Blackstar y dos días después de su cumpleaños número 69.
El ‘Duque Blanco’ se veía delgado, tal vez algo cansado, pero saludable y feliz, cuando hizo su aparición en público el 12 de diciembre en el Theatre Workshop de Nueva York, para el estreno del musical Lazarus, basado en un tema de su último LP.
Sólo ahora sabemos que, mientras el artista saludaba a sus fans con profesionalismo y amabilidad, en ese momento estaba lidiando con la grave enfermedad, la que mantuvo en secreto por mucho tempo y que terminó venciéndolo. Pero desde hace tiempo, y a medida que sus apariciones públicas se hacían cada vez más escasas, algunos de sus admiradores habían manifestado preocupación por su salud, según el diario británico Mirror.
En los últimos años, la imagen de Bowie había sido bombardeada con rumores de que no estaba bien de salud. Pero el 2013, el resurgimiento de su carrera luego de diez años, con el álbum The Next Day, despejó las dudas. Aparte de algunos rumores locales, nadie pensaba en Bowie como una estrella apagándose, sino al contrario: cada vez que el público tenía buenas noticias de él, su creatividad y genio reafirmaban en sus seguidores la sensación generalizada de que el ídolo era inmortal.
Durante los diez años que precedieron a su penúltimo álbum, Bowie había estado apartado de las luces. En 2004, después de terminado un concierto en Alemania durante el tour Reality, sufrió un colapso por el cual tuvieron que trasladarlo en helicóptero a un hospital, donde le practicaron una operación de urgencia.
El músico fue un fumador empedernido y, como pasa con tantas estrellas de rock, en una época de su carrera también se supo se su fuerte adicción a drogas duras. Pero el cantante logró superarla a fines de los 70 en un viaje a Berlín.
En 2013 los rumores -inflados por la prensa amarillista- decían que el cantante padecía de Alzheimer, lo que fue desmentido categóricamente por su eterno colaborador musical Tony Visconti. «Él es tan agudo como una aguja, y ahora lo está más que nunca. Este chico no ha perdido una sola de sus neuronas», le contó a Telegraph hace dos años. «No podría haber trabajado por dos años en su música si fuera un hombre enfermo. Está muy sano, muy en forma. Sólo tuvo una operación al corazón, se recuperó y eso es todo».
Esta madrugada y durante toda la mañana, el impacto de la muerte del «Camaleón» -como también se lo llamaba- ha ido remeciendo una por una a las personas que en todo el mundo han crecido con su música, han seguido su carrera y lo han visto como una fuente de inspiración. Justo cuando muchos seguidores aún lo homenajeaban por motivo de su cumpleaños y el lanzamiento de su último disco.
Pasadas las 3 de la madrugada de hoy, en las cuentas oficiales del artista en Facebook y Twitter, dos publicaciones oficiales se dieron a conocer con el texto «10 de enero de 2016 – Hoy, David Bowie murió en paz, rodeado por su familia, luego una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer. Mientras muchos de ustedes estarán sintiendo su muerte, pedimos respeto a la privacidad de la familia durante este tiempo de duelo«.
January 10 2016 – David Bowie died peacefully today surrounded by his family after a courageous 18 month battle… https://t.co/ENRSiT43Zy
— David Bowie Official (@DavidBowieReal) January 11, 2016
Su hijo, el director de cine Duncan Jones, confirmó la noticia unos momentos después a través de su cuenta en Twitter, despejando las dudas entre los fans, que no podían creer lo que habían leído. Ayer, antes de su muerte, la modelo Iman, que fue la segunda esposa de Bowie por 14 años, había publicado un críptico comentario diciendo: «La lucha es real, pero Dios también». La pareja se casó en 1992 y tienen una hija de 15 años, Alexandra.
Nacido como David Robert Jones, decidió adoptar el nombre de David Bowie en 1967 cuando lanzó su disco debut ‘Man of Words, Man of Music’. Al poco tiempo conoció a su primera esposa, Angie, quien trabajaba en su sello discográfico y que significó una influencia en su carrera. Con ella se inspiró para una de sus mayores creaciones, el alter ego Ziggy Stardust, un personaje que hizo brillar a Bowie en la música y los escenarios como uno de los creadores más vanguardistas del arte y la cultura pop.
En 1972, una aparición de Ziggy en el programa de música británico Top of the Pops impulsó su carrera hacia un nivel de fama que significó un camino de consagración como figura influyente en muchos niveles; desde la música, pasando por la moda, el arte, el diseño y también como icono gay. «Fuera del escenario soy un robot. En el escenario, adquiero emoción. Probablemente es por eso que prefiero disfrazarme como Ziggy a ser David», explicó Bowie en ese tiempo.
En los casi 50 años que duró su carrera, el ídolo del arte y la cultura pop llegó a grabar 27 álbumes de estudio y 10 compilaciones. Su trabajo más reciente, Blackstar (estrella negra), lanzado hace solo tres días, viene a ser la última manifestación de su genio. Este álbum, su oscuridad, sus letras y diseño, en el contexto del secreto de su enfermedad y su impactante muerte, vienen a completar un episodio que forma parte, no sólo de su vida, sino también de su creación artística.-
Traducción El Ciudadano.
Fuente: The Mirror